LOS HALLAZGOS MONETALES DEL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE LOS MONDRAGONES (GRANADA)

NUMISMATIC FINDS FROM THE MONDRAGONES ARCHAEOLOGICAL COMPLEX (GRANADA)

Isabel RUIZ-GUZMÁN *

Resumen
Presentamos el análisis numismático e interpretación de los hallazgos monetarios de Los Mondragones (Granada), un extenso complejo arqueológico con una cronología que abarca desde el siglo V a.C., con el descubrimiento de un depósito de época protohistórica, hasta el siglo XV d.C. Las intervenciones realizadas entre los años 2013 al 2021 han dado como resultado el conocimiento de una gran villa romana con distintos espacios: la domus, un molino de aceite, el lagar, un extenso complejo termal, así como diversos enterramientos. De las 141 monedas documentadas, damos a conocer 115 ejemplares inéditos, ya que con anterioridad fueron publicadas 26 monedas.

Palabras clave
Moneda, Villae romana, Hispania, altoimperial, bajoimperial

Abstract
We present the numismatic analysis and interpretation of the monetary finds from Los Mondragones (Granada), an extensive archaeological complex with a chronology ranging from the 5th century BC, with the discovery of a deposit from the protohistoric period, to the 15th century AD. The interventions carried out between 2013 and 2021 have resulted in the discovery of a large Roman villa with different spaces: the domus, an oil mill, the wine press, an extensive thermal complex, as well as various burial sites. Of the 141 coins documented, we present 115 unpublished specimens, as 26 coins were previously published.

Key words
Coin, Roman villae, Hispania, high imperial, late imperial

EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE LOS MONDRAGONES

En enero de 2013 unas obras de demolición en la zona noroeste de la ciudad de Granada, muy próxima a la Plaza de Toros y sobre los terrenos en donde se encontraba el antiguo cuartel de artillería pesada (1920) conocido como los Mondragones, detectaron la presencia de restos arqueológicos que motivaron una excavación de urgencia. La relevancia de los hallazgos ha conducido a que se hayan realizado un total de cinco campañas arqueológicas, siendo la última intervención la realizada en el año 2020-2021.

Su caracterización muestra un extenso y compacto complejo arqueológico de unos 3.700 metros cuadrados de estructura ortogonal (Fig. 1). En torno a esta calle principal se articula una gran villa romana con espacios distintos y separados: la domus, un complejo termal la pars rustica o casa de labor, la pars frumentaria con el molino de aceite, el lagar, así como edificios de representación y enterramientos (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021).

El marco temporal bastante amplio, se inicia en el siglo V a. C. con el hallazgo de una tumba de fase protohistórica, hasta su reocupación en época almohade-nazarí, siglos XIII-XIV (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 94). En cuanto al marco territorial quedó establecido entre las proximidades de la ciudad romana de Iliberir y la fértil Vega granadina, que históricamente fue siempre una zona agrícola. A continuación, de manera muy breve describimos los espacios principales de este complejo arqueológico (Fig. 2).

Fig. 1. Fotografía cenital del Complejo arqueológico de los Mondragones https://www.google.com/maps/@37.190544, 3.6113081,503m/data=!3m1!1e3?entry=ttu (Consulta el 15/06/2024)

Fig. 2. Espacios que conforman el yacimiento (Rodríguez Aguilera,2021:321)

La pars urbana cuenta con una superficie de 950 metros cuadrados, esta área doméstica y privada de la villa fue construida en el siglo I d. C., pero a lo largo de los siglos sufrió distintas reformas, aunque la remodelación más importante se realiza en el siglo IV cuando se monumentaliza.

La domus posee una tipología de casa de patio con peristilo, sin atrio. En la estancia principal, en su pavimento se encontraron restos de cinco mosaicos, dos de ellos han podido ser conservados en su totalidad y han podido ser datados gracias al hallazgo de tres monedas, una de las cuáles es un AE4 de Juliano II, (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2014: 475), con una cronología de mitad del siglo IV.

La pars fructuaria la compone el molino de aceite que ocupa una superficie de 800 metros cuadrados y responde al modelo de la tipología de la época romana, durante en la excavación se apreciaron de manera clara las tres partes de las que estaba compuesto: tabulatum, torcularium y cella olearia (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021) (Fig. 2).

El edificio termal o balneum es de tamaño medio con una superficie de 273 metros cuadrados y en la que se han identificado tres estancias termales (frigidarium, tepidarium y caldarium). Es en este último espacio dónde se encontró un antoniniano (UE482-3) perteneciente a Claudio II (cat núm 8) y fechado entre el 268-270 d. C. En su parte sur se encuentra la palestra y la natatio que, en su relleno de amortización, han aparecido dos monedas (UE453) (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 81) que por su estado de conservación han sido catalogadas como inciertas del siglo IV d. C. (cat. núms. 99 y 105).

La denominada Casa del atrio, está formada por una planta bastante compleja compuesta por la superposición de distintos edificios a lo largo del tiempo. Así en una primera fase se localizan una serie de estructuras de mampostería que estaban dentro de la pars rústica de la villa en el siglo I d. C. y que posteriormente se incorporó al complejo termal. Este espacio se encuentra delimitado al oeste por el edificio de las termas y en la zona más septentrional, en uno de los edificios, en concreto en el número 24, fueron localizadas 4 monedas: 1 antoniniano representado por Claudio II (cat. núm. 18), y 1 antoniniano (cat. núm. 25) sin poder identificar su autoridad emisora y 2 monedas inciertas del siglo IV d. C. con valores AE (cat. núm. 110 y 112). Estas se encontraban en un espacio que quedaba colmatado por varios estratos superpuestos (UE 427, 426), acotados por muros y en su interior se encontró la base de un dolium (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 114). También en esta zona, en la unidad estratigráfica (UE 354) se encontró 1 nummus con la figura de Constantinopla (cat. núm. 43) y 1 AE3 del s. IV d.C. muy desgastado que no hemos podido identificar (cat. núm.102).

Del siglo I d. C., el yacimiento cuenta con una serie de estructuras, concretamente con una instalación destinada a la producción del vino, al menos hasta finales del siglo IV d. C., ya que, en un momento posterior, en torno al siglo V-VI d. C. algunos de estos espacios fueron amortizados y vinculados a labores metalúrgicas (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 143). Aquí en el calcatorium han sido hallados 19 ejemplares (UE 364 Monedas I, II y III), del siglo III d.C. se trata de 2 antoninianos, uno perteneciente a Claudio II, (cat. núm.9) y el otro sin identificar su autoridad emisora (cat. núm. 31). El resto de los numismas pertenecen al siglo IV d. C., de los cuales 5 son de Constancio II (cat. núms. 55,56,58,59 y 61), 1 de Constantino II (cat. núm. 49). Sin poder establecer el emisor tenemos 1 moneda pertenece al tipo GLORIA EXERCITVS (cat. núm. 44), 7 monedas del tipo FEL TEMP REPARATIO (cat. núms. 67,69,74,78,81,83 y 84), y los 3 ejemplares restantes por su estado de conservación son monedas inciertas (cat. núms. 90,101,113).

En cuanto al cementerio de época tardoantigua, este muestra un gran índice de ocupación ya que han sido registradas 65 tumbas conteniendo a 113 individuos, además se ha constatado otra necrópolis con 23 enterramientos. El complejo arqueológico cuenta también con varios edificios, uno de ellos ha podido ser fechado gracias a una moneda (UE364) de la segunda mitad del siglo IV d. C., que fue localizada en el ábside central y que no pertenece a este conjunto estudiado. Este espacio ha sido interpretado como un espacio protocolario y de recepción donde probablemente el dominus realizaría actividades de carácter público (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 102). Se documentan además dependencias productivas que componen la pars rústica con una superficie de 1.250 metros cuadrados.

Por último, hay que destacar la aparición de un depósito funerario de época protohistórica que ha podido ser fechado en el s. V a. C. ya que apareció un jarrito de bronce conocido como oinochoe de procedencia etrusca o fenicia (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 84). En la base de la cámara, en la parte central se localizó un brasero vuelto del revés y debajo de este una concentración de huesos calcinados.

LOS HALLAZGOS MONETARIOS PUBLICADOS

Con anterioridad a este trabajo fue presentado por parte del director de la excavación Rodríguez Aguilera y su equipo, la publicación de 26 monedas procedentes de Mondragones, de este estudio se refleja que la moneda más antigua documentada es un as acuñado en Cástulo (UE 166) del siglo II a. C. y fue hallada en el peristilo de la domus (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2013: 478).

En cuanto a la moneda imperial son 8 las piezas halladas siendo identificado: 1 sestercio de Vespasiano; 1 as de Adriano (UE 131) al otro lado de la calle de la domus en unas estructuras relacionadas con el acceso a la zona productiva (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2013: 17); 1 dupondio de Adriano (UE 380) en una estancia de la domus en concreto de la crujía sur (PÉREZ 2014: 1046); 1 sestercio de la dinastía Antonina y 1 sestercio de la dinastía Faustina. Por lo tanto, los valores predominantes en estos siglos fueron sestercios y dupondios (PÉREZ TOVAR 2014: 1051).

El resto de las monedas no están identificadas debido a su mal estado, pero hay que destacar que uno de estos ejemplares fue localizado en la necrópolis de época romana, fechada en torno al siglo I d. C. (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2013: 481) en una sepultura (SEP 001) en la boca del individuo, lo que hace alusión a una práctica funeraria basada en el ritual de Caronte (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2013: 482).

Sin embargo, el numerario más abundante es el perteneciente a los siglos III y IV con 18 ejemplares de los cuales 3 piezas se encontraban en el estrato de preparación de uno de los mosaicos de la domus (UE 325) y que ha servido para su datación (RODRÍGUEZ AGUILERA 2013: 493). Se trata de 1 antoniniano de Galieno (260-268 d. C.), 1 AE4 de Juliano II (335-360 d. C.) y 1 AE3 de Constantino II (337-340 d. C.). Otros ejemplares identificados de este periodo son aquellos que figuran con la leyenda DIVO CLAUDIO, se trata de 1 antoniniano de Galieno (260-268 d. C) y 3 antoninianos de Claudio II (268-270 d. C) (PÉREZ TOVAR 2014: 1046).

Asimismo, como moneda bajoimperial se encuentra 1 fracción de radiado de Maximiano Hercúleo (294-305), 1 AE2 de Valente (UE 510) con cronología del 348 al 350 d. C. que destaca por lleva el crismón cristiano en su reverso, además según se indica, pudo tener ciertas connotaciones religiosas por el espacio en el que fue extraída, en lo que se ha denominado la “iglesia de Mondragones” y en torno a la cual se organizó el cementerio de época tardía (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 185). En cuanto a la moneda más reciente de lo publicado, tenemos 1 AE 2 de Arcadio con cronología del 392 al 395 a. C. (PÉREZ TOVAR 2014: 1046). Referente a las cecas en las que se acuñaron estas monedas, la más representativa es Roma seguida de Arelate, Alejandría, Cízico y Lugdunum (PÉREZ TOVAR 2014: 1050).

Estableciendo una comparativa por periodos cronológicos sobre la totalidad de los hallazgos monetarios de Mondragones (Cuadro 1), se observa que en los siglos III y IV d. C. la proporción de los hallazgos ya publicados con los de este trabajo es coincidente, y es que en Mondragones las épocas altoimperial y bajoimperial son las que han proporcionado mayor numerario.

Cuadro. 1. Comparativa del total de hallazgos monetarios por periodos cronológicos.

EL CONJUNTO MONETARIO INÉDITO

Describimos a continuación las 115 piezas que conforman el conjunto monetal estudiado, en función de los distintos periodos cronológicos en los que se encuentra encuadrado el material analizado (Cuadro 2). Cada moneda se encuentra referenciada con el número de catálogo, este podrá ser consultado en las actas del XVII Congreso nacional de numismática celebrado en septiembre de 2024 en Pontevedra (RUIZ-GUZMÁN EN PRENSA).

Cuadro. 2. Monedas del conjunto estudiado.

Por otra parte, aunque hemos tenido acceso a la “Memoria de la tercera fase de excavación del complejo arqueológico de los Mondragones” (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021) no hemos dispuesto de la totalidad de las unidades estratigráficas dónde fueron recuperadas cada una de las monedas, por tanto, desconocemos el lugar exacto de procedencia de muchos de los ejemplares, más allá de aquellos que se mencionan en el propio informe, esto nos ha imposibilitado el poder establecer una hipótesis sobre el uso que tuvo la moneda en Mondragones.

Moneda Preimperial

Correspondiente a este periodo tan solo contamos con 1 ejemplar (Fig. 3), se trata de un as procedente de la ceca del oppidum ibérico de Iltuŕiŕ r, (cat núm 1) y sobre el que se emplazó la antigua ciudad ibero-romana de Ilberir, que se encuentra localizada en el actual barrio del Albaicín (Granada), aunque el tema de su emplazamiento aún hoy en día sigue siendo un debate abierto (SÁNCHEZ MORENO 2016).

Fig. 3. As procedente de Ildurir (cat. núm 1). Elaboración propia.

Esta moneda hallada en el yacimiento de Mondragones con un estado de conservación bueno, fue emitida entre el siglo II y I a. C., y se encuentra representada entre las series más abundantes. Se trata de un hallazgo singular, pues son escasos los ejemplares de esta ceca aparecidos en intervenciones arqueológicas. Es posible que el conocimiento del contexto arqueológico donde se localizó pueda ayudar a perfilar la cronología de estas piezas, al tiempo, que pone de relieve el movimiento de personas que ya desde época republicana se daba entre este emplazamiento y la ciudad de Iliberir.

Moneda Provincial Hispánica

Una treintena de ciudades hispanas acuñaron moneda en el periodo augusteo, en el caso de Mondragones nos encontramos tan solo con 2 ejemplares con idéntica cronología del 14 al 19 d. C. y emitidas durante el reinado de Tiberio. Por un lado, nos encontramos con un semis (cat. núm. 2) en el que aparece la cabeza de su hijo Druso como césar y que fue acuñada en la ceca de Italica (Santiponce, Sevilla), primera fundación romana en Hispania para albergar a los legionarios y que comenzó emitiendo monedas en tiempos de Augusto, fundamentalmente con iconografía imperial y que finaliza sus emisiones con las acuñaciones de este emperador (Fig. 4).

Fig. 4. Dupondio con la imagen de Augusto en su anverso (cat. núm 3) Elaboración propia.

El otro ejemplar procede de Colonia Romula (Sevilla), se trata de un dupondio con la cabeza de Augusto radiado (cat. núm. 3) y en su reverso representado el busto de Livia con globo y creciente, calificando también a la insigne esposa como Augusta y con el extraordinario apelativo de GENETRIX ORBIS, reflejo de hasta qué extremo podía llegar el afán de laudatio en torno a la casa imperial (CHAVES TRISTÁN 2009). Aunque son sólo dos monedas convendría indagar si a Mondragones llegaron otro tipo de materiales procedentes del valle del Guadalquivir lo que explicaría la presencia de este numerario.

Moneda del siglo I y II d. C.

De este periodo solo han sido identificados 2 ejemplares y su estado de conservación no es bueno por lo que no ha sido posible identificar su emisión. El numisma correspondiente al siglo I d. C., es un AE (cat. núm. 4) sin poder concretar su valor exacto, esta pieza fue localizada en el interior de un estrato (UE 534), de tierra parda de compacidad media. Además, en esta misma unidad estratigráfica se encontraron fragmentos de láminas de espejos y de recipientes de vidrio, por lo que en la Memoria de excavación se apunta que esta sala perteneciente al edificio termal podría relacionarse con un unctuorium o destrictorium (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 120). La otra moneda calificada como incierta del siglo I-II d. C. es un As (cat. núm. 5), ambos ejemplares aparecen representados en sus anversos el busto de emperador a derecha y con reversos frustros.

Señalar que aunque en nuestro estudio tan solo hemos podido clasificar 2 monedas pertenecientes a los siglos I-II d. C., de este periodo altoimperial fueron ya publicados 8 ejemplares, entre los que se destacan un sestercio de Vespasiano, un as de Adriano, un dupondio de Adriano, un sestercio de la dinastía Antonina y un sestercio de Faustina, las tres restantes debido a su estado de conservación no se ha podido identificar el tipo y la leyenda pero por su tamaño parecen que se tratan de ases alto imperiales (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2013: 497)

Acuñaciones del siglo III d. C.

Con esta cronología encontramos una parte importante del conjunto monetario de Mondragones, se trata de 26 monedas que representa el 22,6 por ciento del total de la amonedación. A destacar que la totalidad de los valores son antoninianos. Las más antiguas son de Galieno acuñadas durante su reinado (260-268 d. C.), monedas de gran profusión ya que fueron emitidas grandes cantidades de este valor, tanto cuando era emperador con Valeriano, así como cuando gobernó solo. Uno de estos ejemplares (cat. núm. 6) procedente de la ceca de Roma, apareció en el sector VI, (UE 358-4) en la zona donde se ubican las lingoteras, pero no ha sido posible precisar su ubicación exacta. En el otro ejemplar (cat. núm. 7) con emisión realizada en la ceca de Mediolanum (260-268 d. C.), encontramos representada a su esposa Salonina, se trata de la única emperatriz que figura en el anverso en este conjunto monetario.

Claudio II, es el emperador con más representación en el periodo correspondiente al siglo III d. C. y es que en Hispania su numerario es muy numeroso. Son 13 los antoninianos que cuentan con el busto de este emperador, siendo Roma la ceca más número de ejemplares. Tres de las monedas halladas fueron emitidas durante su reinado, 1 del tipo SPES PVBLICA (cat. núm. 8), 1 con el tipo PAX (cat. núm. 10) y otra con el tipo VIRTVS (cat. núm. 9), este último ejemplar ha sido localizado en la unidad estratigráfica (UE364), que forma parte del relleno de una fosa tardía y que se encuentra localizada en la zona de un antiguo calcatorium y que fue amortizado por la construcción del balneum. La función de la fosa se asocia a las actividades de spolia (VENTURA VILLANUEVA et al., 2023: 8) haciendo uso del reaprovechamiento de algunos materiales que pueden resultar útiles para una segunda vida. En esta fosa han sido hallados el mayor número de monedas además de una pieza excepcional, se trata de una placa fragmentada de bronce inscrita con un decretum decurionum conocida como Tabula Iliberritana.

En cuanto a las emisiones póstumas a nombre de Claudio II, encontramos que durante el reinado de Quintilo (270 d. C.), fueron acuñados 3 ejemplares, dos de ellos en la ceca de Roma (cat. núm. 11 y 12). De las 7 monedas restantes (cat. núm. 14 al 20), no hemos podido conocer su autoridad emisora, pero todas ellas tienen el característico tipo CONSECRATIO en su reverso (Fig. 5).

Fig. 5. Moneda póstuma de Claudio II (cat. núm 12). Elaboración propia.

Del emperador Tétrico I (cat. núm. 21), se cuenta con 1 moneda con reverso HILARITAS AVG, 1 de Probo (cat. núm. 22), emitida en Ticinium (276-282 d. C.) y con la leyenda en su anverso que reza VIRTVS PROVI AVG, alabando el coraje y la valentía del emperador y en su reverso la seguridad de los emperadores con el pueblo romano, SECVRIT PERP.

De Diocleciano (cat. núm. 23), 1 antoniniano con la imagen del emperador en el anverso y en el reverso de nuevo aparece el emperador, pero en este caso recibiendo de Júpiter una Victoria, y es que la aparición de divinidades greco-romanas representadas junto a este ayudaban a crear una imagen pública de imperator protegido por la divinidad que lo llevaba a la consecución de la victoria.

Por último, en el siglo III, ocho de las monedas han sido clasificadas como inciertas ya que su estado de conservación no ha permitido conocer la autoridad que las emitió, en cuanto a los reversos se ha podido identificar el tipo iconográfico IOVI CONSERVATORI (cat. núm. 25), el tipo SALVS AVG (cat. núm. 26), localizada en la fosa vertedero (UE470), el tipo LIBERITAS AVG (cat. núm. 24), y en el resto de los numerales su reverso frustro.

Moneda del siglo IV d. C.

Se trata de la cronología con mayor representación en cuanto a monedas encontradas en el yacimiento, aunque la mayoría son de escaso valor, con una preponderancia de valores pequeños como nummi, AE2, AE3 y AE4 y que significa el 73,04 por ciento del total del numerario estudiado. De las 84 piezas pertenecientes a este siglo, la primera autoridad emisora viene representada por Maximiano (300-303 d. C.), con tan solo 1 ejemplar (cat. núm. 32) perteneciente a la ceca de Ticinium y con el tipo de reverso SACRA MONET (Fig. 6).

Fig. 6. Moneda de Maximiano emitida durante su reinado (cat. núm 32). Elaboración propia.

Siguiendo con la cronología, la dinastía constantiniana está bien representada en el yacimiento de Mondragones con prevalencia clara de las cecas occidentales frente a las orientales. De Constantino I, como autoridad emisora contamos con un total de 8 bronces todos con valor AE3. En cinco de estos viene representado este emperador en el anverso y con reversos muy variados con tipos como CAESARVM NOSTRORVM (cat. núm. 33), SOL INVICTO COMITI (cat. núm. 34), SARMATIA DEVICTA (cat. núm. 35), PROVIDENTIAE (cat. núm. 36) y GLORIA EXERCITVS (cat. núm. 37). Para el resto de los ejemplares emitidos por Constantino I, encontramos una moneda con el tipo de anverso VRBS ROMA (cat. núm. 38), con muy mal estado de conservación, de tamaño pequeño y con el cuño descentrado, por lo que parece ser una imitación, presumiblemente acuñada en el sur de Hispania y es que son numerosas las monedas de series urbanas conmemorativas. Con el tipo GLORIA EXERCITVS, tenemos dos monedas, una de ellas en la que aparece representado en su anverso a Constantino II (cat. núm 39) y en la otra Delmacio (cat. núm. 40). En referencia a los lugares de emisión para las monedas emitidas por Contantino I, hemos podido identificar las cecas de Lugdunum, Siscia, Arelate, Constantinopla y Roma (Fig. 7).

Fig. 7. Moneda de Constantino I (cat. núm 36). Elaboración propia.

De Constancio I (cat. núm. 41), tan solo tenemos 1 bronce, se trata de un numerario pequeño con emisión en Cartago (306 d. C.) en el que se representa al emperador Maximiano en el anverso y el tipo SALVIS AVGG ET CAESS FEL KART en el reverso.

Con cronología del (330-347 d. C.), tenemos dos ejemplares correspondientes a las series urbanas conmemorativas, 1 nummus (cat. núm.42), en su anverso podemos ver el busto de Roma con casco y capa imperial y con la leyenda VRBS ROMA y el tipo de reverso de la loba amamantando a los mellizos, su estado de conservación no es bueno y no hemos podido identificar su lugar de emisión. El otro ejemplar también un nummus (cat. núm.43), en el que en su anverso figura el busto de Constantinopla y en su reverso una victoria alada. Asimismo, del periodo (330-348 d. C.) pero sin poder determinar la autoridad emisora, tenemos 5 monedas pertenecientes al tipo GLORIA EXERCITVS (cat. núms. 44 al 48) y con tan solo identificada la ceca de Siscia en una moneda.

Continuando con esta dinastía el conjunto cuenta 1 moneda de Constantino II (cat. núm 49) y 2 monedas de Constante (cat. núms, 50 y 51), con valores AE3, la figura del emperador en el anverso y encontramos los tipos FEL TEMP REPARATIO y VICTORIA en sus reversos.

De toda la dinastía constantiniana, de este conjunto monetario inédito, el emperador con más emisiones es Constancio II, del que se disponen 8 bronces (cat. núms. 54 al 61) con emisiones entre los años 347-355 d. C., donde destacan los tipos FEL TEMP REPARATIO con procedencia de las cecas de Constantinopla y Arelate. La mayoría de estas monedas han sido localizadas en la fosa vertedero en lo que fue el antiguo calcatorium. Magnencio (cat. núm. 62), es el último representante de la dinastía constantiniana con 1 bronce con valor AE2 (UE 392) emitido entre el 351-353 d. C., con dos victorias aladas en su reverso (Fig. 8).

Fig. 8. Moneda de Constancio II (cat. núm 60). Elaboración propia.

Del siglo IV contamos también con nummi que, por su mal estado de conservación no hemos podido identificar la autoridad emisora, y hemos clasificado por su reverso. Estos corresponden al tipo FEL TEMP REPARATIO (cat. núms. 63 a 84) son 22 ejemplares con valor AE3, donde no ha sido posible identificar la mayoría de las cecas, tan solo encontramos 1 bronce emitido en Tesalónica, y 1 en Arelate. Sin autoridad emisora y del tipo SPES REIPVBLICE (cat. núm. 85), se cuenta con 1 moneda emitida entre el 358-362 d. C. y con ceca desconocida, así como 1 del tipo VOTA (cat. núm. 86) y por último del tipo GLORIA ROMANORVM (cat. núm. 89) con ceca no identificada.

En la dinastía valentiniana, el ejemplar más antiguo es de Valente (cat. núm. 87) se trata de 1 AE3 emitido entre el 364-367, con el tipo GLORIA ROMANORVM, la otra moneda fue emitida por Graciano (cat. núm. 88), último emperador que se localiza en este conjunto se trata de 1 AE2 del tipo REPARATIO REIPVB y con emisión en Arelate.

Para finalizar con el siglo IV, son 26 los bronces (cat. núms. 90 al 115) que han sido catalogados como ejemplares inciertos ya que no ha sido posible identificar ni la autoridad emisora, ni su lugar de emisión. Todas las monedas son de pequeño valor fundamentalmente AE3 y AE4, en la mayoría en sus anversos figura el busto del emperador a derecha, otras han resultado ilegibles, al igual que ocurre en la mayoría de los reversos que son frustros.

ANÁLISIS NUMISMÁTICO

Cronología de los hallazgos

Centrándonos en el análisis de las piezas documentadas, la primera cuestión que podemos comentar es que el conjunto estudiado está formado en la mayor parte por monedas de bronce, mayoritariamente romanas y con una cronología muy amplia ya que los hallazgos abarcan desde una acuñación hispánica del periodo preimperial con 1 As (cat. núm. 1) procedente de la ceca de Iltuŕiŕ r (s. I-II a. C.), hasta el siglo IV d. C. dónde el último emperador representado es un ejemplar AE2 de Graciano (Cat. nº 88).

Analizando los hallazgos por periodos cronológicos (Cuadro 3) observamos que el mayor porcentaje lo encontramos en la moneda bajoimperial y en concreto aquellas que pertenecen al siglo IV d. C. con 84 ejemplares que representan el 73,04% del conjunto.

Cuadro. 3. Hallazgos inéditos por periodos históricos.

Le siguen las emisiones procedentes del siglo III a. C., con un total de 26 monedas lo que representa al 22,61%. En cuanto a la moneda provincial hispánica su porcentaje es de 1,74% ya que tan solo han sido encontrados 2 numismas, al igual ocurre con las procedentes a los siglos I y II d. C. Dentro de lo que corresponde al periodo de Hispania se cuenta con 1 numisma lo que representa el 0,87%.

Si analizamos la evolución cronológica a través de los años de emisión, la gráfica (Cuadro 4) nos indica claramente que no hay una sucesión homogénea de continuidad entre los siglos III y IV d. C. El conjunto cuenta con dos periodos de más intensidad que es el marcado por los hallazgos de los dos emperadores con más emisiones, Claudio II y Quintilo para el siglo III d. C. y Constantino I y Constancio II para el siglo IV d. C.

Cuadro. 4. Evolución cronológica de los hallazgos por años de emisión.

Por tanto, hay dos periodos clave de concentración de moneda (Cuadro 5), por un lado, la correspondiente al siglo III d. C. con 26 monedas y por otro, el periodo de mayor circulante que se refleja con la moneda catalogada en época bajoimperial ya en el siglo IV d. C. con 84 ejemplares recuperados, lo que parece señalar que es el momento de mayor circulación monetaria y esplendor en la villa romana de Mondragones.

Cuadro. 5. Evolución cronológica del conjunto estudiado.

Del resto de periodos la representación es bastante escasa y así del siglo I a. C., contamos con 1 ejemplar y para los siglos I y II d. C. son 4 las monedas, como observamos hay una representación mínima en los siglos anteriores y posteriores a los siglos III y IV d. C. Estos datos coinciden de manera clara con los 26 hallazgos que ya fueron publicados con anterioridad dónde el mayor numerario localizado se concentra en los siglos III y IV d. C.

Análisis por autoridad emisora

Atendiendo a la figura del gobernante en nuestro conjunto estudiado, de los 115 ejemplares hemos podido identificar sus emisiones en 35 numismas. No obstante, en estas líneas nos hacemos eco de las monedas ya publicadas en el estudio anterior.

Y así del periodo preimperial contamos 1 As acuñado en la ceca del sur de Hispania en Iltuŕiŕ r además de otro ejemplar con el mismo valor, pero en este caso acuñado en la ceca de Cástulo, sin embargo, este no pertenece al conjunto estudiado y la referencia la encontramos en los estudios publicados anteriormente (PÉREZ TOVAR 2014: 1045).

Del Alto Imperio de la dinastía Julio-Claudia contamos con 2 monedas emitidas por Tiberio, un semis (cat. núm. 2) procedente de la ceca de Italica, en este caso de Druso representado como César y un dupondio (cat. núm. 3) en el que se representa a Augusto en el anverso y pertenece a Colonia Romula.

De la dinastía Flavia no existe ningún ejemplar sin embargo en el complejo arqueológico y por los artículos publicados, conocemos que fue localizado 1 sestercio de Vespasiano; de los emperadores adoptivos, 1 as; y un dupondio de Adriano; así como 1 sestercio de la dinastía antonina, pero sin precisar la autoridad emisora (PÉREZ TOVAR 2014: 1046).

A partir del siglo III d. C. la moneda altoimperial tiene una mayor representación en el yacimiento (Cuadro 6) representado en primer lugar por 2 antoninianos de Galieno (cat. núms. 6 y 7), además conocemos de otras dos monedas, también antoninianos y que han sido publicadas por Pérez, una de estas ya mencionada anteriormente debido a la importancia que ha tenido para poder datar los mosaicos aparecidos en la domus.

Cuadro. 6. Autoridades emisoras siglo III.

Un aspecto que destacar es la escasa presencia femenina en el conjunto, tan solo contamos con una moneda con el busto de Salonina (cat. núm. 7) esposa del emperador Galieno que fue nombrada augusta, y un dupondio emitido por Tiberio en el que en el reverso figura Livia la esposa del emperador Augusto, por tanto, destaca la ausencia de acuñaciones de emperatrices y de mujeres de las familias imperiales en el total de hallazgos del complejo arqueológico de Mondragones (Fig. 9).

Fig. 9. Antoniniano con representación en su anverso de Salonina (cat. núm 7)

El siguiente emperador representado es Claudio II llamado el Gothico, tanto las emitidas por el propio emperador (cat. núms 8 a 10), como las emisiones póstumas llevadas a cabo durante el reinado de Quintilo (cat. núms. 11 a1 13), además de 5 ejemplares no identificados del subperíodo 268-270 con el tipo DIVO CLAVDIO y CONSECRATIO y 3 piezas más que fueron publicadas. Se trata de algo habitual ya que durante su gobierno fue puesto una gran cantidad de monetario en circulación, además de la abundancia de imitaciones hispanas con ciertos tipos concretos (PADILLA ARROBA 2021: 149).

De Tetrico I (cat. núm. 21), último emperador del Imperio Galo (Imperium Galliarum) en lo que se ha denominado usupadores, contamos con 1 antoniniano emitido en la ceca del sur de Galia. Algo más tardío en el conjunto ha sido la clasificación de una moneda de Probo (cat. núm. 22), el resto de los ejemplares, aunque no se ha podido identificar la autoridad emisora, si ha sido posible poder encuadrarlos en este periodo.

Además, hemos incluido como moneda altoimperial un ejemplar localizado de Diocleciano (cat. núm. 23) y es que, aunque su gobierno se desarrolló entre finales del siglo III y principios del siglo IV d. C., se ha podido establecer su emisión entre los años 295-299 d. C. al encontrarse en un buen estado de conservación lo que ha permitido su valoración y catalogación.

La moneda del siglo IV d. C. (Cuadro. 6) es sin lugar a duda la que cuenta con mayor número de ejemplares en el yacimiento, Maximiano (cat. núm. 32) es el primer emperador que figura en el periodo bajoimperial, pero solo se ha identificado un solo ejemplar. Destaca mayoritariamente en este siglo la dinastía constantiniana con 8 monedas de Constantino I (cat. núms. 33 al 40), tan solo una de ellas cuenta con la leyenda SOLI INVICTO COMITI, aunque esta serie tuvo una amplísima difusión por todos los territorios del imperio (PADILLA 2022: 109) y en lo publicado anteriormente también se menciona 1 AE4 perteneciente a este emperador (PÉREZ TOVAR 2014: 1049) (Cuadro 7).

Cuadro.7. Autoridades emisoras siglo IV.

Escasa representación con tan solo un bronce tiene Constancio I (cat. núm. 41) y un ejemplar identificado en estudios anteriores (PÉREZ 2014: 1048). De Constante (cat. núms. 50 al 51) se cuenta con 2 monedas, una de ellas con ceca de Arelate. Constancio II también tiene gran representación en el conjunto de Mondragones, se trata de 7 las monedas en las que se ha podido establecer su identificación (cat. núms. 54 al 61) sin embargo, en lo publicado anteriormente no se localiza ningún ejemplar de este emperador.

Para concluir con este periodo cronológico, tenemos a Magnencio y Graciano cada uno con un único ejemplar y de Valente 1 ejemplar con ceca en Constantinopla y otra moneda más que ya fue publicada. El último emperador con emisiones en Mondragones es Arcadio, emperador romano de Oriente tras la partición definitiva del imperio, se trata de 1 moneda con valor AE2 que fue ya publicada (PÉREZ TOVAR 2014: 1049).

CONCLUSIONES

La mayor parte de la moneda recuperada en Mondragones es de bronce y se compone principalmente de monetario romano caracterizándose por su escaso valor monetario ya que viene representado casi al cincuenta por ciento de valores AE3, fenómeno que responde a que estas monedas fueron pérdidas o abandonadas debido al menguado valor dinerario.

He de destacar la escasez de monedas recuperadas en el yacimiento, teniendo en cuenta la gran amplitud cronológica, que abarca con la aparición de un depósito funerario en época protohistórica que ha podido ser fechado en el s. V a. C. (RODRÍGUEZ AGUILERA 2021: 147) hasta la Edad Media con construcciones fechadas como el Edificio 3, con dataciones en los siglos XIII y XIV. El hecho de la poca aparición de ejemplares monetarios nos indica que en este uso prolongado del yacimiento en el que hubo sucesivas remodelaciones y expoliaciones haya dado como consecuencia a la escasez de recuperación de numismas y por supuesto de escaso valor.

En cuanto a los numerales a pesar del periodo cronológico tan amplio, se observa que su evolución a lo largo de los años no es homogénea, ya que la concentración de numismas la encontramos en el siglo IV d. C., con destacable presencia de tipos de la época constantiniana. Por debajo de estas emisiones encontramos las correspondientes al siglo III d. C. y de manera residual el resto de los periodos cronológicos.

Por tanto, la mayor concentración monetaria en Mondragones se produce entre los siglos III y de manera más amplia en el siglo IV d. C., además coincide con las hipótesis del informe de excavación presentado por Rodríguez que señala que este aumento en el flujo de circulación del número de piezas, podría relacionarse con un periodo de esplendor del mundo rural, y en concreto de esta villa localizada en el ager que formaba parte de la civitas de Florentia (PÉREZ TOVAR 2014: 1051).

En referencia a los tipos y teniendo en cuenta los periodos de mayor concentración de moneda, en el siglo III d. C., el tipo más representado es CONSECRATIO tanto con el motivo del águila como el de altar. Para el siglo IV d. C. sobresale en gran manera el tipo FEL TEMP REPARATIO en sus distintas iconográficas.

En cuanto a las cecas representadas, son pocos ejemplares los que nos han permitido identificar el taller emisor, aunque si se ha podido constatar que predominan las cecas de procedencia oriental como la de Constantinopla.

Por último, con la información que hemos podido extraer de la Memoria de excavación, la concentración más numerosa del numerario parece ser que se ha encontrado en una escombrera situada al norte, amortizando el antiguo lagar, lugar donde fueron encontrados varios objetos de bronce, entre ellos un fragmento de la conocida tabula iliberritana.

AGRADECIMIENTOS

Mención especial a mis tutoras, Macarena Bustamante Álvarez que desde el primer momento confió en mi la tarea de investigación sobre el conjunto de monedas halladas en el complejo arqueológico de los Mondragones y a la catedrática Alicia Arévalo González experta en numismática y que me ha introducido con la investigación de este conjunto monetario en un mundo tan fascinante como es el estudio de la moneda antigua.

También, quiero agradecer a Ángel Rodríguez Aguilera, director de las intervenciones arqueológicas realizadas a lo largo de las diferentes campañas de excavación, el que me haya proporcionado el Informe-Memoria de la tercera fase de excavación del complejo arqueológico de los Mondragones s. V a. C. - XX d. C., esto me ha posibilitado adentrarme en el conocimiento del yacimiento y poder mostrarlo de manera resumida en estas páginas.

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* Universidad de Granada, guzmanbabel@correo.ugr.es, https://orcid.org/0009-0003-2094-6872