Intervención
psicopedagógica
Los ámbitos de atención e intervención
que requiere un sujeto deficiente son básicamente los siguientes:
Ø INTERVENCIÓN EN EL
HOGAR: Esta intervención se presenta como muy
importante, ya que es el medio básico de donde parte el niño. En un principio,
hay que evitar las pautas inadecuadas que lleven a conductas indeseables,
difícilmente extinguibles con posterioridad. La precocidad en la atención debe
centrarse en aspectos fundamentales como la motricidad, percepción, lenguaje,
sociabilidad, afectividad, etc.; globalmente consideradas. Sobre todo, hay que
asumir al niño como es, evitando situaciones extremas de sobreprotección o
abandono.
Ø INTERVENCIÓN EN
EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA: La educación infantil es una etapa donde ya
se presupone una enseñanza formal y una acción pedagógica orientada hacia un
aprendizaje organizativo. La detección precoz se nos presenta como muy
importante para la posterior intervención; así, la detección de patrones de
comportamiento inadecuados, tanto en su interacción social, como en el medio
ambiente, nivel y adquisición del desarrollo del lenguaje, dominio de las
tareas escolares, etc.; nos permitirá aproximarnos al déficit cognitivo del
sujeto y, por consiguiente, una intervención adecuada.
La etapa de la educación primaria debe
proporcionar al niño deficiente todos los recursos necesarios para poder
desenvolverse en la realidad cotidiana con las mayores garantías posibles de
interacción eficaz. La educación tiende en todos los sistemas al desarrollo de
las potencialidades de los escolares.
El maestro debe dejar de lado sus
intuiciones y proveerse de métodos rigurosos y sistemáticos de intervención y
atención, con objeto de intentar resolver en lo posible el déficit de memoria
del alumno deficiente.
En el terreno del déficit de lenguaje hay
que precisar que, dependiendo del grado de deficiencia, entre el 60 y el 80 por
ciento de los individuos, plantean algún tipo problema. En primer lugar, la
aparición del lenguaje es más tardía, o bien, en casos extremos, no aparece. La
organización sintáctica es muy pobre, con escasos números de elementos, al
igual que es exiguo su bagaje conceptual. Tienen dificultad para dar sentido a
los pronombres y establecer relaciones entre los elementos de la oración. El
lenguaje oral, y debido a los problemas motores y a la descoordinación muscular
bocal, suele tener una expresión poco fluida, sin ritmo y con tonalidad
inadecuada.