La dislexia

 

La dislexia se puede considerar como la dificultad para distinguir unas letras de otras y memorizarlas. Es un problema que afecta tanto a la escritura como a la lectura.

 

Es difícil encontrar una causa única, general, que se pueda aplicar a los niños disléxicos: aunque, podemos decir que la dislexia es la manifestación de un conjunto de trastornos. Éstos pueden presentarse juntos en un mismo niño o presentarse de forma aislada y son los siguientes:

 

*     Mala lateralización.

*     Problemas de psicomotricidad.

*     Trastornos a nivel perceptivo (visual, auditivo, espacial y temporal).

 

De forma general, en los tratamientos dirigidos a la dislexia, se trabajan todos estos aspectos.

 

El niño disléxico también presenta alteraciones a nivel verbal. Lo primero que hay que hacer, si sospechamos que puede haber problemas, es realizar una evaluación completa del sujeto, para, posteriormente, hacer un diagnóstico. Dependiendo de éste, se trabajará más un área que otra.

 

Lo ideal sería que a los 4 o 5 años, antes de empezar el aprendizaje de la lecto-escritura, realizar con el niño una serie de ejercicios que le ayudarán a adquirir una madurez necesaria para enfrentarse al proceso lecto-escritor.

 

Para una recuperación de la dislexia se precisa de lo siguiente:

 

1.    Un diagnóstico precoz.

 

2.    Un tratamiento adecuado, que, dependiendo de la gravedad de los trastornos, será de un tipo u otro. Puede ser que se lleve a cabo en el colegio mediante clases de apoyo o en horas extraescolares. La reeducación debe ser en grupos reducidos o de forma individual.

 

1.    Actividades de mantenimiento: porque las alteraciones no se eliminan por completo.