EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA FISIOLOGÍA
Según palabras de J.D. Bernal " En la ciencia mas que en ninguna otra institución es necesario conocer el pasado para comprender en presente y dominar el futuro ". Por ello nos parece oportuno seguir la evolución del pensamiento biológico a través de los tiempos y darnos cuenta de como poco a poco han ido apareciendo ideas y conceptos acerca de la Fisiología. Como podrá apreciarse el discurrir de esta ciencia a veces es progresivo y tranquilo, a veces con fuertes rupturas, otras con saltos atrás, etc. Sin duda esto nos confirma que la ciencia está en constante evolución, lo que denota su vitalidad y su constante renovación.
Los orígenes del pensamiento biológico se pierden en la prehistoria por lo que podríamos empezar con el gran acumulo de conocimientos que sobre plantas y animales debió realizarse en la época de la revolución del neolítico. También podríamos tomar como punto de partida a Imnotep el primer médico del que poseemos algún conocimiento perteneciente a la tercera dinastía Egipcia, hace unos 5000 años. Sin embargo creemos que un buen punto de partida puede ser el siglo VI a. de C., con la aparición de una cultura en las costas mediterráneas representada por algunos pensadores notables. Estos hombres "sabios" pretendían explicar los fenómenos del mundo, no invocando la voluntad de los dioses, sino buscando causas ocultas de un tipo, básicamente similar a aquellos con los que se hallaban familiarizados en sus vidas diarias. Como estas vidas eran, en su mayor parte de naturaleza práctica, estos antiguos pensadores griegos han sido considerados durante mucho tiempo como los instigadores del pensamiento científico.
En esta época la dualidad del macrocosmos-microcosmos la planteó uno de los científicos-filósofos de la época, Anaximedes (545 a. de C.) y que dio lugar, como ha sido una constante en el mundo antiguo, a esta analogía que incluso 1500 años después persistía con Raleigh (1614) que proponía similitudes que hoy podían parecernos fantásticas, pero que debido a su abuso, hasta bien entrado el Renacimiento europeo, el desarrollo de una química científica.
Por otro lado esta relación macrocosmos-microcosmos desempeñó su papel, en esta ocasión constructivo, en el nacimiento de la Fisiología moderna, un ejemplo lo tenemos en William Harvey, empapado, al igual que sus contemporáneos de las doctrinas Aristotélicas y la peculiar comparación del Cosmos y sus cuerpos celestes con el microcosmos y la circulación de la sangre, y los dos con el movimiento circular, parte importante de la Filosofía aristotélica.
Conviene hacer mención a la doctrina del "pneumatismo", quizás un caso particular de la dualidad antes mencionada. El concepto de "pneuma" que reaparece en latín como "spiritus" y que confundió a los químicos y fisiólogos hasta los días de Harvey incluso mas tarde.
El desplazamiento hacia occidente de las poblaciones situadas en la zona mas oriental de las costas mediterráneas, constituye una segunda etapa en la aparición de nuevas ideas y conceptos, a veces muy persistentes, en el pensamiento biológico. Tenemos por ejemplo la primera mención (así considerada por distintos autores cualificados) que se hace de uno de los conceptos sobre los que se apoya la Fisiología, la homeostasis, o como Pitágoras (530 a. de C.) la designó, la isonomía (armonia y equilibrio). También merece la pena citar a Empédocles como primer representante de la Fisiología del mundo antiguo, al igual que se suele considerar a William Harvey como el fundador de la Fisiología científica, destacando su sentido del método experimental moderno, según nos llega de algunos de sus escritos.
Quizás sea Hipócrates (460 a. de C.) al primero que podamos aplicarle, con todo merecimiento el nombre de Biólogo, ya que en su concepto de vida incluye los adjetivos de homogénea y general. Podemos considerarlo como un biólogo práctico que huía de casi todas las teorías esquemáticas.
Con una idea opuesta de la ciencia aparece Platón (429 a. de C.) que se aparta un poco del alegre coloquio propio de su maestro Sócrates y tiende además a pasar de las descripciones reales de la naturaleza a explicar, o al menos intentar explicar, por qué esa naturaleza es como es.
Calificado por Dante de " maestro de los que saben ", Aristóteles (384 a. de C.) discípulo de Platón, se nos presenta como el primer filósofo con una formación científica, a caballo entre los mundos antiguo y medieval. Su enfoque sobre la vida lo realiza, a semejanza de Platón, utilizando la lógica, aunque con una base científica mucho mas amplia, quizás debido a su origen (jónico) y a su familia (médicos), que hacia que su enfoque fuera mas dirigido hacia las cosas de este mundo, teniendo mas relación con la ciencia natural. Para el la propiedad fundamental de los seres vivos es la psique, es decir la vitalidad, la subjetividad. Prueba de ello es su anatomía comparada, que consciente de las diferencias morfológicas de una serie de animales, se olvida de ellas y los agrupa por una característica mas importante para él, su modo de vivir. Su Biología, en resumen, se basa en un vitalismo universal, impregnado de un dinamismo teleológico.
La profunda transformación que sufrieron las ideas éticas después de Aristóteles hicieron aparecer en Alejandría a un grupo de hombres de ciencia, con unas concepciones algo distintas, aunque dentro de la influencia del llamado mundo antiguo. Ahí están Herófilo (300 a de C.), que según palabras de Galeno fue realmente el primer hombre que tuvo el privilegio de construir una anatomía sistemática y Erasístrato (260 a. de C.) con una inclinación mas fisiológica. No obstante debemos destacar en esta época a galeno de Pérgamo (130 a. de C.), quizás el primer sabio con conciencia de clase. Su ciencia médica tiene una forma mas técnica y su concepto biológico está dominado por la teleología, intentando explicar todos los hechos para adecuarlos a una finalidad.
Durante los siglos siguientes, y hasta el comienzo del segundo milenio, la ciencia, como tal, queda eclipsada y el pensamiento aristotélico es guardado celosamente por los médicos árabes, a través de los cuales vuelve a occidente con el nacimiento de una nueva corriente filosófica, la Escolástica. Así pues a comienzos del siglo XVIII vemos que la mayor parte del pensamiento de Aristóteles resulta mas asequible en las Universidades y monasterios de occidente. La Escolática significa el triunfo del método analítico sobre la mística, la victoria de la ciencia exacta y conceptual, de la terminología fija, y del estilo abstracto y seco sobre la intuición que acentúa el sentimiento y la subjetividad, que trata de pintar sus vivencias por medio de analogías. Al lado de esta Ciencia oficial, sobrevivió durante la Edad Media una ciencia profana que era sencilla, ingenua y supersticiosa, sin ninguna teoría intelectual, pero que era práctica y sacada de la vida. El representante máximo de esta "ciencia" fue Paracelso. El continuo enfrentamiento entre la Escolática y esta ciencia popular influyó en gran manera en el renacimiento italiano.
Lo que ocurre durante el Renacimiento podemos resumirlo parafraseando a Burckhardt cuando dice: " Durante la Edad Media ambas facetas de la conciencia humana, la que atendía a nuestro interior, y la que atendía a nuestro entorno, se encontraban dormidas o medio despiertas bajo un velo común. Este velo estaba tejido a base de fe, ilusión e infantiles prejuicios... el hombre era consciente de si mismo únicamente como miembro de una raza, un pueblo, un partido, una familia o una corporación... Italia fue el primer lugar donde este velo saltó por los aires, empezó a ser posible un tratamiento y una consideración "objetivos" del Estado y de todas las cosas de este mundo. Al mismo tiempo el aspecto "subjetivo" se autoafirmó con el correspondiente énfasis, el hombre comenzó a ser un "individuo" espiritual y a reconocerse como tal ". Esta variación en la conciencia también se hizo sentir en la anatomía, y el galenismo, con sus implicaciones teleológicas correspondientes, parecía dominar en esta época; aunque junto a esta línea galenista, sobrevivieron algunos aristotélicos y también analistas.
La Anatomía durante esta época se centró únicamente en la estructura, olvidando por completo la función (Mundino, siglo XIII). Hay que añadir el interés despertado en este período por la anatomía entre los artistas de la época, culminando con el gran Leonardo da Vinci (1452), un fracaso como maestro, pero un genio como figura humana, que lleva en sus obras de tipo anatómico al divorcio entre la descripción y la función.
Al final del siglo XVII, renace el Aristotelismo oficial y la investigación biológica con un claro matiz mecanicista enciclopedista. La ciencia oficial encamina sus esfuerzos tanto en la investigación fisiológica comparada de los seres vivos, como en la descripción enciclopédica del reino animal y vegetal.
Tenemos que destacar como hecho culminante de este período el descubrimiento por William Harvey (1578) de la circulación sanguínea como fenómeno general, ya que lo estudia de una forma comparada. La influencia de la metodología aristotélica se nota en la división que hace Harvey de los animales en sanguíneos (vertebrados) y sin sangre (invertebrados).
Harvey en su línea aristotélica no albergó ninguna teoría metafísica general que intentara confirmar sus estudios especializados; asimismo no se intereso demasiado por las esencias y los espíritus y buscó solamente estudiar y correlacionar propiedades que los escolásticos habían desechado como meramente contingentes.
Este punto álgido alcanzado por las ciencias biológicas hasta la primera parte del siglo XVII, se pierde durante el resto del milenio y en la primera mitad del siglo XVIII, en polémicas y controversias entre las ideas mecanicistas y vitalistas iniciadas, de alguna forma, por Redi (1626) con sus argumentaciones que, de alguna manera, dieron lugar a la teoría preformista que esterilizó el esfuerzo de muchos investigadores en la pugna con los epigenetistas. Sthal (1660) inició otra gran polémica al verse en la necesidad de reaccionar, concluyendo dicho autor, como consecuencia de su propia doctrina, que el dominio de la anatomía no es necesario para el conocimiento de la función del ser vivo.
La salida de este período, algo estéril y vacilante, aunque con algunos hitos importantes como el descubrimiento de la circulación capilar por Malpighi (1628) y la digestión artificial por Reaumur (1683), se inicia con Leibnitz (1645) que trata de casar a los vitalistas y mecanicistas y llevar así, aunque lentamente, y después de desprenderse de las ciencias exactas, al nacimiento de las principales ramas de la Biología, culminando con los naturalistas de finales del siglo XVIII.
Los frutos mas importantes de este pacto entre vitalismo y mecanicismo fueron Buffón (1706) y Haller (1708); este último procuró reunir en su gran Fisiología la mas aceptable de las teorías antiguas, dándoles rigor científico y calor vital. Sin embargo, en su célebre frase " la Fisiología es la Anatomía en movimiento " no consigue separar estas dos ciencias.
Cuvier (1769) y Geoffroy (1772) son los principales impulsores de la morfología idealista, de finales del XVIII, cuya tesis fundamental era la necesidad del conocimiento anatómico para la concepción profunda de la vida.
Aparte de la aparición de la doctrina celular, definida por Schleiden (1804) y extendida por Schwann (1810) a los animales, junto con las observaciones de Hooke (1665), como fruto de la tendencia epigenetista, los biólogos influidos profundamente por el feliz hallazgo de Newton (1642), se esforzaron intentando encontrar una Ley absoluta de la que pudieran deducirse todos los conceptos vitales. Estos esfuerzos se dividieron en el campo de la Fisiología en dos líneas bien definidas: la alemana y la francesa.
Los fisiólogos alemanes eran, en realidad, mas anatomistas que fisiólogos, pues sus teorías funcionales las deducían de observaciones anatómicas. Aparte de esto su rechazo por la experimentación y su mayor confianza por la observación, no hacían su punto de vista muy original. A pesar de todo, debemos mencionar como iniciadores, de un lado a Purkinje (1787), que no creó escuela por su interés por lo particular y los detalles, y de otro a Müller (1801) que, por el contrario, amaba lo general, lo abstracto y los principios, y fue el gran maestro de esta línea germana, formando una prestigiosa escuela que reunió a una serie de personalidades de la ciencia de ese país: Haeckel (1834), Helmholtz (1821), Kolliker (1817), Schwann (1810), Henle (1809), Virchow (1812), etc.
Aunque Müller concebía un poco la Fisiología, no como una ciencia experimental sino como una anatomía de mas alto rango, sus discípulos intentaron mejorar al maestro introduciendo la experimentación e incorporando la metodología física en la investigación fisiológica, ganando exactitud a costa de la reducción de los problemas.
La escuela fisiológica francesa tuvo un desarrollo bien distinto. Su iniciador Magendie (1783), aparto la física de la experimentación fisiológica, prefiriendo el trabajo con los animales que le acercaba mucho mas, que los exactos aparatos alemanes, al problema de la vida. Su discípulo mas aventajado, y que podemos decir que superó al maestro fue Claude Bernard (1813) que por su preparación vitalista consiguió mejorar el método rígido de su maestro, siendo, además, su división y concepto de la vida mucho mas amplio. Analizando, por tanto, el desarrollo científico-humano de este investigador, podemos recurrir al tópico de considerarlo el padre de la Fisiología moderna.
En este momento la Biología se encontró en una encrucijada entre los observadores, unos que reflexionaban sobre la manera de vivir de los animales (Lamarck, 1744) y otros que utilizando métodos físicos intentaban comprender los fenómenos vitales (Escuela de Müller), y los experimentalistas (Magendie y Bernard) que querían llegar a la comprensión del fenómeno biológico a través de los procesos que se daban en los seres vivos. Darwin escogió la observación, y durante muchos años la fisiología se basó en ella, oscureciendo la experimentación.
Darwin (1809) debemos encuadrarlo dentro del clímax de la filosofía naturalista de principios del XIX, que tuvo su origen en el convencimiento de que la experiencia era fatal para un conocimiento puro y profundo. Kant (1724) con su razón "pura" , liberando la razón de las ataduras experimentales, indujo de alguna forma el nacimiento de esta filosofía naturalista, siendo este ideal expresado por Schelling (1755). Como reacción normal aparecieron, en distintos países teorías contrarias y la mayoría de los sabios de esta época eran mas o menos mecanicistas aunque trataran de evitar el nombre de materialistas (Helmholtz, Virchow, Schwann, Darwin, Huxley, Spencer, Fechner, etc.). Solo al decaer un poco el empujón del Darwinismo, se empezó a pensar, de nuevo, en que la vida pudiera ser algo más que el juego de una máquina complicada.
A partir de las teorías de Darwin se creó un clima que dio lugar a una serie de polémicas, tanto a favor como en contra de sus teorías. En algunos países, como el caso de Francia fueron recibidas con frialdad, no por estar en contra de ellas, sino por el hecho de que en este país se vivía bajo la influencia del positivismo de Comte (1789), que daba un valor máximo ala exactitud del método, a la claridad de expresión y al experimento. Bernard y Pasteur eran los directores del pensamiento biológico. Sin embargo en Alemania el Darwinismo halló su lugar espiritual sobre todo gracias a Haeckel y Weissman, dándose a las teorías de Darwin una forma lógica y dogmática.
La Fisiología, como tal, fue solo mantenida, a su nivel, durante la época Darwiniana en Francia y algo más tarde por la escuela de Pavlov en Rusia. La visión de los fisiólogos franceses se basaba en la aceptación de la necesidad de las ciencias físico-químicas, de la anatomía general y sobre la experimentación en animales vivos. Con estas premisas se fundó la Fisiología moderna que todavía hoy se encuentra en vigor con algunos retoques.
De lo dicho se deduce que la Historia de la Fisiología no es solo la aplicación de unos adelantos técnicos, ni la biografía de unos investigadores, sino la de los cambios de mentalidad que permitieron el acoplamiento racional de unos planteamientos teóricos, mas o menos teleológicos, con una tecnología mas o menos sofisticada pero concreta.
Estamos convencidos que la Fisiología actual ha encontrado un método experimental efectivo, producto de la suma de la experimentación animal francesa y rusa, la aplicación de técnicas físico-químicas alemanas y el enfoque positivista inglés. La modificación actual de todos estos enfoques metodológicos corresponde a los ingleses, con el éxito correspondiente, que viene reflejado en nombres como Sherrington, Langley, Dale, Adrian, Bayliss, Starling,etc. que no necesitan de mayor comentario.
En lo que se refiere a la evolución histórica de la Fisiología en España podemos apuntar que la primera aportación podríamos encontrarla en la Edad Media a través de la traducción de textos árabes de autores como Galeno, Hipócrates y varios médicos árabes.
Entre los siglos XVI y XVIII se realizan algunas aportaciones sobre la circulación de la sangre culminando con la obra de Miguel Servet, aunque este fue un teólogo mas que un fisiólogo. El descubrimiento y descripción de las válvulas venosas se debe a Juan Rodriguez (1511), a pesar de que se le atribuyo, por otros autores a Canano. En este mismo campo Andrés Laguna (1499) tradujo a galeno y otros clásicos y describió las válvulas cardíacas.
Francisco de Reina publica a mediados del siglo XVI una obra en la que intuye el fenómeno de la circulación de la sangre al mencionar, refiriéndose al caballo, que " La sangre anda en torno y rueda por todos los miembros ".
Bernadino de Montaña (1551) es el autor del primer texto anatómico escrito en castellano y en él establece el mecanismo funcional de las válvulas cardíacas. Sabuco Barrera de Alcaraz publica a finales del XVII una "Fisiología del sistema nervioso" en la que recoge que sus influencias sobre el resto del organismo están mediadas por el "jugo nerveo".
Durante el siglo XVIII destacan algunos autores como Ignacio María Luzuriega y Antonio Ciobet, con disertaciones y memorias sobre aspectos de la fisiología circulatoria y respiratoria. También debemos citar al Rector levantino Blasco, que reglamento las vivisecciones para las enseñanzas de la Fisiología.
En el siglo XIX tras un profundo bache en el primer tercio, el catedrático de Fisiología Comparada Joaquín Hysern potencia la vivisección y l experimentación por lo que recibe grandes criticas ya que estas suponía tiempo que se le quitaba a la exposición de teorías.
Uno de los sucesores de Hysern en la Cátedra de Fisiología de Medicina de Madrid fue Juan Margaz y Jaime autor del primer texto de fisiología en castellano, "Tratado elemental de Fisiología Médica". La cuarta edición de esta obra, publicada en 1885, consta de dos volúmenes y se realiza en colaboración con Ramón Coll y Pujol Catedrático de Fisiología de la Universidad de Barcelona, introductor en España del método experimental y de la obra de Claude Bernard y creador de la escuela catalana de Fisiología.
José Gómez Ocaña (1860), que sucede a Margaz en la Cátedra de Fisiología de Madrid desarrolla una importante labor en tres aspectos; contribuye al afianzamiento de la metodología experimental bastante desconocida en España, modificó el estilo de enseñanza, introduciendo la práctica en el laboratorio y nos dejó varios tratados. Su libro "Fisiología Humana teórica y experimental" que servirá como libro de texto en toda España.
Es inevitable citar en un lugar destacado en este recorrido histórico de la Fisiología Española del XIX y comienzos del XX a Santiago Ramón y Cajal (1852), no solo por su extensa obra histológica sino fundamentalmente por su visión funcional de la citología e histología y por la inquietudes que supo despertar en los que serían sus discípulos. Cajal fue el primero que planteó a comienzos de este siglo la necesidad de una política científica de ámbito nacional, y creó, dentro del marco de la Junta de Ampliación de Estudios, los laboratorios de Fisiología.
Aparte de Cajal y sus discípulos se originan, durante el siglo XX, en España dos escuelas de Fisiología: la de Madrid y la de Barcelona. De la primera son miembros destacados Juan Negrín, Rafael Lorente de No, Gonzalo Lafora y Fernando de Castro. Discípulos de Negrin se encuentran científicos como Ochoa, Rafael Mendez y Grande Covián. Lorente de No trabajo con Cajal en corteza cerebral, siendo en los años cuarenta una figura importante en la neurofisiología mundial.
La de Barcelona comienza con Coll y Pujol, aunque sus grandes impulsores son, fundamentalmente, Ramón Turró y sobre todo Augusto Pi y Suñer. Su aportación mas importante a la Fisiología es el desarrollo del concepto de unidad funcional, publicado en 1918. En 1959 publicó una Fisiología Humana.
En 1952 se crea la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas cuyo primer congreso se celebra en Madrid en 1953.
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