PRESENTACIÓN

 

 

 

"ReDCE núm. 26. Julio-Diciembre de 2016" 

 

Problemas actuales de la unión política y económica.

 

El segundo semestre de 2016 ha consolidado las líneas profundamente negativas que se habían manifestado previamente a nivel europeo y global, hasta convertir este año en un auténtico «annus horribilis» para el Derecho constitucional, para la Unión Europea y para el mundo en su conjunto. El resultado de las elecciones norteamericanas ha sido el colofón de esta evolución pésima, que no termina ahí sino que desplegará sus efectos en los próximos años sin que resulte previsible siquiera el alcance de los daños que se van a generar, atendiendo a lo que hemos podido ver hasta ahora de la personalidad del nuevo Presidente de Estados Unidos.

Para Europa, este cambio de tendencia llega en un momento crítico. Los años de retraso que hemos acumulado en integración política y los conflictos internos que se han desatado con motivo de la crisis económica han situado el proyecto europeo en su punto más bajo hasta ahora. Lo peor, sin embargo, es que las tendencias de futuro no parecen muy favorables. En 2017 comenzará el proceso de negociación del Brexit, para la aplicación del artículo 50 TUE sin que el Reino Unido haya manifestado una voluntad de limitar los perjuicios que podría producir una ruptura traumática como la que se avista en el horizonte.

El resultado de las elecciones norteamericanas no va a favorecer un acuerdo amistoso y razonable si tenemos en cuenta que el nuevo Presidente era un firme partidario del Brexit y se ha manifestado también a favor de un progresivo debilitamiento político de la Unión Europea alentando los movimientos internos que promueven la salida de nuevos países de la Unión. Mientras la política de Obama estaba orientada a reforzar la Unión Europea como contrapeso a la influencia creciente de China en el mundo, el nuevo Presidente parece promover una estrategia errática y contradictoria de los Estados Unidos en el Mundo.

Un ejemplo de las contradicciones internas de esa política lo tenemos en la denuncia del Tratado comercial con el Pacífico (TPP) que estaba claramente diseñado por Obama para reducir la presencia de China y para potenciar la presencia de Estados Unidos en esa zona del mundo. Aunque el nuevo Presidente exhibe una retórica contraria a China, lo cierto es que la política que va a poner en marcha es claramente favorable a los intereses de esta potencia. El lugar que deja Estados Unidos en el Pacífico solo podrá ser ocupado por China, que ampliará sus zonas de influencia en Asia y en América Latina.

Por lo que se refiere a la Unión Europea, la situación es de creciente desconcierto. No solamente porque no era previsible nada de lo que ha pasado en estos últimos meses (el Brexit, la involución política en Turquía, el resultado de las elecciones norteamericanas) sino porque ya partíamos de una progresiva descomposición interna del europeísmo y un avance considerable de las tendencias euroescépticas que van unidas generalmente a planteamientos xenófobos y racistas. Si Europa se hubiera reforzado moralmente en los últimos años estaría ahora en condiciones de afrontar mejor los retos que se le están planteando.

En estos días, cuando lamentamos la posición del nuevo Presidente norteamericano frente a México, su descalificación permanente de un país entero y del conjunto de su ciudadanía y el desprecio sin contemplaciones con el que trata a los mexicanos, quizás sea el momento de recordar las actitudes igualmente inaceptables de algunos líderes europeos en relación con Grecia, por ejemplo. No hay gran diferencia entre el muro físico que Estados Unidos quiere construir ahora en la frontera mexicana y los muros políticos y culturales que una parte de Europa ha construido frente a Grecia.

Que no era una cuestión solamente económica se evidencia cuando se percibe el relajamiento de las condiciones económicas con países de fuera de la Unión Europea como Ucrania o con países de la UE que merecerían una posición más firme atendiendo a la involución democrática que están sufriendo, como es el caso de Hungría. En lugar de concentrarse en la promoción de una identidad europea propia basada en la solidaridad y en la unidad, las instituciones europeas parecen estar jugando en clave de intereses geoestratégicos más que discutibles y contentando a gobiernos euroescépticos que lesionan los valores comunes que han inspirado a la Unión.

Por otro lado, el retroceso frente a esos valores comunes no ha hecho sino incrementar las posibilidades de los sectores euroescépticos que concurrirán a importantes procesos electorales en el año 2017 con posibilidades de ampliar notablemente su apoyo e incluso de poner en serio riesgo el proyecto europeo. La nueva presidencia norteamericana puede contribuir también a una desestabilización progresiva de la Unión Europea si mantiene las líneas políticas que ha defendido antes y después de las elecciones.

Los riesgos crecientes del proceso de integración pueden verse también como una oportunidad si existe voluntad política de dar un cambio de rumbo importante y de asumir el papel que a Europa le corresponde en un mundo que se vislumbra cada vez más problemático e ingobernable. El avance en sentido federal del proyecto europeo es la única salida viable al actual estado de cosas. La profundización democrática y la orientación social de las políticas europeas, en congruencia con nuestro patrimonio constitucional común, son los caminos a seguir si se quiere hacer frente al incremento del euroescepticismo y reforzar la construcción europea.

Por lo demás, en estos tiempos de confusión, debemos reafirmar nuestra fe en el constitucionalismo. El resultado de las elecciones presidenciales ha evidenciado la incapacidad del sistema político norteamericano para hacer frente a los riesgos del populismo y para frenar las pulsiones más lamentables de una forma de hacer política que resulta claramente contraria a los principios en los que se inspira su Constitución. No es irrelevante el hecho de que el candidato ganador haya obtenido casi tres millones de voto popular menos que la candidata perdedora. El sistema constitucional norteamericano se está viendo sometido a una gran tensión y esperemos que encuentre las vías para reconducir la situación.

La parte monográfica de este número está dedicada justamente a los problemas actuales de la unión política y económica con tres trabajos que incorporan interesantes reflexiones desde esa perspectiva. Se trata de los Estudios de José María de Areilza Carvajal, “Retos institucionales en el desarrollo de una Unión Política”, de Josu de Miguel Bárcena “Estabilidad financiera en entornos federales: la nueva constitución económica del riesgo” y de Pablo Guerrero Vázquez, “Gobernanza económica y régimen sancionador en caso de incumplimiento en la Eurozona”.

La Sección de Artículos incorpora tres trabajos que se dedican a cuestiones relevantes desde el punto de vista del Derecho constitucional y en perspectiva europea. El primero de ellos, de Octavio Salazar Benítez y Luca Giacomelli “Homofobia, derecho penal y libertad de expresión: Un estudio comparado de los ordenamientos italiano y español”. Le sigue el de Abraham Barrero Ortega: “¿Quién debe dirimir las cuestiones socialmente controvertidas? A propósito del matrimonio entre personas del mismo sexo”. Por último, el de Juan Francisco Sánchez Barrilao, acerca de “El futuro jurídico de internet: una aproximación constitucional a la neutralidad de la red”.

La Sección Perfiles contiene la Laudatio que Vicente Álvarez García le dedicara a Santiago Muñoz Machado con motivo de su Investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura, el 22 de abril de 2016. Con esta publicación queremos sumarnos al reconocimiento que le otorgó la Universidad de Extremadura a este ilustre jurista y al Elogio de su figura que hace nuestro amigo (desde los tiempos de Regensburg, al comienzo de la década de los noventa del pasado siglo) Vicente Álvarez.

Mención especial merece, nos parece, el texto que recogemos en la Sección de Textos Clásicos y que es justamente el Discurso de Investidura del Profesor Muñoz Machado como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura, que lleva por título “La aventura americana de la lengua de Cervantes”. Forma parte de la dedicación creciente de Santiago Muñoz Machado a su actividad como miembro de la Real Academia Española, de la que es también Secretario y en la que está realizando una impresionante labor de la que da muestra, por ejemplo, la dirección de la obra Diccionario del español jurídico, recientemente publicada.

En el apartado de Jurisprudencia incluimos el trabajo de Sergio Gutiérrez Nogales sobre “El Diálogo entre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos en materia de la reagrupación familiar de los menores y el interés superior del menor”. El Foro recoge un trabajo de José Antonio Montilla Martos sobre “El referéndum de secesión”. Se trata de una temática muy importante no sólo para España sino también en el contexto europeo y tenemos la fortuna de poder abordarla a través de la reflexión de uno de los principales especialistas en materia de descentralización política.

En el apartado de Legislación, María Luisa Balaguer Callejón incorpora normas de diferente naturaleza como la Directiva (UE) 2016/1919 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 2016, el Reglamento (UE) 2016/1191 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de julio de 2016 y la Decisión (UE, Euratom) 2016/1432 del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, de 19 de agosto de 2016, por la que se nombra al director de la Autoridad para los partidos políticos europeos y las fundaciones políticas europeas. Por último, en relación con la Decisión (PESC) 2016/1182 del Consejo, de 18 de julio de 2016, relativa al Estatuto del personal del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea, se incluye una reflexión muy interesante sobre el lenguaje de género que suscribimos plenamente.

La Sección dedicada a las noticias de Libros, está encabezada por la monografía publicada en Brasil por José María Porras Ramírez sobre una temática europea, Integração Supranacional - Dimensões Da Proteção Multinível Dos Direitos ESistema De Governo Da União Europeia (traducción de Paulo Roberto Barbosa Ramos, que es también el autor del Prólogo a la obra). Sâo Paulo, Editora Saraiva, 2016. En tiempos de globalización como los actuales no debe extrañarnos que, en una revista de perfil europeo como la nuestra, ese comentario de un libro sobre la Unión Europea publicado en Brasil por un profesor español sea firmado por dos profesores italianos, en concreto Fausto Vecchio y Vincenzo Telaro, de la Università degli Studi di Enna “Kore”.

Por su parte, el libro de Juan Luis Requejo Pagés, El sueño constitucional, KRK Ediciones, Oviedo, 2016 está comentado por Enrique Guillén López, siendo uno de los muchos comentarios que están en preparación o publicándose sobre esta obra del Profesor Requejo que está destinada a tener un importante impacto en la doctrina, como era previsible teniendo en cuenta la calidad de este extraordinario jurista.

Llegamos ya al apartado final de agradecimientos, en el que queremos destacar a la editorial Thomson Reuters, que publica la edición impresa y en e-Book de la ReDCE. Igualmente resulta procedente mencionar a la Fundación Peter Häberle, directamente y a través del Centro de Investigación de Derecho Constitucional “Peter Häberle” de la Universidad de Granada. También, en el ámbito nacional, al Proyecto de Investigación DER2013-42960-P: “La dimensión constitucional del proceso de integración europea en el contexto de la globalización” y en el europeo, a la Cátedra Jean Monnet “ad personam” de Derecho Constitucional Europeo y Globalización y al Centre of Excellence on European Integration and Globalization, Ei&G.

  

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Francisco Balaguer Callejón