Ya hemos visto que los distintos tipos de radiación pueden clasificarse de acuerdo con su LET. Otro esquema de clasificacion se basa en las consecuencias de la radiación. Así se distingue entre dos amplias categorías: radiaciones estocásticas y no estocásticas.
Otro método de clasificación útil considera el mecanismo real por el cual la radiación ionizante afecta al organismo. Se pueden distinguir dos categorías de efectos: directos e indirectos.
La evidencia experimental demuestra que el impacto de los efectos indirectos sobre el tejido biológico es considerablemente mayor que el de los efectos directos. Puesto que los efectos indirectos consisten en recombinación química, no son únicos.
Consideremos ahora cómo los efectos de la radiación afectan a la célula. En primer lugar, puede suceder que la célula muera. Resulta que para matar directamente una célula se necesitan altas dosis de radiación. Por desgracia, esto no significa que las células sean resistentes a la radiaciación, ya que, aunque la célula sobreviva, pueden alterarse sus funciones biológicas. Este es precisamente el punto débil de las células. Si la célula no es capaz de realizar sus funciones biológicas morirá al poco tiempo (producción de proteínas, capacidad de reproducirse, etc).
Es precisamente la capacidad de reproducirse de las células y organismos multi-celulares la función más sensible a las rupturas causadas por la radiación. Esto es debido a que la reproducción es un proceso muy complejo que requiere el almacenamiento de información que incorpora las ``instrucciones'' acerca de la estructura y metabolismo de la célula. Es esta información la que puede ser alterada más fácilmente. El organismo como un todo muere, no porque sus células individuales hayan muerto, sino porque no logran reproducirse y reemplazarse.
Esto explica por qué las fatalidades causadas por la radiaci'on no son instantáneas (excepto para grandes dosis) sino que ocurren después de la exposición durante periodos de tiempo de hasta varias semanas, y por qué algunos efectos son estocásticos, mientras que otros no lo son.
También se explica así por qué algunos tipos de células son m´as sensibles al daño de la radiación que otras. Las células que se reproducen rápidamente muestran una especial sensibilidad a la radiación. En los humanos adultos los dos órganos más sensibles son:
La sensibilidad de los organismos multicelulares a la radiación cambia con el tiempo. El periodo de crecimiento es obviamente el de mayor sensibilidad, pues la multiplicación de las células es más rápida. Por esta razón las dosis máximas recomendadas son menores para los niños y mujeres embarazadas.
La alteración de la información genética en la célula no significa necesariamente que las células sean incapaces de reproducirse. La disrupción de la información podría ser sólo parcial, la célula lograría reproducirse, pero la copia podría resultar alterada. Si las células alteradas proliferan más rápido que las normales, pueden desarrollarse cánceres latentes.
Antes de terminar esta sección es apropiado apuntar que la información almacenada en las células es sensible a varios agentes y no sólo a las radiaciones ionizantes. El efecto de una sustancia cancerígena puede explicarse con el mismo modelo que usamos para la radiación: son sustancias que alteran la composición química de las moléculas de la célula que incorporan la información para la reproducción. El efecto final de la radiación es químico, de ahí la dificultad de distinguir entre efectos latentes causados por la radiación y efectos causados por otras fuentes.