Consideremos el caso más simple de una desintegración
. Supongamos que se puede determinar (por ejemplo,
mediante métodos quımicos) el número de átomos
y
presentes en una muestra en el instante
. Se tiene:
![]() |
(1) |
![]() |
(2) |
![]() |
(3) |
Para obtener la expresión anterior hemos supuesto que inicialmente
no hay núcleos hijo
presentes y que no han escapado átomos
y
de
la muestra desde que se formó.
Supongamos ahora que inicialmente hay cierta cantidad de
átomos hijo. Ahora se tiene
![]() |
(4) |
![]() |
(5) |
No obstante, es de esperar que los minerales que tienen orıgenes
comunes cristalizaran en la misma época y tengan edades y razones
isotópicas idénticas, aunque la concentración de
núcleos pueda ser muy diferente. Por tanto, es de
esperar que existan minerales con distintas razones
y
pero con iguales valores de
y
.
Esta hipótesis se puede verificar representando gráficamente
frente a
para distintos minerales. La ecuacion (6)
corresponde a una lınea recta
con
y pendiente
de donde se puede determinar la concentración inicial y
la edad
.
En la figura 1 vemos un ejemplo de este procedimiento aplicado a la
desintegración
![]() |
(7) |
![]() |
Otros métodos similares de datación de minerales de
la tierra, luna y meteoritos dan una edad común de
a. Los posibles métodos incluyen la desintegraciones