Ya hemos comentado brevemente el método de datación del
C en el capıtulo anterior. La materia orgánica absorbe
continuamente CO
de la atmósfera, conteniendo principalmente
C (98.89%) y
C (1.11%), ambos estables. El
C
radiactivo se forma continuamente en la alta atmósfera
debido a la acción de los rayos cósmicos sobre el
nitŕogeno atmosférico. Toda la materia viviente posee un
cierto contenido de
C. Como la tasa de producción del
C ha sido relativamente constante durante miles de años,
el tejido orgánico alcanza el equilibrio
de su carbón con el carbón atmosférico,
siendo la concentración relativa de 1 átomo de
C
por cada
de
C. La semivida del
C es de
5730 a, por lo que un gramo de carbono presenta una actividad de
15 desintegraciones por minuto.
Cuando un organismo muere, pierde el equilibrio con el carbón
atmosférico, deja de absorber C y la concentración de
éste disminuye de acuerdo con la ley de desintegración
radiactiva. La edad de una muestra de tejido se puede determinar
midiendo la actividad especıfica de su contenido en carbón.
La validez de este método se basa en la producción constante
de C durante los últimos 50000 años. Esto se puede
justificar mediante comparación con otros métodos de
datación (como grabaciones históricas o contaje de
anillos de los árboles). En milenios posteriores es posible
que este método no pueda ser aplicable,
debido a que durante los últimos 100 años la quema de
combustible fósil ha aumentado la concentración de
C
en la atmósfera, mientras que las pruebas de armas nucleares
han incrementado el contenido de
C, posiblemente doblando
su concentración.