Actualmente estamos monitorizando los intercambios de CO₂ y vapor de agua a través de torres eddy covariance situadas en 5 ecosistemas del sureste peninsular. Nuestros sitios experimentales son: un olivar situado en úbeda, un ecosistema semiárido situado en la Sierra de Gádor, dos ecosistemas situados en el Parque Natural Cabo de Gata-Nijar y otro situado el Parque Nacional de Sierra Nevada.

En algunos ecosistemas se han instalado perfiles verticales y horizontales de CO2 para monitorizar la dimámica de la concentración de CO₂ en el suelo. La monitorización se lleva a cabo desde los horizontes más superdiciales (pocos centímetros) hasta los más profundos (unos pocos metros), llegando incluso hasta la roca madre.

Contamos con distintos modelos de cámaras para la medida directa de los flujos de CO₂ del suelo. En todos los ecosistemas realizamos mediciones puntuales con cámaras de suelo para obtener el valor real del flujo de CO₂ de suelo. Estas medidas combinadas con las medidas de CO2 de los sensores de CO₂ más superficiales permiten obtener un coeficiente de transporte de CO₂ en el suelo, el cual es muy necesario para poder obtener estimas precisas y de forma continua a través del método del gradiente.

Los intercambios de CO₂ entre las cuevas y la atmósfera exterior no han sido tenidos encuentra en el balance global del carbono a pesar de que estas pueden contener concentraciones enormes cantidades de CO₂. Estamos estudiando cómo afecta esa elevada concentración de CO₂ en la flotabilidad de esa masa de aire para determinar cuando son susceptibles de ventilarse.