Tebeos

Los tebeos –o cómics- constituyen un medio de comunicación de masas que se caracteriza por la combinación de elementos iconográficos y textos escritos con la intencionalidad de narrar una historia.

Se han dirigido a sectores muy concretos del público: infantil, femenino, masculino, adolescente y, en ocasiones, a adultos.
Los tebeos no han gozado de demasiado crédito dentro de las investigaciones histórico-educativas hasta hace pocos años.
El hecho de que parte de ellos fueran dirigidos a un público femenino o masculino, así como los contenidos y formatos utilizados para cada uno de ellos obliga a realizar análisis de género desde la investigación y el estudio histórico-educativo.

Los tebeos o cómics dirigidos a las chicas, generalmente han sido objeto de la indiferencia de quienes se dedican a la historia, tal vez por causa de su esquematismo, el reaccionarismo ideológico y la deficiente calidad estética de sus ilustraciones, como ha señalado la profesora Agulló.
Las posibilidades como fuente son muchas: desde el estudio de los modelos femenino y masculino y la comparación entre ambos; la evolución de los modelos de género a través de los años, modificados por las circunstancias culturales, económicas y políticas: modelos positivos y negativos, activos o inactivos de chicas y chicos;  las propuestas alternativas y las rupturas de estereotipos en ellos, entre otros.

Ejemplo de tebeo en imágenes:  Portadas de los tebeos más difundidos y conocidos de la historia del cómics. Aparecen los de los grandes héroes, caso del Guerrero del Antifaz, arrepentido de martirizar cristianos; Jabato, un íbero muy íbero que, al igual que el Guerrero del Antifaz, defiende la cruz y a los más débiles; los de humor, como la pareja de detectives Mortadelo y Filemón, creados por Ibáñez, y SuperLópez, un supermán de dudosa reputación; o los tebeos específicamente para chicas, como Florita (1949) y sus grandes y emocionantes aventuras.