El interior de Galicia guarda un espacio formado por veinte municipios que representa de manera especial la huella del paso de los siglos. Entre Orense y Lugo se sitúa el tramo final del río Sil en su unión con el Miño, que ha posibilitado la formación de un cañón de gran profundidad y un paisaje abrupto de gran belleza gracias además a la presencia de bosques de robles, castaños y abedules entre otras especies arbóreas. La mano del hombre en la naturaleza se hace presente a través del cultivo de la vid mediante bancales, que desde época romana han proporcionado un vino de calidad con denominación de origen.

Pero junto a la potencia paisajística de este espacio, el territorio se encuentra salpicado de elementos de interés histórico-artístico, como son los dólmenes y “modorras” prehistóricos, edificios de carácter doméstico, puentes, ermitas, santuarios iglesias y monasterios de estilo románico. Destaca la presencia de numerosos edificios de carácter religioso fruto de asentamientos eremíticos altomedievales, favoreciendo que en un documento de 1124 se denominara ya a este espacio como ryboira sacrata .

El gran valor patrimonial de la Ribeira Sacra ha animado el trabajo desde distintos colectivos ciudadanos y políticos con una misma finalidad, que no es otra que la protección y conservación de todos sus aspectos medioambientales y culturales. Los problemas que afectan a este territorio son de diversa índole, derivados principalmente del abandono de inmuebles, deterioro del patrimonio, amenazas urbanísticas y proyectos hidroeléctricos por parte de importantes compañías energéticas. La preocupación por parte de los distintos sectores sociales, ha posibilitado la puesta en marcha de distintas iniciativas que ponen el valor el patrimonio natural y cultural de la Ribeira Sacra, entre las que encontramos desde 2001 el intento de declarar este espacio gallego como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Acompañan a esta iniciativa proyectos procedentes del Gobierno de Galicia como la redacción de un plan director que ayude a potenciar los valores de la zona, impulsando su recuperación social y económica, que conlleva entre otras cosas un plan de dinamización turística, la conservación de un número concreto de inmuebles de interés, realización del proyecto “Tesoro de las Catedrales”, recuperando el espacio arquitectónico del interior de los templos y la creación de una red de museos.

[Paloma López-Sidro López. OPHE]

Historia de la iniciativa

1993:

Se incluye la propuesta de La Ribeira Sacra, Lugo y Orense en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial.

2001:

El Grupo Francisco de Moure dedicado a la defensa del arte y patrimonio orensano da comienzo a las iniciativas a favor de la proclamación como Patrimonio Mundial.

2003:

El Consejo de Europa la incorpora en sus itinerarios de interés cultural.

2004:

El gobierno gallego promueve la declaración mediante un plan director para potenciar económica y socialmente la zona.

2006:

Se crea el Proyecto Patrimonio Ribeira Sacra www.patrimonio-ribeirasacra.info , que realiza actividades en pro de la conservación de la Ribeira Sacra.

2007:

La Fundación Germán Estévez para la Protección de la Naturaleza y la Defensa del Medio Ambiente comienza la elaboración de un informe favorable a la declaración de la UNESCO.

Se edita un libro de relatos ambientados en las provincias de Orense y Lugo del escritor José Francisco Fernández Naval.

2008:

La Fundación Germán Estévez recoge más de 3000 firmas en apoyo a la candidatura.

2009:

Se constituye la Plataforma en Defensa de la Ribeira Sacra ante los proyectos hidroeléctricos de realización de embalses en el Sil y el Miño por parte de Iberdrola y Unión Fenosa.

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