Los
'insecticidas' en
la etapa precientífica
'Insecticides'
in
pre-scientific
times
José
Rodríguez
Molina
Departamento de
Historia Medieval. Universidad de Granada.
joserod@ugr.es
RESUMEN
Libro de
conjuros
contra tempestades, langostas, pulgón, cuquillo y otros animales
nocivos que dañan y infestan los frutos de la tierra.
¿Verdad que parece la etiqueta de un eficiente y poderoso
insecticida lanzado por Bayer? Pues no. Es un libro de conjuros
acompañado de una curiosa liturgia de misas y oraciones, impreso
por primera vez en Madrid, en 1662. ¿Qué podía
hacer el hombre carente de medios y conocimientos científicos
para luchar contra las plagas que invadían sus cultivos, fuente
primordial de subsistencia? No encontraba recursos más
eficientes psicológicamente que las soluciones religiosas.
Determinadas reliquias como la cabeza de san Gregorio Ostiense,
oraciones y otros ritos eran los remedios que ofrecía la Iglesia
como "insecticidas" en la etapa precientífica.
ABSTRACT
Book of
incantations against tempest, bugs, mites, and other noxious animals
that harm and infest the fruits of the Earth.
This appears to be the label of an efficient and powerful insecticide
launched by Bayer. It isn’t. It is a book of spells accompanied by a
curious liturgy of masses and incantations, printed for the first time
in Madrid in 1662. What could humans do, lacking means and scientific
knowledge to fight against the plagues that invaded their crops, the
primary source of subsistence? They found no recourse more
psychologically efficient than the religious. Certain relics such as
the head of Saint Gregorio Ostiense, orations, and other rites were the
remedies that The Church offered as "insecticides" in the
pre-scientific age.
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PALABRAS
CLAVE | KEYWORDS
conjuros
| magia | reliquias |
insecticidas precientíficos | incantations | magic | relics |
pre-scientific insecticides
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|
La verdad es
que,
pese a tratarse del estudio
y edición de un ritual de conjuros, impreso por primera vez en
Madrid,
en 1662, y "reimpreso de su original en Jaén", en la Imprenta de
Tomás Copado, el año 1708, con motivo de una importante
plaga
de langosta (1),
su título recuerda ciertas
patentes de insecticidas modernos, a menudo registradas en los
comentarios
y advertencias que las casas comerciales colocan en sus envases de
venta:
"Libro de conjuros contra tempestades, langostas, pulgón,
cuquillo
y otros animales nocivos que dañan y infestan los frutos de la
tierra".
¿Qué
podía hacer el hombre
en periodos de la historia, en los que no tenía otros medios a
su
alcance para luchar contra las plagas del campo, fuente principal de la
subsistencia; sino lo que sus brazos y el rudimentario utillaje le
permitieran?
Sumergido, de
otro
lado, en un universo mental
que le obligaba a imaginar soluciones para los terribles y siempre
amenazantes
enemigos -enfermedades, tempestades, plagas del campo- sublima,
según
hipótesis no descabelladas, los imperiosos deseos de dar
solución
a las perentorias necesidades de alimentación, salud y
protección
frente a las numerosas adversidades. Así nacería, ya en
tiempos
remotos, lo que Marx y Engels dieron en llamar "opio del pueblo", es
decir,
el lenitivo que la propia mente humana inventa desde su indigencia y
necesidad
más absoluta, sublimando en uno o varios seres superiores los
poderes
y virtudes que el hombre desearía tener para hacer frente a los
múltiples problemas que les crea tanto el desarrollo del
individuo
o el grupo, como el medio en el que se desenvuelven.
En unos momentos
incipientes del desarrollo
del género humano, en que la emotividad individual y colectiva
predomina
sobre la capacidad raciocinadora, se imponen los procedimientos
arracionales
y fundamentalmente imaginarios.
Estas
características fueron las que
predominaron hasta el siglo XVIII en los distintos pueblos de Europa,
creando
a impulsos de los logros culturales judeocristianos una sociedad
eminentemente
teocéntrica, es decir, una Europa de cristiandad, que gira en
torno
a un Dios todopoderoso, supremo hacedor, dueño y guía del
universo, que del caos o desorganización lo ha transformado en
cosmos
o armonía, de acuerdo con la cosmovisión bíblica.
En este universo mental, la creatura humana, la mejor de toda la
creación,
tiene una misión fundamental: reconocer a su creador, alabarle,
obedecerle y servirle.
Entre el
creador,
los hombres y el ámbito
en el que éstos se desenvuelven, existe un mundo intermedio
formado
por los ángeles, espíritus esplendorosos y
potentísimos,
concebidos como el resto de la creación para ensalzar a su
creador,
servirle y obedecerle, organizados en una compleja y fantástica
jerarquía. Cuando algunos de ellos, conscientes de sus poderes,
son arrastrados por el orgullo ciego, y pretenden negar la obediencia y
acatamiento debido al creador con el que intentan competir, son
convertidos
fulminantemente en los seres peores de la creación, son los
ángeles
caídos, los demonios malvados, depravados y envidiosos,
conductores
y guías de todos los males que afectan a la tierra y a los
hombres.
Según nuestro Libro de conjuros, "... los ángeles malos
que
suelen ser los ministros que Dios vsa para estos azotes y plagas" (2),
ratificándolo en otro lugar (3) con estos
términos:
"huye maldito espíritu Apolión, conductor de estas
langostas
o de estos animales, con todos tus satélites y socios", y de
nuevo:
"por los evangelios leídos os ordeno a vosotros Behemot y
Apolión,
conductores de las plagas..." (4).
Los hombres como
los
ángeles también
pueden desobedecer a su creador -esta desobediencia es el pecado- y por
ello merecen castigos de aquel, a semejanza de los ángeles; esos
castigos suelen ser las enfermedades, tempestades y plagas de los
campos.
Los demonios son los encargados de conducirlos o administrarlos,
siempre
por permisión divina: "Que permitiéndolas o
decretándolas
para nuestro castigo y enmienda, embía su Magestad al mundo" (5).
Los conjuros y exorcismos no tienen otra finalidad que la de aplacar la
cólera de Dios: "El fin es muy santo y piadoso, pues procura
poner
medios para aplacar la saña y ira de Dios, que en semejantes
ocasiones
emos experimentado..." (6).
El proceso
mediante
el cual el hombre llega
a configurar ese universo imaginario, es largo y complejo. El paso
desde
su actividad depredadora-recolectora -caza, pesca, recogida de
raíces,
frutos silvestres, etc.- a una actividad organizadora de la
economía
-domesticación de plantas y animales- en el Neolítico,
supone
la iniciación de un nuevo orden en las relaciones del hombre con
la naturaleza. Estos cambios, producidos hacia el año 10.000 a.
C. llevan consigo unos comportamientos supersticioso- religiosos que
son
el umbral del mundo teocéntrico aludido, que permanecerá
hasta nuestros días, en grandes espacios del globo, donde
aún
está vigente esa rudimentaria economía agroganadera; pese
a que en Europa, ya desde la Baja Edad Media comenzase a recuperarse el
Humanismo y predominio de la razón de la antigüedad
clásica.
Razón y humanismo, junto a la valoración, lenta pero
progresiva
de la experiencia, darían lugar a un mundo
antropocéntrico,
científico y tecnológico a partir del siglo XIX.
En la nueva
etapa
Neolítica el hombre
abriga sentimientos diferentes frente a los distintos grupos de
animales,
según le sean favorables o adversos. Así frente a la
admiración
y aceptación que le evocan los que le proporcionan beneficios,
está
el terror y odio frente a los que se disputan con él los
alimentos
y fibras. Invadidos éstos, a menudo, por plagas -insectos y
hongos-
que como poco, disminuyen sus rendimientos, cuando no acaban
definitivamente
con los cultivos, ocasionan en el ser humano una profunda
sensación
de impotencia. Ésta y los numerosos peligros y amenazas,
inclinan
al hombre a imaginar las causas y los remedios contra ellas, a fin de
frenar
los efectos nocivos a la supervivencia.
Una hipótesis
explicativa del fenómeno
podría ser la de la sublimación de esos deseos y la
consiguiente
imaginación de seres dotados de poderes especiales, capaces de
administrar
esas causas y remedios. Creyeron en su fantasía que plagas y
enfermedades
eran castigos de tales seres divinos a su mala conducta o pecados. Fue
tomando cuerpo, progresivamente, la idea de un ser superior dotado de
todos
los poderes y virtudes que el hombre deseaba, pero de los que
carecía,
y que tanto necesitaba para remedio de sus males. Lo personalizaron e
hicieron
actuar en grado infinito de forma análoga al proceder humano.
A partir de
aquí, enfermedades, pestes,
alteraciones meteorológicas, plagas, etc. no fueron más
que
manifestaciones de la cólera de ese ser superior que castigaba
la
falta de sujeción y mal comportamiento de la especie humana.
Por tanto, la
actitud de los hombres ante
tales adversidades se centraba, básicamente, en volver propicio
a ese ser todopoderoso, tratando de desagraviar las ofensas cometidas
mediante
sacrificios, la penitencia y la petición de perdón y
misericordia.
Concretamente,
ante
las plagas de insectos
los humanos desplegaron diferentes manifestaciones, todas con
idéntica
etiología: magia, superstición y religiosidad. Ellas
llegaron
a formar parte de la tradición o folklore de los pueblos y desde
el inicio coexistieron con el empleo de rudimentarios medios -hierbas
venenosas,
buitrones, manoplas, etc.- para la extinción de las plagas.
Estos medios
directos, poco eficaces, al comienzo,
proporcionaron un insensible, pero progresivo acumulo de minuciosas
observaciones
que, poco a poco, fueron aumentando el caudal de conocimientos sobre
las
causas y remedios. Aquí radica el origen de los conocimientos
científicos,
capaces de explicar las causas de tales calamidades y de aplicar
métodos
y remedios más racionales y eficientes. Pero los cambios se han
producido con gran lentitud, de manera que han debido transcurrir
cientos
y miles de años para que se descubrieran medidas más
eficaces
y de mayor rigor científico.
Entre tanto,
mientras la ignorancia y carencia
de medios formaban parte del ser mismo del hombre, primaron los
recursos
a medios indirectos, entre los que destacan la magia, la
superstición
y la religiosidad fanática.
A este ámbito
mental corresponde el Libro
de Conjuros, cuyo contenido publicamos, dado el notable
interés
de sus ritos y las alusiones hechas al mismo en publicaciones
recientes,
de forma imprecisa e hipotética, dadas las vagas referencias
documentales
en las que se apoyan. El libro como dijimos al comienzo se reedita en
Jaén,
en 1708, con motivo de una importante plaga de langosta con el fin de
utilizar
sus conjuros contra ella, acaso por considerarlo más completo
que
el que anteriormente tenía, conocido como "Breve
instrucción
para decir las tres missas y el conjuro contra la langosta y otras
plagas
de ratones", que ha llevado a algunos autores a confundirlo con el
ritual
que editamos (7),
pues al refirirse a la "Breve
instrucción",
creen posible que se hubiesen editado estos conjuros, ya que en la
misma
fecha de la cita anterior -1708- el cabildo municipal ordenó que
"se pongan en poder de Juan Teodoro, vezino della, cinquenta libros de
conjuros para la langosta, para que los venda a quenta de la ciudad y
se
notifique a Tomás Copado no ymprima más hasta la
presente,
ni venda ninguno" (8).
Se trata sin duda de
nuestro Libro
de Conjuros, reimpreso por Tomás Copado, como se puede
comprobar,
y no de la "Breve instrucción".
Predominio de
medios indirectos
Los insectos con
gran capacidad reproductora
y destructiva han aterrorizado, con frecuencia, a las comunidades
agrícolas.
La plaga más temida y por ello mejor descrita desde la
antigüedad,
ha sido la Langosta. Se ha dicho con acierto, que "la langosta
proyectaba
periódicamente una larga sombra, grande y ensordecedora sobre la
economía agraria, la principal en el Antiguo Régimen,
aterrorizando
y sumiendo en la más absoluta zozobra a la mente humana" (9).
Y en realidad, no podía ser de otro modo. "Había manchas
de legua y media de longitud, tres cuartos de legua de latitud y dos o
tres palmos de espesor" (10), "Su masa en
algunos
puntos interceptaba la luz del sol y asemejaba a aquellos torbellinos
de
nieve que durante las tempestades del invierno ocultan las miradas de
los
objetos más cercanos" (11).
Con la
agitación
de sus alas producen "un ruido sordo que difunde a lo lejos el espanto"
(12).
La demanda de
auxilio a los dioses se registra,
en consecuencia, ya en el antiguo Egipto, entre los asirios (13)
y en el pueblo judío, que es quien de forma más
documentada
nos ha transmitido en la Biblia sus comportamientos, que después
condicionaron de forma tan determinante las actitudes y
prácticas
cristianas.
Medidas
indirectas
El cristianismo
que
crea en Europa la cultura
de cristiandad, asume el comportamiento religioso de los pueblos
antiguos
ante las plagas, especialmente practicado en la Edad Media y en la
Moderna.
Según éste, el hombre debe volver propicio a Dios: pedir
perdón, enmendarse de los pecados, y ello debe hacerlo por medio
de la Iglesia, que para ese fin cuenta con rituales de conjuros y
exorcismos,
llenos de oraciones y ritos que junto con el agua bendita pretenden
obtener
los mismos efectos contra las plagas que los potentes pesticidas de
nuestros
días.
El esquema de
estos
fenómenos es extremadamente
simple: los pecados de los hombres desatan la ira de Dios, que los
castiga
permitiendo que sean dañadas su cosechas fundamentales: mieses,
viñas, olivos, árboles, huertos, hierbas y otros frutos
de
la tierra (14),
permitiendo a los demonios
conducir
dichas plagas contra las cosechas de los pecadores. Para destruir la
plaga,
por tanto, es necesario restaurar la obediencia de Dios,
arrepintiéndose
de los pecados, haciendo penitencia por ellos y suplicando al
Todopoderoso,
humildemente, se vuelva propicio hacia los hombres y elimine las plagas
de sus campos.
Plagas.
Castigo
divino a los pecados
Es la Biblia,
como
decimos, la que mejor y
más ampliamente desarrolla este pensamiento:
"Cuando yo
cierre el
cielo y no haya lluvia,
cuando ordene a la langosta devorar la tierra, cuando envíe la
peste
sobre mi pueblo, si este mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre,
ora, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos...
perdonaré
sus pecados y restauraré su tierra" (15).
Fue ésta una
creencia tan compartida
durante todo el Antiguo Régimen, que Felipe IV consideraba que
eran
sus pecados los causantes de las desgracias de la monarquía
española (16).
La divinidad
utiliza
la naturaleza como medio
para castigar y advertir a los hombres: lo hace por medio de
alteraciones
climatológicas, plagas, malas cosechas, escasez, hambre,
enfermedad
y muerte.
El demonio es el
instrumento que las conduce
o está detrás de tales calamidades y desastres. De
aquí
el papel tan destacado de los exorcistas, cuya misión consiste
en
ahuyentar a las potencias del mal (17).
En plena
época de la Ilustración
y las Luces, fray Benito Marín, obispo de Jaén, declaraba:
"Notorias son
las
calamidades que nos amenazan
y el azote de la divina justicia que tenemos sobre nosotros; en otras
ocasiones
sentíamos la seca, que esterilizaba los campos y
llorábamos
a Dios los fertilizase con su lluvia; al presente estamos amenazados
por
este horroso castigo y tenemos ya sobre nosotros el formidable de la
langosta,
que como fuego voraz devora todos los frutos de la tierra sin perdonar
siembra, árbol, planta ni yerba" (18).
A esta
mentalidad
son inherentes rogativas
y penitencias. La langosta castigo por los pecados de la comunidad
requiere,
en consecuencia, para su extinción, de un arrepentimiento
general
de todos los fieles. Por eso participa el cabildo municipal y se hacen
procesiones generales de penitencia, acompañadas de
letanías
y ayunos (19). Es
necesario para acabar con la
plaga,
limpiar la culpa, motivo de ella, mediante oraciones.
La ignorancia y
la
ausencia de métodos
científicos, junto con la extrema indigencia y necesidad,
hicieron
que las gentes considerasen como cosa cierta que "de ordinario las
enfermedades
(como los daños que hacen las langostas) son castigos que
Nuestro
Señor embia por pecados, es bien que primero se quiten ellos,
para
que ellas cesen" (20).
Fray Pedro Mártir
de
la Buenacasa se hace eco de que "los motivos de semejante plaga son
nuestras
culpas y pecados", señalando que "entre ellos, dos son los que
irritan
más la Divina Justicia para castigarnos con langosta. El primero
es no pagar los Diezmos a la Iglesia, como se deve, y el segundo es la
falta de Justicia" (21).
Los profetas aconsejan
al
pueblo judío no descuidar la obligación de pagar el
diezmo,
para así ver libres los sembrados del ataque de la langosta (22).
La Iglesia tuvo
siempre muy clara la obligación
de todo cristiano, jefe de familia, a tributar el diezmo, es decir, el
diez por ciento de sus ingresos, ya sea en productos agrícolas,
ganado, o en metálico. Apoyada en imperativos divinos
explicitará
en sus reglamentaciones decimales las presiones más oportunas
para
conseguir la más eficaz satisfacción de dicho tributo.
Muestra, en
primer
lugar, la obligación
que en conciencia tiene todo cristiano de pagar el diezmo,
ilustrándola
y fundamentándola ampliamente en citas de la Sagrada Escritura (23).
Dicha obligación es mostrada con tal intensidad que su
incumplimiento
constituye un pecado grave de tal magnitud (24)
que
queda incluido entre los especialmente reservados al obispo (25).
Más aún, el diezmo, propiedad y derecho de Dios, obliga
por
ley divina a la restitución, cuando no se ha satisfecho, para
que
el pecado quede efectivamente perdonado (26).
Con base,
también, en la Sagrada Escritura
se formulan coacciones de tipo psicológico haciendo objeto de
las
bendiciones divinas a los que recta y puntualmente los satisfacen y
anunciando
todas las maldiciones del cielo para los que se oponen al tributo o se
valen de artimañas en su pago. Así, los que fielmente
pagan
los diezmos encontrarán la remuneración y bendiciones de
Dios, traducidas en abundancia de bienes, salud corporal y buena fama,
las lluvias y el rocío necesarios para sus frutos en cada
estación
del año y la ausencia de sus campos de plagas, como vientos,
yelos,
langostas, gusanos, oruga y otros animales y cosas dañinas.
Quienes, por el
contrario, no satisfacen fielmente
los diezmos, no sólo quedarán privados de las gracias y
bendiciones
anteriores, sino que serán malditos y vivirán en pobreza
y hambre al tener que soportar plagas de langosta, oruga y gusanos que
destruirán sus trabajos y los frutos de sus tierras, llevando
así
"el diablo lo que no quisiere dar a los sacerdotes" (27).
La
consideración de la plaga como pena
expiatoria de las culpas de los hombres, queda expresada en el escrito
que, en 1669, la villa de Torremilano, al Norte del reino de
Córdoba,
dirige a la Diputación de la langosta de la ciudad,
comunicándoles
que aunque "ay la mejor cosecha de pan que se puede aver visto en las
dos
Andalucías, a causa de los pecados, a llegado el castigo de la
langosta..." (28).
Por eso el
pueblo,
afligido por esa calamidad,
para conseguir el favor divino, lo primero que tenía que hacer
eran
"confesiones, penitencias y mortificaciones", y estas prácticas,
"cada uno pensando que él solo es la causa de tanto mal, y en
común,
los cabildos eclesiásticos y seglares, y unos y otros prelados y
jueces, concertando de conformidad procesiones generales, a que deben
asistir
los religiosos" (29).
Las comunidades
realizaban votos y actos de
penitencia, fiestas o procesiones en honor de un santo protector y como
medio de prevenir la presencia de la plaga. De la antigüedad de
tales
acontecimientos nos habla Bedmar, donde con motivo de una plaga de
langosta,
ocurrida en 1449, se realizó un voto llevado a cabo en la
festividad
de San Marcos, consistente en la realización de una sola comida
al día, obligación extensiva a los transeúntes que
pasaban por dicha población. Durante ese día, la
mortificación
obligaba a no andar a caballo, ni encender lumbres, ni dar de comer a
las
bestias, ni de mamar a las criaturas de pecho hasta después de
la
misa mayor" (30).
Es, asimismo, de
gran interés, la referencia
recogida por Ximena Jurado sobre el voto realizado a San Marcos en
Baeza,
con motivo de una plaga de langosta, en 1499. Consistía en
"hacer
para siempre jamás processión el día de la fiesta
de San Marcos Evangelista, a quien tomó por su intercessor y
abogado,
y celebrar con misa solemne y sermón, y ofrecer cada año
un toro por reverencia al santo, y darlo de limosna a pobres; y que el
día de la fiesta cessassen los oficios". Se indica que tal voto
acabó milagrosamente con la plaga, difundiéndose la
mencionada
promesa en otras villas y lugares (31).
Plagas del
campo
Las plagas
-castigos
a los pecados de los
hombres- estuvieron relacionadas con los frutos más necesarios
para
el desenvolvimiento de la vida humana en España: trigo, vid y
olivo.
En torno a éstas giran las mencionadas por nuestro ritual, las
más
conocidas en 1662: el gorgojo (32), cuquillo (33),
pésimas langostas y todos cualesquier otros animales roedores de
los frutos de la tierra, brucos, pulgón, gusanos y cualesquier
otros
animales nocivos, y todas sus semillas y vestigios, lombriz, oruga de
las
viñas, insecto nocivo del trigo y gusanos de las semillas de la
tierra (34)
(págs. 10, 21, 22, 26, 29 y 30
ordenados).
Otras plagas muy
famosas, que han dado mucho
que hablar, se presentarían bien avanzado el siglo XIX: la
"palomilla"
del olivo, el pulgón de las vides, detectado en 1826 y 1841.
Contra
éste se empleaban medios directos, tales como aguas cocidas con
hierbas "acres" -tabaco y hojas de nogal-, rocíos de ceniza, cal
y orines (35).
La vid de la
provincia de Jaén también
comenzó a verse afectada por una nueva enfermedad, el "oidium",
llamado por otro nombre "lepra", "eflorescencia" y "cenicilla". Se
presentó
por primera vez en Europa, en 1845. En 1853, invadió el Norte de
la Península Ibérica y, en 1854, llegó al Sur.
Contra
él se empleó el azufrado de las vides (36).
La que desde un
principio provocó gran
preocupación, fue la filoxera. En España
apareció
en 1877, extendiéndose, poco a poco, por el Sur de la
Península.
La plaga no se manifiesta el primer año al exterior de la
planta,
sino que incuba en las raíces. Durante el segundo año,
los
síntomas de la enfermedad se muestran con unos sarmientos y
racimos
algo decolorados. Al tercer año se secan las hojas más
pequeñas
y los sarmientos quedan atrofiados. Al cuarto año, por fin, las
plantas con acentuados caracteres de sequedad, echan algunos brotes que
acaban por secarse (37).
Como remedio contra ello
se empleó el sulfuro de carbono. Se dieron, además, las
oportunas
órdenes para que la reconstitución de los viñedos
se hiciese con barbados, sarmientos o semillas de vides resistentes a
la
filoxera.
El oidium,
plaga llegada en la década
de 1860, redujo la superficie del viñedo en la provincia de
Jaén
de 24.656 Has, en 1860, a 9.482 Has., en 1892 (38).
Las plagas del
campo, especialmente insectos
y de ellos, la langosta, dejaron de ser un problema angustioso para el
hombre y por tanto, necesitó menos de los medios indirectos
-conjuros,
rogativas, procesiones y penitencias-, desde el momento que el proceso
científico alcanza niveles aceptables en la fabricación
de
potentes insecticidas. Estos marcan un límite preciso y claro
entre
dos etapas, que tienen en la década de 1880-1890 el punto
delimitador.
Santos
abogados
En la cultura de
cristiandad, la petición
de auxilio a Dios contra las enfermedades y plagas pasó
necesariamente
por el control de la Iglesia, que fomentó el recurso a santos
abogados
y planificó en los correspondientes rituales los conjuros y
exorcismos.
Los Santos
tienen una función
protectora importante en las sociedades agrícolas, de
aquí
que muchos sean punto de referencia, marcando el inicio o fin de
grandes
épocas agrarias o sellando con su presencia acontecimientos
importantes
de dicha sociedad. Aparte del patrón de cada ciudad, comarca o
lugar,
San Miguel señala el principio o final del año
agrícola;
San Marcos, el comienzo del año ganadero; la Virgen de Agosto,
el
fin de la cosecha del cereal; San Martín el inicio de las
matanzas,
etc. Es notorio el patronazgo de San Antón sobre los animales,
especialmente
los cerdos (39),
y en muchos lugares
geográficos,
la especialización de San Blas en la prevención de los
males
de garganta, de Santa Lucía, para proteger la vista y de San
Roque,
San Nicasio y San Sebastián, para defender a las gentes de la
peste (40).
Hoy los trabajos
y
descubrimientos médicos
y farmacéuticos suplen en gran medida la misión que los
santos
especializados ejercían ante la población en la
época
precientífica.
También se
buscaron protectores contra
las alteraciones meteorológicas: Santa Bárbara contra las
tempestades, rayos y granizo. Ese fue el sentido de aquella costumbre
que
consistía en recoger chinitas el antiguo "Sábado de
Gloria",
mientras las campanas anunciaban con su repique la alegría del
Resucitado,
a fin de arrojarlas, en tiempo de tormenta, en la creencia de que por
aquella
dirección se alejarían las nubes.
Para que las
rogativas tuvieran el efecto
deseado era de gran utilidad tener intermediarios en el cielo, a
semejanza
de lo que el hombre hacía en la sociedad feudal y por eso se
decía
que "es también un santo medio el escoger un abogado y
patrón
que interceda por nosotros en estas calamidades..." (41).
Dos son los
santos a
los que en España
recurrían los afligidos por las plagas de langosta, San
Agustín
y San Gregorio Ostiense.
San Agustín,
fue durante largo tiempo
santo protector muy apreciado en Toledo, Andalucía, Levante,
Castilla
y Filipinas (42).
San Gregorio
Ostiense ha sido el protector
más famoso a lo largo de los siglos contra la langosta: "quiso
dexarnos
por intercesor al glorioso Gregorio, obispo de Ostia,
favoreciéndole
en vida, en una calamidad de langosta, que mediante su
intercesión
se acabó, y quedó el pueblo cristiano remediado y
consolado" (43).
Su patronazgo se remonta al
siglo XI.
Es reconocido
como abogado contra las plagas de langosta, pulgón, oruga y
otras.
Hizo valer sus poderes prodigiosos, salvando los campos en repetidas
ocasiones
de las invasiones de insectos.
Podríamos
decir que era uno de los
más potentes insecticidas de los tiempos medievales y modernos.
Esa es la creencia recogida por nuestro ritual en varias de sus
oraciones:
"Oración: Oh
Dios que otorgaste
al bienaventurado Gregorio, tu confesor y pontífice, especial
gracia
contra la peste de langostas, concede propicio que cuantos devotamente
gozamos de tus beneficios, por sus méritos y oraciones seamos
liberados
de la corrosión y destrucción por ellas de nuestros
frutos
y animales, así como de las pestes, epidemias y de cualquier
otra
enfermedad que pueda afectar a nuestros cuerpos" (44).
"Secreta: Apiádate,
Dios Omnipotente,
te rogamos, de estos tus siervos, por la intercesión del
bienaventurado
Gregorio, tu confesor y pontífice, al que otorgaste la gracia y
la virtud de extirpar las langostas y brucos, para que ayudados por sus
méritos, merezcamos recibir piadosamente de ti la
conservación
de nuestros frutos..." (45).
San Gregorio
Ostiense fue monje benedictino
y abad del monasterio de los santos Cosme y Damián.
El año 1034
fue nombrado cardenal y
obispo de Ostia Tiberina por Benedicto IX, que le envió unos
años
después, en 1039, a Navarra y la Rioja para conjurar la terrible
plaga de langosta que azotaba estos parajes (46).
Durante su estancia conoció a Santo Domingo de la Calzada, que
se
hizo acompañante y discípulo suyo.
San Gregorio
predicó la penitencia
en Calahorra, Logroño y otros lugares, haciendo rogativas
públicas
y ayunos. Sus reliquias se conservan en la iglesia y basílica de
su nombre, en el término de la villa de Sorlada, en el valle del
Berrueza (Navarra). Poco a poco, su figura se fue imponiendo en el
mundo
medieval, como el gran intercesor frente a la langosta, desplazando a
otros
protectores en este menester, como a San Agustín, que
aún,
en 1520, se le hacían votos en algunos lugares de Toledo.
La cabeza de San
Gregorio llegó a transformarse,
en épocas posteriores, en el gran talismán frente a este
insecto. El agua pasada a través de ella era recogida y guardada
con gran esmero por Iglesia y autoridades laicas, con el fin de ser
utilizada
en los campos infestados, cuando la situación lo requiriese. En
1708, se llevaron a Jaén desde el santuario de San Gregorio, dos
botas de agua selladas, medida utilizada para evitar falsificaciones.
Este
agua era, según los datos documentales, uno de los remedios
espirituales
más prestigiosos contra las plagas de langosta, en la
España
del Antiguo Régimen.
Cuando la plaga
adquiría caracteres
nacionales, solía sacarse su imagen de Navarra y pasearla a
través
de las regiones afectadas, para regresar más tarde a su
santuario (47). A
mediados del siglo XVI
recorrió los
campos de Teruel, Valencia, Castellón, Murcia, Granada,
Jaén,
Málaga, Córdoba, Sevilla, Extremadura y La Mancha. En el
año 1756 volvemos a encontrar la cabeza de San Gregorio Ostiense
por los mismo lugares y, además, por Segorbe, Orihuela y Guadix.
El tiempo de la detención de la reliquia en cada lugar era el
suficiente
para poder conjurar y bendecir el agua con la que se habían de
asperjar
los campos. Las reliquias se sacaban a un lugar destacado donde, a
veces,
se montaba un gran escenario y con la presencia de una muchedumbre
enfervorecida
se procedía a la exorcización y a la bendición de
los campos con el agua pasada por dicha reliquia. En Sevilla, fue
subida
a la torre de la Giralda, desde donde se conjuraron y bendijeron los
campos,
quedando depositadas, posteriormente, en la sacristía mayor de
la
catedral, acudiendo representantes de todos los pueblos del reino con
recipientes
llenos de agua que, después de tocar la cabeza del santo,
serviría
para asperjar sus tierras (48). Los conjuros
con
el
agua pasada por la cabeza de San Gregorio Ostiense, aún se
continuaban
empleando en el siglo XIX (49).
Su culto, aparte
del
uso del agua, se plasmó
en Jaén, en rogativas y procesiones los días 9 de mayo.
La
ciudad había hecho un voto, en 1620, con motivo de la plaga. En
1670 se volvió a retomar, para no abandonarlo hasta el siglo XIX (50).
Rogativas
Otro modo de
conseguir el favor divino era
acudir a las rogativas. Rogativas públicas en Córdoba, en
1546, para remediar el mal que asolaba los campos (51).
Era ésta una práctica habitual, confirmada por el manual
o libro de rezos, fechado en 1563, obra del obispo cordobés
Cristóbal
Rojas y Sandoval, que contiene en sus páginas los formularios de
oraciones usados por los eclesiásticos en el ceremonial.
El libro se
titula Manual
de Córdoba,
Sevilla, 1563 (52),
y contiene en sus folios 115
y
116 el formulario de oraciones a aplicar en estos casos.
Según el
espíritu de cristiandad,
defendido por San Agustín, para quien el fin fundamental del
hombre
es el más allá -la ciudad de Dios-, con el cual han de
colaborar
como obligación primera las autoridades eclesiásticas y
civiles,
el clamor del pueblo ante el azote que pone en peligro las cosechas, es
asumido por el concejo municipal o alguna cofradía, que toman la
iniciativa de solicitar las fiestas de rogativas.
Cuando la plaga
revestía carácter
de catástrofe nacional, era el rey quien tomaba la
determinación
de solicitar tales fiestas. En la calamidad de 1755 y antes, en 1709,
indicaba
la Corona que se hiciesen rogativas públicas "pidiendo a su
Divina
Majestad temple el castigo tan merecido de nuestras culpas, que son
causa
de las plagas..." (53).
Las rogativas
consistían en oraciones
suplicatorias al Altísimo, durante la celebración de las
mismas, para que alejase la calamidad; en ocasiones se
acompañaban
de procesiones: al ceremonial eclesiástico asistía el
cabildo
municipal en pleno, en representación ciudadana,
acompañado
de numeroso gentío del pueblo llano (54).
Conjuros y
exorcismos
De mayor efecto
coercitivo se consideraba
la pronunciación de conjuros contra la langosta.
Los efectos de
los
conjuros eran objeto de
una gran fe por parte de todos los sectores sociales de la
época:
nobles y plebeyos, clérigos y laicos solicitaban la ayuda de los
exorcistas con motivo de la plaga de la langosta o de cualesquier otros
insectos.
La
realización de los conjuros estaba
a cargo de la Iglesia, que contaba en su seno con individuos
especializados
en estos menesteres. Los eclesiásticos trataban de controlar esa
función, con el fin de evitar la proliferación de
desviaciones
y supersticiones no admitidas por la ortodoxia católica.
Se conoce por
diversos textos sagrados y literarios
la antigua aplicación de los conjuros al combate contra la
langosta.
Los primeros testimonios documentales, conocidos, de su
utilización
en nuestra patria, datan de los inicios del siglos XVI -1515- en
Murcia.
En el reino de Córdoba se llevaban a cabo, con anterioridad a la
fecha en que aparece la regulación del acto y ceremonial
incluido
en el Manual, ya citado, del obispo Cristóbal de Rojas y
Sandoval (55).
En 1618, el
ayuntamiento de Jaén encarga
a los caballeros comisarios contra la langosta que "enbíen
sacerdotes
que conjuren la langosta y les pague la limosna que les pareciere".
En 1620, se trae
un
famoso clérigo
de Mula para combatir con exorcismos la plaga: "un sacerdote de gran
opinión,
de letras y experimentado, que con exorcismos auyenta la langosta".
Este
declaró valerse de oraciones, misas votivas y rogativas. Antes
de
ponerse manos a la obra, una vez realizados todos estos actos,
escrupulosamente,
dentro de la ortodoxia católica, salía al campo a
conjurar
la temible peste.
Los conjuros en
Jaén se realizaban
en la ermita del Calvario, junto al cementerio de San Eufrasio. Desde
allí
se divisa una amplia panorámica de la campiña giennense,
lo que hace al lugar muy apropiado para las bendiciones de campos y
cosechas.
Sabemos que, en
1670, se realizaron conjuros
desde este lugar. Otra sesión de exorcismos, documentada, se
llevó
a cabo, en 1708, desde el Calvario, después de nona, "donde el
señor
deán diga una misa y acavada se aga el conjuro para la langosta" (56).
Se aconseja que
los
conjuros se digan "conforme
está en el quaderno impreso". Dicho cuaderno, que es
precisamente
nuestro ritual, reimpreso para esa ocasión, los organiza del
modo
siguiente:
"Primeramente,
se
advierte que se han de dezir
tres missas antes de ir al conjuro que se ha de hazer. La primera ha de
ser de la Santíssima Trinidad, con conmemoración de S.
Gregorio,
obispo ostiense, y de San Pedro Mártir.
La segunda missa
ha
de ser de la Santíssima
Crus de mayo o setiembre, conmemoración de Nuestra Señora
y de los Santos Apóstoles.
La tercera missa
ha
de ser de la Septuagéssima,
con conmemoración a San Marcos y a San Luis, obispo de la
venerable
orden de N. P. San Francisco.
Y adviértase
que se ha de llevar para
hazer las ceremonias de la langosta lo que se sigue:
Primeramente, vn
caldero con agua y vn brasero
con brasas; el agua es para quando se dize en el conjuro: Et
sumergat
in profundum maris, arrojarlas en el agua; estas langostas han de
ir
en vna olla a donde el sacerdote o exorcista pueda coger vn puño
dellas para hazer dichas ceremonias, que dize el conjuro que se ha de
guardar
en pisarlas, en echarlas por el aire, en quemarlas y en echarlas en el
agua.
El conjuro se ha
de
hazer en la parte que
más cómodamente se pueda divisar el término; y se
ha de llevar una cruz grande, en que han de estar escritas unas letras
por su orden, como están al fin de este volumen; y dicha cruz ha
de tener vna poca de oliva bendita, y palma puesta en los brazos de la
Santa Cruz. Y esta Santa Cruz ha de estar en el altar mientras se dizen
las tres missas dichas, y se ha de guardar su orden en clavarla en
tierra
quando lo manda el conjuro, y allí la han de dexar para siempre,
donde dicha cruz divise todos los campos, o los más que se
pueda;
y si huviere de aver processión, se ha de lleuar en ella el
exorcista
o sacerdote que huviere de conjurar. Ha de ponerse sobrepelliz y
estola;
y llevarán agua bendita y vna cruz pequeña, para que
tenga
en la mano el que conjurare. Dixe estola, entiéndese si sus
órdenes
la pidieren; mas si es clérigo de menores, no vsará
della.
Y adviértase que los animales que conjuran se han de nombrar en
el conjuro, dexando los demás. Para lo qual irán puestos
(claritatis gratia) todos dentro de paréntesis. Y si
algunos
no fueren aquí nombrados por no saberse el nombre general de
animales,
diziendo: Haec animalia, vel horum animalium, según lo
pidiere
la concordancia" (57).
El ritual
desarrollado en Jaén, el
22 de mayo de 1708, procedió de acuerdo a estas indicaciones:
1º
Celebración de una misa en
San Ildefonso, de cuatro a cinco de la mañana.
2º A
continuación, procesión
al Calvario, donde se celebraría otra misa a San Gregorio
Ostiense
"con las conmemoraciones de la Santísima Trinidad y Nuestra
Señora".
3º Acabada la
misa, se volvían
a repetir los tres conjuros.
4º Realizadas
estas ceremonias se colocará
una cruz sobre un pino lo suficientemente alto, donde se
quedaría.
5º La ida y la
vuelta se hacía
cantando una letanía.
La ceremonia,
larga,
empezaba a las cuatro
de la mañana y se prolongaba hasta el mediodía (58).
Saludadores y
exorcistas
En el mundo
sacralizado del Antiguo Régimen
no faltaron determinadas personas que poseían ciertos poderes
para
preservar las cosechas, curar maleficios o expulsar demonios. Eran los
saludadores y los exorcistas.
El saludador (el
que
da salud) lo era por
nacimiento y su condición venía anunciada por una serie
de
señales, como ser el séptimo hijo varón de una
familia,
en la que todos los vástagos eran de sexo masculino, nacer en
Jueves
Santo o Viernes Santo, llorar en el vientre materno, tener la cruz o
rueda
de Santa Catalina en el paladar.
Las oraciones o
ensalmos para curar a los
dolientes se enseñaban de padres a hijos. En Jaén estaban
bajo el patronato de Santa Catalina y Santa Quiteria. En
síntesis,
el saludador era un taumaturgo que nacía con una gracia
especial.
Santos y curanderos de determinadas comarcas estaban dentro de esa
tradición.
La taumaturgia no era ocupación exclusiva de gentes humildes o
marginales,
pues es notorio el poder de los reyes de Francia para curar la
tiña.
Los saludadores
eran
gentes respetadas, a
pesar de los embaucadores y farsantes, bastante numerosos, por cierto.
En 1630, el
cabildo
municipal de Jaén
pagó al saludador Juan de las Peñas, veinticuatro reales
"por el beneficio público que hace con la gracia que Dios le dio
y salud de los ganados, el qual a de asistir todo este año...".
El cabildo
municipal
de Jaén dio licencia,
en 1631, a Gaspar de Blanca, vecino de Torredonjimeno, "que dize tener
gracia de curar lamparones".
Las críticas
eran, sin embargo, frecuentes
ya en la época estudiada, como hace Quevedo (59).
Los exorcistas
eran
religiosos, cuya función
consistía en expulsar demonios de las personas, animales,
fenómenos
meteorológicos e incluso de los objetos. Para ello se
valían
de Libros de exorcismos y conjuros, es decir, de
fórmulas
específicas para este fin. Los exorcismos o conjuros estaban
recogidos
en libros, a veces, grabados en el bronce de las campanas, utilizadas
antiguamente
para combatir plagas y tormentas.
Además de la
langosta, se conjuraban
otros animales, como el pulgón, los ratones, los tordos, etc. (60).
Los personajes
que
practicaban conjuros y
exorcismos, de buena fe o sin ella, podían aprovecharse de las
buenas
condiciones que la necesidad extrema creaba, y muchos hacían de
ello su modo de vivir. El hombre busca remedio a sus necesidades
perentorias
a costa de sus posibilidades extremas, de aquí el recurso en la
actualidad a médicos, santones, etc., aún a costa de
duros
sacrificios.
Los conjuradores
fueron llamados por los pueblos
para realizar tal menester.
Conjuradores e
Iglesia ponían en práctica
los mismos métodos. Pero para que se considerasen ortodoxos
debían
estar sometidos a ella, de lo contrario, eran considerados heterodoxos,
condenados y perseguidos por la Inquisición.
En el siglo XVI
se
desplazaba por los pueblos
con el oficio de conjurador de langosta el clérigo Juan
Martínez
de Torres, pero, en 1549, topó con la Inquisición en
Cuenca,
que lo desterró de aquel obispado (61).
La picaresca
cobraba, a veces, su importancia
en algunos conjuradores avisados, con gran conocimiento causal de la
vida
de la langosta, que hacían coincidir sus conjuros con alguna de
las mudas de la plaga, haciendo creer a los asustados labradores que
por
obra de sus palabras había muerto el insecto.
Algunos
teólogos y moralistas se oponían
a la práctica de los conjuros, aduciendo que "conjurar y
maldecir
las criaturas que carecen del uso de la razón, porque hazen
daño
a los frutos, como son las langostas, el pulgón, las nubes y
granizo,
dirigiendo las palabras a ellas, como si ellas mismas se muevan a
sí,
y dellas salgan algunas cosas contrarias a nosotros, es vano y
supersticioso (62).
Sin embargo,
esta
práctica era recomendada
siempre que la hicieran guiados por la ortodoxia eclesiástica.
Es
decir, hacer los exorcismos contra la langosta, o lo que es igual, los
conjuros ordenados por la Iglesia. Se recomendaba, por tanto, que
"juntamente
con esto y esotro es bueno, santo y de provecho usar los essorcismos y
conjuros santos: estos son los que la Santa Iglesia Romana, madre y
maestra
de todas las santas católicas, tiene aprobado, o las iglesias
santas
catedrales tienen en sus manuales, porque, sin duda, son de mucha
virtud
como los demás essorzismos y conjuros contra el demonio, que
suele
ser (por permisión divina) ministro e instrumento destas
calamidades,
assí de tempestades, como desto". Este es el sentido que rezuman
las cartas y autorizaciones recogidas en la introducción del Libro
de conjuros que editamos.
Se apunta que
para
exorcismos y conjuros "estos
sean sacerdotes, los de más buena vida y nombre que aya". Pues
aunque
los puedan exorzizar, es preferible lo hagan sacerdotes y que no
conviene
ir a buscarlos fuera, sino que lo hagan los naturales, y dice que salga
"uno cada día repartiéndose por las plagas y regiones,
donde
está la de la langosta, y esto hiziessen a la par de los que
andan
trabajando corporalmente... guerra es ésta, y assí es
menester
acudir con armas espirituales y corporales" (63).
Se conocen lo
libros
de conjuros de Murcia,
de 1515; de Córdoba, de 1563; nuestro ritual impreso a mediados
del siglo XVII, en Madrid, elaborado por un clérigo de Cieza
para
un obispo, electo de Murcia, y reimpreso en Jaén, en la imprenta
de Tomás Copado, en 1708, con motivo de una fuerte plaga de
langosta.
Excomuniones
contra
la langosta, como si de
malos cristianos, que hay que apartar de la comunidad, se tratase, no
faltaron
en aquellos tiempos oscuros y difíciles. Su práctica no
contó,
sin embargo con la anuencia de teólogos y moralistas, ya que la
excomunión se había creado como castigo a la contumacia y
rebeldía de algunos cristianos que no querían aceptar la
obediencia de la Iglesia (64).
Tampoco faltaron
fórmulas mágicas
en la lucha contra lo insectos (65). Las
perentorias
necesidades del ser humano y la falta de recursos adecuados le
impulsaron
a luchar contra los insectos con cualquier medio que tuviese a su
alcance.
-
LIBRO
DE CONJUROS
contra tempestades, langostas,
Pulgón,
Cuquillo, y otros
animales nocivos, que
dañan, y infestan
los frutos de la tierra.
Al Ilustríssimo y
Reverendíssimo
señor doctor don Juan Bravo, obispo de León, antes de
Lugo,
y aora electo de Murcia, y Cartagena, del Consejo de su Magestad, etc.
Compvesto por el licenciado
don Matheo Guerrero
y Morcillo, clérigo presbítero, vezino de la noble ciudad
de Murcia, y natural de la villa de Cieza.
CON PRIVILEGIO
Impresso en Madrid, año
de 1661, y
por su original, en Jaén en la Imprenta de Tomás Copado,
con licencia del Ordinario, año de 1708.
|
Este libro se
halló impresso en el
Archivo desta ciudad de Jaén, y con él se han
experimentado
eficazes remedios en las ocasiones que se ha padecido semejante plaga
de
langosta; y se repite su impressión de orden de los
señores
de la Junta formada para las providencias de la extinsión de la
langosta, que lo son los señores Don Juan Pacheco de Padilla
Altamirano
y Castejón, cavallero de el Orden de Alcántara,
señor
de la Loayna, corregidor y superintendente general de rentas reales
desta
dicha ciudad y su reynado, etc. Y el doctor Don Diego de Cózar
Serrano,
patrono de las escuelas y universidad de Baeza, y D. Francisco Bentura
de Camba y Antequera, canónigos comissarios por el cabildo de la
Santa Iglesia de dicha ciudad, y Don Tomás Lorenço de
Mendoza,
cavallero del Orden de Calatrava, señor del Torrejón; y
Don
Pedro de Contreras Cárdenas, veintiquatros y comissarios por
dicha
ciudad; por auer al presente dicha plaga, para que se pueda vsar
dél
para su remedio.//
Al
illustríssimo y reverendissimo
señor Dr. D. Juan Bravo, obispo meritíssimo de
León,
antes de Lugo y aora electo de Murcia y Cartagena, del Consejo de su
Magestad,
etc.
SEÑOR
ILLUSTRÍSSIMO.
Aviendo
delineado estos borrones con deseo
de epilogar, en breve resumen, todos los exorcismos y conjuros
defensivos
y ofensivos, armas con que qualquier indigno sacerdote y exorcista,
ministros
propios, dedicados y ordenados por nuestra madre la Iglesia para este
ministerio,
contra el poder del infierno, puedan combatir y vencer a nuestro
común
enemigo, émulo de la triunfante, que ya nos espera, el qual con
tempestades y calamidades// de oruga, langosta, cuquillo y otras,
siempre
procura nuestro daño, me reconocí expuesto (como todos
los
que dan sus escritos a la estampa), al riesgo inexcusable de la general
embidia, que invisible carcoma de los más bien acabados papeles,
con morderlos juzga llegar a verlos perjudicialmente más bien
acabados,
temiendo yo no ser su blanco, por más desgraciado o menos
dichoso,
sacando a luz este corto volumen o abreviado compendio de curiosos y
extraordinarios
conjuros, como lo dan a entender sus bien acabadas y ajustadas
ceremonias,
y en todos más propias para las tempestades y exorcismos para
los
malignos espíritus y príncipes que las mueven, Behemot,
Apolión,
Satanás y Belcebú, entregándole a los nublados de
censuras que se// le podían oponer, le añado (por el
más
seguro exorcismo e inefable conjuro, que espante los vnos y ate y ligue
las lenguas a los otros) la acertada elección de dedicarle a V.
S. Illustrísima esta pequeña obra, y más, quando
el
más acertado tiro de los exorcismos y conjuros es librar las
tímidas
ovejas de el voraz lobo. ¿A quién mejor, se les puedo yo
dirigir y dedicar, que a tan prudente, dichoso y cursado pastor? Que
desde
el primer rebaño que obtuvo de la magistral de Burgos,
ascendió
al obispado de Lugo, con tan grande cuydado y denuedo se
acostumbró
a defenderlas en el vno y en el otro, que las que después y oy
mantiene
en su aprisco, no vienen a ser ovejas, sino leones; y para
comprobación
de esta alegoría, no parece acaso, sino estudio// de naturaleza
no averle adjudicado a V. S. Illustríssima a otra de las
ilustres
prosapias que conserva, sino a la esclarecida de que deciende, que por
su mayor timbre le apellida Bravo a V. S. Illustríssima; porque
ovejas fortalecidas ya en leones, necessitavan de vn Pastor Bravo, y a
esto alude ser el obispado de Cartagena y Murcia, el qual le espera por
su electo pastor meritíssimo, que si no la temida y inexpugnable
Cartago, a lo menos se derivó vn nombre de el otro, y
ésta
era sufragánea de aquella, y de las más fuertes ciudades
que estavan a su devoción, el valeroso Scipión, que a
costa
de tanta vertida sangre, logró conquistársela a los
invencibles
cartaginenses, que como el Bermejo los egipcios, en el Mar de Coral
naufragaron,
lo pu// diera assegurar, de donde espero verá V. S.
Illustríssima
ascender a los sublimes puestos que se merece, que es lo más que
puede ampliar mi deseo, siendo el próximo, en que
comprobablemente
le han de ocupar, el de Arçobispo, realidad que vendrá a
ser executada de el alegórico anuncio, que en figura de la
purpúrea
Beca, consiguió por sus estimadas letras, en el ilustre Colegio
Mayor del Arçobispo, de la más docta universidad del
orbe,
que por antonomasia es superfluo dezir de Salamanca. V. S.
Ilustríssima
se digne de aceptar este rudo desvelo y que se afiançe en el
estilo
de su nombre, en quien no blasono de atrevido, antes, tímido,
busco
su sagrado, rogando a Dios Nuestro señor guarde a V. S.
Illustríssima
los años que pue// de, deseo y he menester.
Capellán y menor criado
de V. S. I.
que sus pies besa.
El Lic. D. Matheo Morcillo
Guerrero.
Aprobación del Padre
Joseph Martínez
de la Compañía de Jesús
He visto por
orden del señor licenciado
Don García de Velasco, vicario desta villa de Madrid y su
partido,
el tratado que se intitula Conjuros contra langosta, Pulgón
y
otros animales que dañan los frutos de la tierra, y
aviéndolo
leído con atención, por ser la materia tocante a cul// to
y religión escrupulosa, en que se pueden mezclar, o con malicia
o sin ella, cosas que ofendan a la piedad christiana y sinceridad de la
fe, no he hallado en el dicho tratado cosa que desdiga o dexe de
conformarse
con los exorcismos que admite la Iglesia Católica para
semejantes
plagas; antes he reconocido mucha piedad, culto y veneración de
todo aquello que nuestra santa fe manda, invoca y venera, estando
llenos
los exorcismos o conjuros deste tratado, de palabras, sentencias y
grandes
fragmentos de las Sagradas Escrituras y de otras que vsa nuestra santa
madre la Iglesia Romana para el remedio de tales plagas y azotes, pues
en ellos se implora con oraciones de los ministros de la Iglesia, con
intercessiones
de los santos y espíri// tus celestiales, el divino poder y
imperio
sobre los angeles malos que suelen ser los ministros de Dios vsa para
estos
azotes y plagas, según que cantó el profeta David en el
psalmo
setenta y siete: Nisi in eos cynomiam, etc. comedit eos, dedit
aevugini
fructus eorum et labores eorum locustae, missit iram indignationem, et
iram et tribulationem, immissiones per Angelos Malos. Que
permitiéndolas
o decretándolas para nuestro castigo y enmienda, embia su
Magestad
al mundo. Y assí juzgo se le puede dar licencia a su autor para
que se imprima, en virtud de los pueblos y aumento de su piedad
christiana.
Dado en el
Colegio Imperial de la Compañía
de Jesús, en la villa de Madrid, A QUATRO DE julio del
año
de 1662.
Joseph Martínez.//
Suma de la licencia
Tiene licencia
del señor lic. D. García
de Velasco, vicario desta villa de Madrid y su partido, por lo que a su
merced toca, el lic. D. Mateo Guerrero y Morcillo, para poder imprimir
este libro intitulado: Conjuros contra langosta, pulgón y
otros
animales que infestan la tierra y los frutos della, atento a la
censura
de arriba. Su fecha en Madrid en 5 de julio de 1662 años, ante
Juan
de Ribera Muñoz.
TASSA
Tassaron los
señores del Consejo Real
este libro, intitulado Exorcismos contra la langosta y demás
animales
nocivos, a quatro maravedís cada pliego, el qual tiene cinco
pliegos
sin principios ni tablas; y a este precio mandaron se venda, y no en
más;
y que esta tassa se ponga en el principio de cada vno de los dichos
libros.
Fecha en
Madrid, en 6 de septiembre de 1662,
en el oficio de Pedro Hurtiz de Ipiña, escrivano de
cámara
de su Magestad.//
Aprobación
del doctor Don Manuel
Mollinedo y Angulo, cura propio de Santa María de la Almudena,
patrona
de Madrid.
Por
comissión y especial mandato de
los señores del Real y Supremo Consejo, he visto vn libro
intitulado: Conjuros
contra langostas, pulgón y cuquillo, etc. Cuyo autor es el
licenciado
D. Matheo Guerrero y Morcillo, presbítero: y aviéndole
leído
con atención y cuydado por ser la materia de suyo peligrosa,
pues
es fácil alguna vana observancia, hallo que los conjuros son muy
conformes al Ritual Romano, las oraciones propias para este efecto. Los
santos Gregorio y Luis, que trae con sus antiphonas y oraciones, es muy
antiguo en la Iglesia llamarlos y implorar su auxilio, pues me consta
en
los lugares van por agua de san Gregorio hasta Navarra. Las tres missas
que se han de dezir antes, no es porque sienta que estas cosas puedan
conseguir
el efecto, que lo mismo se podía esperar en la misericordia de
Dios
de dos o quatro; sino por devoción del autor, y porque en ellas
se hace mención de semejantes plagas. El fin es muy santo y
piadoso,
pues procura poner medios para aplacar la saña y ira de Dios,
que
en semejantes ocasiones emos experimentado, de que puedo ser testigo en
los curatos que antes de este he tenido; por lo qual (salvo el mejor
parecer)
juzgo que se le deve dar licencia.
En Santa María de
Madrid, a quinze//
de julio de mil seiscientos y sesenta y dos.
Doct. D. Manuel Mollinedo y
Angulo.
Suma del privilegio
Tiene
privilegio del Rey nuestro señor
el licenciado Don Matheo Morcillo Guerrero, por tiempo de diez
años,
para poder imprimir un libro intitulado: Conjuros contra langostas,
pulgón y cuquillo, etc.
como
más largamente consta de su original,
despachado en el oficio de Juan de Subiza, secretario de su Magestad,
su
fecha en Madrid, en veinte y siete de julio de 1662.//
PRÓLOGO AL LECTOR
Cristiano
lector, entre las muchas gracias
y mercedes que de la mano liberal de Nuestro Señor Jesuchristo
reconozco
averme hecho en esta vida (como a otro pequeñuelo David) todo
fuera
como nada a faltarme la más principal (por la qual doy a su
Magestad
infinitas gracias), que es la de católico y indigno ministro del
Altíssimo y dulcísimo Jesús Cruzificado, y
armándome
con el santo árbol de su santíssima cruz, salgo a pelear
contra todo el poder del infierno y príncipes dél,
Behemot,
Apolión, Belcebú y Satanás, conductores de las
calamidades
de la tierra; y llevando siempre en mi corazón aquellas tres
limpidíssimas
piedras, que son fe, esperanza y caridad; y en nombre de mi Dios y
Señor,
a vista tuya, y tal vez de todo el pueblo, peleo, venço y
despedazo,
no sólo leones, que son los demonios, que desean tragar y
destruirnos
de vna vez, si les fuera possible, los pastos y ovejuelas tiernas,
señaladas
y selladas con la preciosís//ima Sangre de Nuestro Señor
Jesu Christo, sumo pastor; sino a los mismos gigantes Luzbel, Behemot,
Apolión, Belcebú y Satanás, hiero con la piedra,
degüello
y acoceo, no parando hasta echarlos de los términos, consumirlos
y sumergirlos en lo profundo del infierno con estos exorcismos
presentes.
Y para esto me valgo de las intercessiones de la reyna de los
ángeles
María Santíssima, Señora nuestra, y del
bienaventurado
apóstol San Bartholomé, patrón
milagrossísimo
y azote insufrible de todo el infierno, como la experiencia lo muestra
en la nobilíssima villa de Cieza, donde dicho santo es
patrón,
y como natural de dicha villa, puedo testificar aver visto hazer muchos
milagros. Luego me valgo de mi Serafín Francisco y de mi querida
Santa Juana de la Cruz, cuyo cuerpo he visitado en los desiertos de
Cubas,
viniendo de visitar a la milagrosíssima Virgen de la Caridad de
Illescas, a primero de septiembre.
Y deseando que
todos los señores sacerdotes
y exorcistas se aprovechen desta oca//sión he compuesto este
libro
y breve compendio, que aunque tan párbulo en la materia, es
espacioso
en lo formal. Y aora, con mucho gusto e interés propio pongo en
tus manos, no para que le corrijas ni censures, que esso ya lo
está
de los tribunales que les toca, sino para que lo veas con cuydado,
notando
en él lo extraordinario de sus ceremonias particulares, y buena
disposición para conseguir sus efectos; y si tu dicha es tanta
que
seas sacerdote o exorcista, te sepas valer y aprovechar de él,
procurando
hazer los exorcismos con limpieza de conciencia y buen espíritu,
que nos pide nuestra Santa Madre la Iglesia, que con esso
cogerás
el fruto que ella desea; y yo te lo suplico por la sangre preciosa de
mi
Señor Jesuchristo, para que todo redunde en alabança
suya,
y en cuyo nombre emos de vencer. Y si no eres sacerdote ni exorcista,
te
aconsejo no quieras censurar lo que no entiendes,
escudriñándolo
y vituperándolo; venéralos como palabras de Dios N.
Señor
y armas que dexó su Magestad a su esposa la Iglesia para que
peleen
y vençan// por medio de sus hijos los sacerdotes y exorcistas, y
oraciones de los fieles christianos. Esto supuesto, mira y considera
muy
de espacio, si la materia es así como quiera, y assí si
la
censuras y sientes mal dellos, guárdate del S. Tribunal a quien
toca tales maldiciones, y del Consejo Supremo, que lo vio y
censuró
muy de espacio, y de vn Rey de España, que lo permitió
con
su real cédula, firmada de su real mano, como la tengo en mi
poder,
además que está dedicado y guardado debaxo de la
protección
de vn bravo pastor, y tan zeloso de la honra de Dios, que si te coge en
el lazo o con la presa en la boca, no dudo será tu total
destruición,
y todos te tendrán en lugar de oveja, por lobo rabioso y ageno
del
rebaño del rebaño de Christo, pues en lugar de honrar sus
palabras, las vituperas y desestimas, mas no me persuado que aya
christiano
que tal haga; y en estas materias en que se han de juzgar escritos
agenos
harás como quien eres, honrado siempre a quien
desinteressadamente
te desea servir. Y quédate a Dios.
El Lic. D. Mateo Morcillo
Guerrero.//
|
EXORCISMUS (66)
CONTRA LOCUSTA ET ALIA
QUACUMQUE ANIMALIA FRUCTIBUS
TERRAE NOXIA (67)
Notetur Rubrica (68)
Primeramente,
se advierte que se han de dezir
tres missas antes de ir al conjuro que se ha de hazer. La primera ha de
ser de la Santíssima Trinidad, con conmemoración de S.
Gregorio,
obispo ostiense, y de San Pedro Mártir.
La segunda
missa ha de ser de la Santíssima
Cruz de mayo, o setiembre,// conmemoración de Nuestra
Señora
y de los Santos Apóstoles.
La tercera
missa ha de ser de la Septuagésima,
con conmemoración a S. Marcos y a San Luis, obispo de la
venerable
orden de N. P. S. Francisco. Y adviértase que se ha de llevar
para
hazer las ceremonias de la langosta lo que se sigue:
Primeramente,
vn caldero con agua y vn brasero
con brasas; el agua es para quando se dize en el conjuro: Et
sumergat
in profundum maris, arrojarlas en el agua; estas langostas han de
ir
en vna olla a donde el sacerdote o exorcista pueda coger vn puño
dellas para hazer dichas ceremonias, que dize el conjuro que se ha de
guardar
en pisarlas, en echarlas por el aire, en quemarlas y en echarlas en el
agua.//
El conjuro se
ha de hazer en la parte que
más cómodamente se pueda divisar el término; y se
ha de llevar una cruz grande, en que han de estar escritas unas letras
por su orden, como están al fin de este volumen; y dicha cruz ha
de tener vna poca de oliva bendita, y palma puesta en los brazos de la
Santa Cruz. Y esta Santa Cruz ha de estar en el altar mientras se dizen
las tres missas dichas, y se ha de guardar su orden en clavarla en
tierra
quando lo manda el conjuro, y allí la han de dexar para siempre,
donde dicha cruz divise todos los campos, o los más que se
pueda;
y si huviere de aver processión , se ha de lleuar en ella el
exorcista
o sacerdote que huviere de conjurar. Ha de ponerse sobrepe//lliz y
estola;
y llevarán agua bendita y vna cruz pequeña, para que
tenga
en la mano el que conjurare. Dixe estola, entiéndese si sus
órdenes
la pidieren; mas si es clérigo de menores, no vsará
della.
Y adviértase que los animales que conjuran se han de nombrar en
el conjuro, dexando los demás. Para lo qual irán puestos
(claritatis gratia) todos dentro de paréntesis. Y si algunos no
fueren aquí nombrados por no saberse el nombre general de
animales,
diziendo: Haec animalia, vel horum animalium, según lo
pidiere
la concordancia.
Por el gorgojo
ay gorgolio. Espero
en Jesús cruzificado y en su Santíssima Madre y
Señora
nuestra cessará la calamidad que fuere.
|
Puesto
de rodillas dirá
OREMUS
Omnipotens
Verbum Patris, Christe Jesu Deus
et homo Dominusque vniversae creaturae, qui sanctis apostolis tuis
dedisti
potestatem calcandi super serpentes et scorpiones, et super omnem
virtutem
inimici; tuum sanctum nomen cum pavore et tremore suppliciter deprecor,
vt mihi indigno sacerdoti tuo, data venia peccatorum meorum,
possibilitatem,
vt virtutem donare digneris, vt tuis brachiis et protectione accintus
possim
has locustas (vel alia animalia) ab hoc loco fugare. Qui cum Patre et
Spiritu
Sancto viuis etc. Amen//
|
|
Puesto
de rodillas dirá
OREMOS
Omnipotente
Verbo del Padre, Cristo Jesús,
Dios y hombre, y Señor de toda creatura, que diste a tus santos
apóstoles la potestad de pisar sobre las serpientes y
escorpiones
y sobre toda la fuerza del enemigo, imploro suplicante, con pavor y
temblor,
tu santo nombre, para que a mí, indigno sacerdote tuyo, dada la
posibilidad del perdón de mis pecados, te dignes dotarme de
virtud,
para que ceñido por tus brazos y tu protección, pueda
ahuyentar
de este lugar estas langostas (u otros animales). Que con el Padre y el
Espíritu Santo vives, etc. Amén.//
|
V.
Adiutorium
nostrum in nomine Domini.
R. Qui fecit Coelum et terram.
V. Sit nomen Domini benedictum.
R. Ex hoc nunc et vsque in
saeculum.
V. Benedicamus Patrem et Filium,
cum Sancto
Spiritu.
R. Laudemus, etc.
V. Domine exaudi orationem meam.
R. Et clamor, etc.
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo, etc.
|
|
V.
Nuestra ayuda
es el nombre del Señor.
R. Que hizo el cielo y la tierra.
V. Bendito sea el nombre del
Señor.
R. Ahora y por los siglos.
V. Bendigamos al Padre y al Hijo
con el Espíritu
Santo.
R. Alabemos, etc.
V. Señor escucha mi
oración.
R. Y el clamor, etc.
V. El Señor esté
con vosotros.
R. Y con tu espíritu, etc.
|
OREMUS
Deus qui
creasti hominem ad imaginem et similitudinem
tuam, te supliciter exoramus, vt om//nes fructus huius termini, quos ad
usum humani generis nasci fecisti, tua benedictione perpetua
bene+dicas,
ut germinent super terram, floreant, frondeant, et ad maturitatem
perveniant,
quatenus de eis, tuum supliciter et humiliter famuli tui acceptum
sacrificium
gratamque oblationem valent offerre; et de reliquis vitam suam nutrire,
ad laudem et gloriam tui sanctissimi nominis; non seminet super eos
hostis
antiquus semina sua pessima; non turbet eos aliquod malum, non calor
siccet,
non grando conterat, non ventus exurat, non eruca demoliatur, non
locusta
mordeat, nec aliud quodcumque animal inficiat; sed sub tua protectione
pluvia salutaris et congrua satiet ac refrigeret eos, et vsque
ad//complementum
culturae ad manus laborantium prospere et cum incremento perducat. Per
Christum Dominum Nostrum.
R. Amen.
Nunc benedicat aquam,
dicens.
|
|
OREMOS
Oh Dios, que
creaste al hombre a imagen y
semejanza tuya, te rogamos suplicantes, que todos los frutos de este
término,
que hiciste nacer para uso del género humano, ben+digas con
perpetua
bendición, para que germinen sobre la tierra, florezcan,
estén
frondosos, y lleguen a su maduración, por cuanto por ellos, tus
siervos se disponen a ofrecerte tu aceptado sacrificio y una grata
oblación,
e a los restantes, nutre su vida para alabanza y gloria de tu
santísimo
nombre; que no siembre sobre ellos el enemigo antiguo sus
pésimas
semillas, no los perturbe ningún mal, no los sofoque el calor,
ni
los destruya el granizo, no los vuelva vanos el viento, no los carcoma
la oruga ni los muerda la langosta, ni los infeste ningún otro
animal;
sino que con tu protección los sacie y refrigere una lluvia
saludable
y adecuada y los conduzcas a la plenitud de su ciclo e incrementados
los
pongas en las manos de los labradores. Por Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.
Ahora bendiga el agua,
diciendo.
|
Deus qui ad
salutem humani generis maxima quaeque sacramenta in aquarum substancia
condidisti, adesto propitius invocationibus nostris, et elemento huic,
multi modis purificationibus praeparato, virtutem tuae bene+dictiones
infunde,
vt creatura tua misteriis tuis serviens, ad abigendos daemones,
morbosque
pellendos, ac locustas, pulgonem (vel quodcumque aliud animalia) quod
nunc
est, et in posterum fuerit in toto hoc// termino, divinae gratiae
summat
effectum, vt quidquid in agris, vineis, messibus, hortis, olivetis,
arboribus,
aut quibuscumque fructibus fidelium tuorum haec vnda respexerit, careat
omni inmunditia, liberetur a noxiis animalibus, cuiuscumque generis
sint,
non illis spiritus pestilens resideat. Amen + Non aura corrumpens, Amen
+ Non ventus urens, Amen + Non grando conterens, Amen + Non calor
siccans,
Amen + Non zizania, neque herba suffocans, Amen + et discedant ab istis
fructibus, et ab omnibus huius termini omnes insidiae lataentis
inimici;
et si quid est, aut in columitati eorundem fructuum invideant, aut
quieti,
et prosperitati, aspersione huius aquae effugiat, atque discedat; vt
salubritas//
per invocationem tui santissimi nominis expetita, ab omnibus sit
impugnationibus
defensa. Per Christum Dominum nostrum. Amen + + +
|
|
Oh Dios, que
para la salvación del género humano constituiste los
más
grandes sacramentos en la substancia del agua, vuélvete propicio
a nuestra invocaciones y a este elemento preparado para multiformes
purificaciones,
infunde la fuerza de tu ben + dición, para que esta creatura
servidora
de tus misterios, lleve a la plenitud el efecto de tu divina gracia,
para
ahuyentar a los demonios, rebatir las epidemias, y las langostas y
pulgón
(o cualquier otro animal) que hay ahora y haya en adelante, en todo
este
término, para que cualquier cosa que esta plaga pueda afectar en
los campos, viñedos, mieses, huertos, olivares, árboles o
cualesquier otros frutos de tus fieles, carezca de toda enfermedad, sea
liberada de animales nocivos, de cualquier género que sean, y no
permanezca en ellos el espíritu de la pestilencia Amen + No los
corrompa la oruga, Amen + No los devore el viento, Amen + No los arrase
el granizo, Amen + No los seque el calor, Amen + No los ahogue la
zizaña
ni otra hierba, Amen + y se aparten de estos frutos y de todos los de
este
término todas las insidias del oculto enemigo, y si hay algo que
pueda redundar en la integridad de los mismos frutos, o a su
tranquilidad
y prosperidad, huya y se aleje por medio de la aspersión de este
agua, para que la salud concedida por la invocación de tu
santísimo
nombre, sea protegida de todos los ataques. Por Cristo Nuestro
Señor.
Amén + + +
|
Aspergat
aqua benedicta quattuor partes terrae, dicens.
Per virtutem
huius aquae benedictae fugiant
a nobis partes adversae; et haec plaga locustarum et quorumcumque
animalium
noxiorum. Amen.
Elevet
crucem in altum, dicens.
Ecce Crucem
Domini, fugite partes adversae,
vicit Leo de Tribu Iuda, radix David, Crux bona, Crux digna, lignum
super
omnia ligna. Per Crucis hoc lignum + expellat Deus omne animal
malignum.
Amen.//
Planta la Cruz en tierra
|
|
Asperja con
el agua bendita las cuatro partes de la tierra, diciendo.
Por la virtud
de este agua bendita huyan de
nosotros nuestros adversarios, y esta plaga de langostas y cualesquier
otros animales nocivos. Amén.
Eleve la Cruz en alto,
diciendo.
He aquí
la Cruz del Señor, huid
adversarios, venció el león de la tribu de Judá,
la
raíz de David, cruz buena, cruz digna, madero sobre todos los
maderos.
Mediante este madero de la Cruz + expulse Dios todo animal maligno.
Amen.
Planta la Cruz en tierra
|
Flexis genibus,
dicat.
OREMUS
Praeces
nostras quaesumus Domine, clementer
exaudi, vt qui iuste per peccatis nostris hanc locustarum (vel aliorum)
persecutionem et plagam patimur, pro tui nominis gloria ab ea
misericorditer
liberemur, vt per potentiam tuam expulsa nulli noceat, et hos agros,
fruges,
segetes, oliveta et vineas intactas dimitat, quatenus ex eis orta
fuerint,
tuae maiestatis et nostrae vtilitati deserviant. Per Christum Dominum
Nostrum.
Amen.
V. Dominus vobiscum//
R. Et cum spiritu tuo.
V. Initium Sancti Evangelii
secundum Joannem.
R. Gloria tibi Domine.
|
|
Dobladas
las rodillas, dirá.
OREMOS
Te rogamos,
Señor escuches clemente
nuestras oraciones, para que los que justamente, padecemos por nuestros
pecados este castigo de langostas (o de otros), seamos liberados del
mismo
por tu misericordia, de manera que expulsadas por tu potencia, a nadie
dañen, y deje intactos estos campos, frutos, siembras, olivos y
viñedos y así estén al servicio de tu Majestad y
de
nuestra utilidad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. El Señor esté
con vosotros.//
R. Y con tu espíritu.
V. Inicio del santo Evangelio
según
Juan.
R. Gloria a Ti, Señor
|
In principio
erat Verbum et Verbum erat apud Deum. Hoc erat in principio apud Deum.
Omnia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil, quod factum
est. In ipso vita erat, et vita erat lux hominum, et lux in tenebris
lucet,
et tenebrae eam non comprehenderunt. Fuit homo missus a Deo, cui nomen
erat Joannes. Hic venit in testimonium, ut testimonium perhiberet de
lumine,
ut omnes crederent per illun. Non erat ille lux, sed vt testimonium
perhiberet
de lumine. Erat lux vera, quae illuminat omnem ho//minem venientem un
hunc
mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum
non
cognovit. In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquot autem
receperunt
eum, dedit eis potestatem filios Dei fieri, his qui credunt in nomine
eius.
Qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate carnis, neque ex voluntate
viri,
sed ex Deo nati sunt. Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis,
(et vidimus gloriam eius, gloriam quasi vnigeniti a Patre) plenum
gratiae
et viritatis. R. Deo gratias.
V. Domine exaudi orationem
meam.
R. Et clamor meus, etc.
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
|
|
Al principio
ya existía la Palabra, la Palabra se dirigía a Dios y la
Palabra era Dios: ella al principio se dirigía a Dios. Mediante
ella se hizo todo; sin ella no se hizo nada de lo hecho. Ella
contenía
vida, y esa vida era la luz del hombre; esa luz brilla en las
tinieblas,
y las tinieblas no la han comprendido. Apareció un hombre
enviado
por Dios, que se llamaba Juan; éste venía como testigo,
para
dar testimonio de la luz y que por él todos llegasen a la fe. No
era él la luz, era sólo testigo de la luz. La Luz
verdadera,
la que alumbra a todo hombre, estaba llegando al mundo. En el mundo
estuvo
y, aunque el mundo se hizo mediante ella, el mundo no la
conoció.
Vino a su casa pero los suyos no la recibieron. Pero a los que la
recibieron
los hizo capaces de ser hijos de Dios. A los que le dan su
adhesión,
y éstos no nacen de linaje humano, ni por impulso de la carne ni
por deseo de varón, sino que nacen de Dios. Y la Palabra se hizo
carne, acampó entre nosotros y contemplamos su gloria: gloria de
Hijo único del Padre, lleno de amor y lealtad. R. Gracias a Dios.
V. Señor, escucha mi
oración.
R. Y mi clamor, etc.
V. El Señor esté
con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
|
OREMUS
Introeat
Domine Iesu Christe, merito tuae
santissimae passionis, terminum hunc nostrae humilitatis ingressu, et
aeterna
felicitate, divina prosperitas, serena laetitia, charitas fructuosa,
sanitas
sempiterna, absit ab eo, et ab omnibus fructibus eius accessus
daemonum,
locustarum et omnium aliorum quorumcunque animalium fructus terrae
corrodentium,
sit presens illis angelus pacis, qui custodiat, foveat, protegat atque
defendat, deserta terminum hunc damnata discordia, sistet societas
angelorum,
vt magnificetur nomen tuum, Domine, in consideratione miraculorum
tuorum,
qui// pius et sanctus permanes cum Patre et Spiritu Sancto in saecula
saeculorum.
Amen.
Aspergat aqua benedicta
quatuor partes
terrae, dicens.
Per virtutem
huius aquae benedictae fugiant
a nobis partes diversae, et haec plaga locustarum vel quorumcumque
animalium
noxiorum. Amen.
|
|
OREMOS
Que se ponga
fin, oh Señor Jesucristo,
por los méritos de tu Santísima Pasión, a la
postración
de nuestra humildad, y reine la felicidad eterna, la prosperidad
divina,
la alegría serena, la fructifera caridad y la salud sempetirna.
Que se aleje de nuestra tierra y de todos sus frutos la presencia de
los
demonios, langostas, y cualesquier otros animales que corroen los
frutos
de la tierra. Que la asista el Angel de la paz y la guarde, fomente,
proteja
y defienda. Que se acaben en nuestra tierra los daños y las
discordias
y la visite la sociedad de los ángeles, para que tu nombre sea
engrandecido
por la constatación de tus milagros, que permaneces piadoso y
santo
con el Padre y el Espíritu Sancto, por los siglos de los siglos.
Amen.
Asperjará con agua
bendita las cuatro
partes de la tierra, diciendo.
Por la virtud
de este agua bendita huyan de
nosotros los diferentes enemigos, y esta plaga de langostas o de
cualesquier
otros animales nocivos. Amén.
|
Coniuratio prima
Per sanctam et
individuam Trinitatem et per
sacrosanctum sanguinem Domini Nostri Iesu Christi et per admirabile
nomen
eius Iesu, in quo omne genuflectitur, coelestium, terrestrium et
infernorum,
ego tan//quam Ecclesiae Catholicae minister et sacerdos (licet
indignus)
vos coniuro, + compelo et constringo Apolion, Behemot, Belcebu duces
atque
conductores omnium locustarum (vel aliorum animalium) cum omnibus
sociis
et satellitibus vestis (sic), vt statim et sine vlla dilatione
exeatis
ab hoc termino et ab omnibus finibus huius oppidi, et expellatis
totaliter
omnes locustas et alia animalia fructus terrae debastantia et
comedentia,
et in profundum maris suffocetis, vel in propiis locis opprimatis,
conculcetis,
consumatis et anihiletis totaliter, quod non remaneat aliquod semen aut
vestigium eorum, nec applicetis aliquam aliam materiam ad
regenerationem
seu conservationem dictorum animalium; sed potius ea dis//tricte et
consumate
totaliter, et hoc vobis praecipio per inefabilem mysterium
Incarnationis
Domini Nostri Iesu Christi, quod si adhuc rebelles fueritis, more
vestro
bestialissimo, maledicti sitis in poena aeternali, vbi vobis nulla sit
requies, et sitis in igne sulfureo inferni decuti, et inmersi in
stagnum
ignis aeterni, et augeat Deus super vos omnia tormentorum genera, quae
sunt creata. Amen.
|
|
Conjuro primero
Por la santa e
individua Trinidad y por la
sacrosanta sangre de Nuestro Señor Jesucristo, y por su
admirable
nombre, ante el cual todo ser dobla la rodilla, tanto celestes,
terrestres
y de los infiernos, yo, en calidad de ministro y sacerdote de la
Iglesia
Católica, (aunque indigno) os conjuro + expulso y estrecho
Aplión,
Behemot, Belcebú, jefes y guías de todas las langostas (o
de otros animales) con todos vuestros compañeros y
satélites,
para que al momento y sin dilación alguna salgáis de este
término y de todos los términos de esta ciudad y
expulséis
totalmente todas las langostas y todos los otros animales que debastan
y comen los frutos de la tierra y los sofoquéis en lo profundo
del
mar o los oprimáis en sus propios lugares, los pisotéeis,
aniquiléis y exterminéis totalmente, de manera que no
quede
vestigio alguno de su semilla ni de ellos y no pongáis medio
alguno
para la regeneración o conservación de tales animales,
sino
que, por el contrario, los extingáis absolutamente y os mando
esto
por el inefable misterio de la Encarnación de Nuestro
Señor
Jesucristo, que si aún permanecéis rebeldes, de acuerdo
con
vuestra bestialísima costumbre, seáis malditos en la
condenación
eterna, donde no disfrutéis de descanso alguno, y seáis
cocidos
en el fuego sulfúreo del infierno y sumergidos en el estanque de
fuego eterno y aumente Dios sobre vosotros todo género de
tormentos,
que hayan sido creados. Amén.
|
Coniuratio secunda
O maledictae
locustae, quae estis in finibus
istius loci, ego en virtute et auctoritate Jesu Christi Domini Nostri,
vos adiuro + ac fortius constringo per Deum Patrem + omnipotentem,
creatorem
coeli et terrae, visibi//lium et invisibilium, per Deum + Filium eius
Iesum
Christum Dominum Nostrum. Per Deum + Spiritum Sanctum ab vtroque
procedentem,
et per Crucem + et passionem vnigeniti Filii Dei, et per sanguinem +
praetiosissimum,
per mortem et sepulturam + suam, per eius Resurrectionem + et
Ascensionem,
et per adventum Spiritus Sancti + Paracliti, qui totum mundum
illuminavit,
et per Virginem Mariam Purissimam + Matrem Domini Nostri Iesu Christi,
qui in vtero suo clausit illum quem totus non capit orbis, cuius vbera
sanctissima lactaverunt ipsum Christum verum Deum et Hominem, et per
omnia
merita sanctissima eiusdem gloriosissimae Virginis Mariae, angelorum
imperatricis,
et per// nouem choros spirituum coelestium et per sanctum Ioannem
Baptistam,
qui Christum in Iordane Baptizauit, et per omnes patriarchas et
prophetas
Dei, per apostolos et evangelistas et per sanctissimos pontifices
Gregorium
et Ludovicum, et per omnia illorum merita, gratias et virtutes, et per
omnes martyres, confessores, virgines et continentes; per haec omnia
supra
dicta vos adiuro + et praecipio, vt amplius non comedatis, neque in
aliquo
etiam minimo laedatis messes, segetes, arbores, vineas aut herbas, quae
sunt in hoc termino et in omnibus finibus istius oppidi; sed statim
fugite
et exite a toto supradicto termino; et si contrarium feceritis, Dominus
Noster Iesus Christus, qui portas inferni// confregit et diabolos
constringit,
ipse vos constringat, maledicat ac percutiat per sanctum angelum suum,
et constringat mollas, dentes vestros et conterat atque conculcet.
|
|
Conjuro segundo
Oh malditas
langostas que estáis en
los términos de este lugar, yo, por la virtud y la autoridad de
Nuestro Señor Jesucristo, os conjuro + y os constriño de
la manera más contundente por Dios Padre + omnipotente, creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible, por Dios + su
Hijo Jesucristo, Nuestro Señor: Por Dios + Espíritu
Santo,
que procede de uno y otro, y por la Cruz + y Pasión del
Unigénito
Hijo de Dios y por su Sangre + Preciosísima; por su Muerte y
sepultura
+ por su Resurrección + y Ascensión y por la venida del
Espíritu
Santo + Paráclito, que iluminó al mundo entero, y por la
purísima Virgen María + madre de Nuestro Señor
Jesucristo,
que en su vientre encerró a aquel que todo el orbe es incapaz de
contener, cuyos santísimos pechos amamantaron al mismo Cristo,
verdadero
Dios y Hombre, y por todos los santísimos méritos de la
misma
gloriosísima Virgen María, emperatriz de los
ángeles,
y por los nueve coros de los espíritus celestes, y por San Juan
Bautista, qui bautizó a Cristo en el Jordán, y por todos
los patriarcas y profetas de Dios; por los apóstoles y
evangelistas
y por los santísimos pontífices Gregorio y Luis, y por
todos
sus méritos, gracias y virtudes, y por todos los
mártires,
confesores, vírgenes y célibes; por todas estas cosas
sobredichas
os conjuro + y ordeno que no comáis en adelante, ni
dañéis
en los más mínimo las mieses, siembras, árboles,
viñas
o hierbas, que hay en este término y en todos los límites
de esta ciudad, sino huid inmediatamente y salid del sobredicho
término,
y si lo contrario hiciereis, Nuestro Señor Jesucristo, que
rompió
las puertas del infierno y redujo a los diablos, el mismo os reduzca,
maldiga
y golpee por su santo ángel y rompa vuestros labios, quijadas y
dientes, y os triture y desmorone.
|
Aora pise
con el pie algunas langostas.
Omnes vos, et
omnes maledictos daemones conductores
vestros, sicut percusit Sodomam et Gomorram, ipse vos constringat, vt
meam
voluntatem faciatis et preceptis meis obediatis, quatenus detur ei
honor
et gloria, et vobis maledictio sempiterna, quam maledictionem ex toto
corde
meo super vos confirmo, sic et totaliter, quod vbicumque eatis, sitis
maledictae.
Ita quod non possitis rodere// nec laedere aliquos fructus cuiuscumque
genere sint; sed in vos metipsos devenientes, et totaliter extinguamini
et anihilemini; nec remaneat ex vobis aliquod vestigium aut semen in
perpetuum,
et si forte aliquod remanserit, auctoritate Domini Nostri Iesu Christi
et Sanctae Romanae Ecclesiae, ipsum maledico et privo omni sua virtute;
ita quo nullo modo ex eo aliquod animal nocibum vel locusta nasci
possit,
siue naturaliter, sive ope aut arte daemonum, quibus ex tota mea
voluntate
et omnibus viribus meis vos omnes et omne semen vestrum offero
comedendi
et trado. In nomine Patris + et Filii + et Spiritus Sancti, ac
Beatissimae
Virginis Mariae. Amen.
|
|
Ahora pise
con el pie algunas langostas.
A todos
vosotros y a todos los malditos demonios,
vuestros jefes, lo mismo que golpeó Sodoma y Gomorra, el mismo
os
acose, para que hagáis mi voluntad y obedezcáis mis
preceptos,
de manera que redunde en gloria de El, y maldición sempiterna
para
vosotros, cuya maldición confirmo sobre vosotros con todo mi
corazón,
así y totalmente, de manera que do quiera os encontréis,
seáis malditas. De tal modo que no podáis roer ni
dañar
fruto alguno de cualquier género que sea, sino que os
consumáis
en vosotras mismas y os extingáis completamente y os
aniquiléis,
de modo que no quede de vosotras el más mínimo vestigio o
semilla en la posteridad; y, si por casualidad, alguna quedare, la
maldigo
en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santa Iglesia
Romana,
y la privo de toda su virtud, de manera que sea absolutamente imposible
que de ella pueda nacer ningún animal nocivo ni langosta alguna,
ya de forma natural ya por ayuda o virtud de los demonios, a los que os
entrego con toda mi voluntad y a todos vosotros, con todas mis fuerzas,
doy a comer todas vuestra semilla. En el nombre del Padre + e Hijo + y
Espíritu + Santo, y de la Bienaventurada Virgen María.
Amén.
|
OREMUS
Domine Jesu
Christe pastor bone, qui propter
peccatores, sanguinem tuum pretiosum in Crucis ara fudisti, vt antiqui
hostis ligares potestatem; te suplices exoramus, vt hunc malignum
spiritum
Apolionem cum omnibus sociis suis ligare, constringere, atque
confundere
digneris, ne prevaleant adversus nos et locum istum. Qui viuis et
regnas,
etc.
Ad Orientem versus dicat.
Fuge maledicte
spiritus Apolión, cum
omnibus satelitibus et sociis tuis, qui conducis has locustas, vel haec
animalia; fuge, inquam, per inefabilem Incarnationem Domini nostri
Ie//su
Christi, qui est totalis causa humanae reparationis; et tibi praecipio
ne huic termino per locustas vel alia quaecumque animalia nocere
valeas.
Amen.
Ad Meridiem versus, dicat.
Iterum ligo
te, maligne spiritus Apolión,
cum omnibus sociis tuis, virtute et potentia Domini Nostri Iesu
Christi,
qui gloriosa Virgine Maria pannis et faccia involvi voluit, et in Cruce
pendens vestram potestatem ligavit, ne possis per te aut per haec
animalia
huic termino vel alicui fructibus eius. Amen.
Ad Occidentem versus, dicat.
Iterum ligo ac
comprimo te, maligne spiritus
supradicte, per illam// admirabilem resurrectionem, quae in vltimo die
iudicii erit indisolubilis vnio animarum et corporum, ne huic termino
per
supra dicta animalia noxia, noceas aut nocere facias, sed ea comprime
et
totaliter destrue. Amen.
Versus ad Aquilonem, dicat.
Iterum fortius
ac strictius ligo te pessime
spiritus supradicte, catenis igneis infernalibus, quibus virtute
divina,
cum sociis tuis pessimis es ligatus, ac tibi viriliter impero ne huic
termino
per supradicta animalia noceas, nec nocere valeas nunc et in perpetuum.
Amen.
Aspergat aqua benedicta
quatuor partes,
dicens.
Per virtutem
huius aquae benedictae// fugiant
nobis partes adversae, et haec plaga locustarum, vel quorumcumque
aliorum
animalium noxiorum. Amen.
|
|
OREMOS
Señor
Jesucristo, pastor bueno, que
por nosotros pecadores, derramaste tu preciosa sangre en el altar de la
Cruz, para atar con tu potestad a los antiguos enemigos, te rogamos
suplicantes,
que te dignes atar, reducir y confundir a este maligno espíritu
Apolión y a todos sus socios, para que no prevalezcan contra
nosotros
ni contra este lugar. Que vives y reinas, etc.
Vuelto al Oriente,
dirá.
Huye maldito
espíritu Apolión,
conductor de estas langostas o de estos animales, con todos tus
satélites
y socios; huye, te insto, por la inefable Encarnación de Nuestro
Señor Jesucristo, que es la causa total de la reparación
humana, y te mando que no te atrevas a dañar este término
por medio de las langostas o cualesquier otros animales. Amén.
Vuelto al Mediodía,
dirá.
De nuevo te
ligo, maligno espíritu
Apolión con todos tus socios, por medio de la virtud y la
potencia
de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso ser envuelto por la
gloriosa
Virgen María con pañales y fajas, y pendiendo de la Cruz,
ligó vuestra potestad, para que no puedas por tí o por
estos
animales dañar este término ni a fruto alguno del mismo.
Amén.
Vuelto hacia Occidente,
dirá.
De nuevo te
ato y te aprieto, maligno espíritu
sobredicho, por aquella admirable Resurrección que se
producirá
en el último día del juicio, mediante la indisoluble
unión
de almas y cuerpos, que no dañes estos términos mediante
los sobredichos animales nocivos, ni los hagas dañar, sino que a
todos ellos los acoses y destruyas totalmente. Amén.
Vuelto hacia el
Aquilón (Norte),
dirá.
De nuevo con
más fuerza y estrechez,
te ato, pésimo espíritu sobredicho, con las cadenas
incandescentes
infernales, con las que por virtud divina, con tus pésimos
socios,
te encuentras atado, y te ordeno virilmente, que no puedas dañar
ni hacer dañar este término, por medio de los sobredichos
animales, ni ahora ni nunca. Amén.
Asperjará con agua
bendita las cuatro
partes, diciendo.
Por la virtud
de este agua bendita, huyan
de nosotros nuestros enemigos, y esta plaga de langostas o de
cualesquier
otros animales nocivos. Amén.
|
Ad implorandum
auxilium Beatae Mariae, flexis genibus, dicat.
Sancta Maria,
virgo gloriosa, stella sole
clarior, Mater Dei graciosa, splendior cunctis astris, mundo celebris,
hominibus multum amabilis, sanctior vniversis, rubicunda plusquam rosa,
lilio candidior, favus melle dulcior, refugium peccatorum, consolatrix
aflictorum, auxilium christianorum, omnis sanctus te honorat, omnis
laus
te decorat, in coelo sublimior. Sub tuum praesidium confugimus Domina
Nostra,
Mater Nostra, ad//vocata nostra, tuo filio nos reconcilia, tuo filio
nos
commenda; tuo filio hunc populum repraesenta in aflictione ita
clamantem
ad te, veluti ad refugium nostrum singulare Filium tuum deprecare et
sua
poteste horum daemonum conterat superbiam atque contumaciam eorum
dexterae
suae virtute prosternat. Respice igitur, et exaudi Regina Coeli gemitus
filiorum tuorum, et ne deserat nos in ista tribulatione positos, sed
sucurre
nobis contra inimicos nostros; fac vt ope misericordiae tuae adiuti,
impleant
omnia, quae in tuo nomine eis paecipimus; et vt haec plaga a nobis
procul
expelletur, ita quod iste populus et totus eius terminus et omnia in
eis
contenta ab ea misericorditer liberetur. Per// Christum Filium tuum
Dominum
Nostrum. Amen.
V. Ora pro nobis Sancta Dei
Genitrix.
R. Vt digni, etc.
|
|
Para implorar
el auxilio de la Bienaven- turada María, dobladas las rodillas,
dirá.
Santa
María, Virgen gloriosa, estrella
más resplandeciente que el sol, Madre graciosa de Dios,
más
esplendorosa que todos los astros, célebre en todo el mundo, muy
amada por los hombres, más santa que todos, más rubia que
la rosa, más cándida que el lirio, más dulce que
la
miel del panal, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos,
auxilio
de los cristianos, todo santo te honra, toda alabanza te adorna, la
más
sublime en el cielo. Nos refugiamos bajo tu protección,
Señora
Nuestra, Madre Nuestra, Abogada Nuestra. Reconcílianos con tu
Hijo,
encomiéndanos a tu Hijo, representa la aflicción de este
pueblo, que clama, ante tu Hijo, y tú, como singular refugio
nuestro
ruega a tu Hijo que con su potestad pulverice la soberbia de estos
demonios
y postre su contumacia con la virtud de su mano derecha. Mira, pues, y
oye, Reina del Cielo, los gemidos de tus hijos y no nos abandones
sumidos
en esta tribulación, sino que, por el contrario,
socórrenos
contra nuestros enemigos; haz que ayudados por la mano de tu
misericordia,
cumplan todo lo que en tu nombre les hemos ordenado, y que esta plaga
sea
ahuyentada lejos de nosotros, de manera que este pueblo y todo su
término
y todas las cosas contenidas en él, sean misericordiosamente
liberadas
de ella. Por Cristo tu Hijo Nuestro Señor. Amen.
V. Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos, etc.
|
OREMUS
Deus, qui
salutis aeternae Beatae Mariae Virginitate
faecunda, humano generi praemia praestitisti, tribue quaesumus, vt
ipsam
pro nobis intercedere sentiamus, per quam meruimus authorem vitae
suscipere
Dominum Nostrum Iesum Christum Filium tuum. Amen.
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
V. Sequentia Sancti Evangelii
secundum Lucam.
V.(sic) Gloria tibi
Domine.//
In illo
tempore dixit Iesus discipulis suis,
qui vos audit, me audit, et qui vos spernit, me spernit, qui autem me
spernit,
spernit eum, qui misit me. Reversi sunt, autem, septuaginta duo cum
gaudio dicentes: Domine etiam daemonia in nomine tuo subjiciuntur
nobis.
Et ait illis: Videbam Satanam sicut fulgur de coelo cadentem et dedi
vobis
potestatem calcandi super serpentes et scorpiones et super omnem
virtutem
inimici, et nihil vobis nocebit; verumtamen in hoc nolite gaudere, quia
spiritus subjiciuntur vobis, gaudete autem quia nomina vestra scripta
sunt
in coelis.
R. Laus tibi Christe.
Per Evangelica
sancta dicta praecipio vobis
Behemot et Apolión, du//cibus locustarum, brucorum aut horum
animalium
noxiorum, vt fugiatis cum toto exercitu maledicto ab omni termino
istius
oppidi, ita vt messes, fruges, vineas et omnes arbores et cunctae
herbae
incolumes et intactae remaneant. In nomine Patris + et Filii + et
Spiritus
Sancti + Amen.
|
|
OREMOS
Oh Dios, que
por la fecunda virginidad de
la bienaventurada María, diste al género humano los
premios
de la salvación eterna, concédenos, te rogamos, que la
sintamos
interceder por nosotros, por la cual merecimos recibir al autor de la
vida,
Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
V. El Señor esté
con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Secuencia del Santo Evangelio,
según
San Lucas.
V. (sic) Gloria a
tí, Señor.
En aquel
tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
Quien os escucha a vosotros, me escucha a mí; quien os rechaza a
vosotros, me rechaza a mí; y quien me rechaza a mí,
rechaza
al que me ha enviado. Los setenta y dos volvieron muy contentos y le
dijeron:
Señor, hasta los demonios se nos someten por tu nombre. El les
contestó:
¡Ya veía yo que caería Satanás de lo alto
como
un rayo! Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y
escorpiones
y sobre todo el ejército del enemigo: y nada podrá
haceros
daño. Sin embargo, no sea vuestra alegría que se os
someten
los espíritus; sea vuestra alegría que vuestros nombres
están
escritos en el cielo.
R. En honor de Tí,
¡Cristo!
Por los
evangelios leídos os ordeno
a vosotros Behemot y Apolión, conductores de las langostas,
brucos,
o de estos animales nocivos, que huyáis con todo el maldito
ejército
de todo el término de esta ciudad, de tal manera que las mieses,
frutos, viñas y todos los árboles y todas las hierbas
permanezcan
incólumes e intactas. En el nombre del Padre + y del Hijo + y
del
Espíritu Santo + Amen.
|
Coniuratio tertia
Behemot,
Apolion, Satana et Belcebu, audite
et inteligite verba oris mei. Coniuro + vos, exorcizo ac fortius
constringo
per Michaelem Archangelum Principem militiae Coelestis, et per illam
vissionem
et revelationem, quando signum, magnum apparuit in Coelos et draco
magnos,
et// rufus, habens capita septem, et cornua decem, et in capitibus
diadema
decem, et cauda eius trahebat tertiam partem stellarum coeli, Michael
et
angeli eius praeliabantur cum dracone, et draco pugnabat, et angeli
eius;
et non preualuerunt, nec locus inventus est eorum amplius in coelo.
Mementote
quomodo cecidistis de coelo, qui mano oriebamini; et mihi ministro
sacerdoti
Christi obedientiam praestate et fugite et exite cum omnibus locustis,
et omnibus aliis animalibus noxiis ab omnibus finibus et possessionibus
huius oppidi, tali modo, vt nullum animal ex supradictis comedat,
rodeat
aut laedat omnes fructus, siue arbores cuiuscumque generis sint, in eo
existentes; quod si con//tra feceritis, authoritate qua fungos, iubeo,
impero et mando Satanae et omnibus furiis infernalibus, quod statim et
sine mora vos in stagnum ignis et fulguris praecipitent et incesanter
cruciant
et affligant. O miserrime Apolion, Behemot, quibus nulla creatura
miserior
et imprudentior est, quomodo post tantam gloriam, quam ob superbiam
perdidistis
audetis comparere, et brutales, immo, et pessimos molire rugitus;
erubescite
misserrimi et fugite Dei omnipotentis imperio veritati, et discedite
victi
et postrati cum omni vestra potestate horum noxiorum animalium ad loca
deserta, et in habitabilia, vbi non aratur, nec seminatur, et amplius
in
perpetuum non rebertatis in hunc oppidum per vos, ne//que per haec
animalia
maledicta, nec quaecumque alia fructus terrae corrodentia, quod vobis
praecipio
+ in nomine et virtute eius, qui venturus est iudicare vivos et
mortuos,
et saeculum per ignem. Amen.
|
|
Conjuro tercero
Oíd y
entended las palabras de mis
labios, Apolión, Satanás y Belcebú. Os conjuro +
exorcizo
y os constriño fuertemente, por el Arcángel Miguel,
Príncipe
de la milicia celeste y por aquella visión y revelación,
cuando un gran signo apareció en el cielo y un dragón
grande
y pelirrojo con siete cabezas y diez cuernos y en las cabezas diez
diademas
y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo.
Miguel
y sus ángeles luchaban con el dragón y el dragón y
sus ángeles también peleaban, pero no vencieron y ya no
tuvieron,
más, lugar en el cielo. Acordaos como caísteis desde el
cielo,
los que os levantabais resplandecientes por la mañana, y a
mí
ministro, sacerdote de Cristo prestadme obediencia y huid y salid con
todas
las langostas y todos los otros animales nocivos, de todos los
límites
y posesiones de esta ciudad, de tal manera, que ninguno de los
sobredichos
animales coma, haga por roer o dañe ningún fruto, ya sean
árboles de cualquier género que existan en él, y
si
lo contrario hiciereis, os ordeno con la autoridad que
desempeño,
y mando a Satanás y a todas las furias infernales, que
inmediatamente
y sin demora os precipiten en el estanque del fuego refulgente e
incesantemente
os flagelen y castiguen. Oh misérrimo Apolión, Behemot,
los
más miserables e imprudentes de las criaturas, como
después
de tanta gloria que por vuestra soberbia pedisteis, osáis
comparecer
y proferir brutales e incluso pésimos rugidos. Enrojeced
misérrimos
y huid del Dios omnipotente al imperio de la verdad, y marchad vencidos
y postrados con toda vuestra potestad de estos animales nocivos a los
lugares
desiertos e inhabitables, donde no se ara, ni se siembra y en adelante
nunca jamás volváis a esta ciudad por vos ni por estos
animales
malditos, ni corroáis jamás cualesquier otros frutos de
la
tierra, lo que os ordeno + en nombre y virtud de aquel, que
habrá
de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Amén.
|
Coniuratio quarta
Coniuro +
exorcizo ac viriliter astringo et
fortius ac potenter, quantus possum, et aucthoritas mea super vos se
extendit,
Apolión, Behemot et Belcebú, qui hanc tempestatem
locustarum
vel quorumcumque animalium ducitis, per haec santissima et vobis
tremenda
nomina omnipotentis Dei Thetragramaton + Iehoua + Eloy + Saday + Eloy
+//
Heli + Adonay + Sother + Sabahot + Agios + Otheos + Ischiros +
Athanatos
+ Eleyson + Alpha + et Omega + Paraclytus + Deus + Dominus + Creator +
Principium + Finis + Fortis + Sanctus + Bonus + Immutabilis + Primus +
Novissimus + Mesias + Emmanuel + Vnigenitus + Verbum + Christus + Iesus
+ Gloria + Sapientia + Iustitia + Splendor + Lux + Imago + Origo +
Sponsus
+ Mediator + Via + Veritas+ Vita + Pastor + Sacerdos + Fons + Leo +
Agnus
+ Ouis + Serpens + Vermis + Sol + Panis + Elos + Vitis + Mons + Lamia +
Aquila + et Lapis angularis + Per totam, igitur virtutem istorum
sanctorum
nominum vos ite//rum adiuro + ac strictissime vobis impero, vt statim
et
sine aliqua mora fugiatis et exeatis, fugere, et exire faciatis istam
malevolam
tempestatem locustarum vel quorumcumque aliorum animalium, ad mare vel
ad flumina, vel ad loca silvestria et inhabitabilia, vbi non aratur,
nec
seminatur, tali modo quod non comedant, nec rodant messes, fruges,
segetes,
vineas, arbores quascumque, nec herbas, quae sunt in terminis huius
oppidi,
etiam per modum transeuntis, et si abire distuleritis maledictio totius
SS. Trinitatis et Beatae Mariae Virginis descendat super vos et
percutiat
vos in ira furoris sui, sicut percusit Pharaonem et exercitum eius,
ipse
sua potentia vos compellat exire a terminis supradictis et// cogat ac
sumergat
in profundum maris.
|
|
Conjuro cuarto
Conjuro +
exorcizo y os constriño virilmente
y con toda fuerza y tan potentemente, como puedo y mi autoriad se
extiende
sobre vosotros, Apolión, Behemot y Belcebú, que
conducís
esta tempestad de langostas o de cualesquier animales. Por estos
santísimos
y para vosotros tremendos nombres: del (Thetragramaton) Dios
omnipotente,
+ Jehoua, + Eloy, + Saday, + Eloy, + Heli, + Adonay, + Sother, +
Sabahot,
+ Agios, + Otheos, + Ischiros, + Athanatos, + Eleyson, + Alpha, + et
Omega,
+ Paraclytus, + Dios, + Señor,+ Creador, + Principio, + Fin, +
Fuerte,
+ Santo, + Bueno, + Inmutable, + Primero, + Novísimo, +
Mesías,
+ Manuel, + Unigénito, + Verbo, + Cristo, + Jesús, +
Gloria,
+ Sabiduría, + Justicia, + Esplendor, + Luz, + Imagen, + Origen,
+ Esposo, + Mediador, + Camino, + Verdad, + Vida, + Pastor, +
Sacerdote,
+ Fuente, + León, + Cordero, + Oveja, + Serpiente, + Gusano, +
Sol,
+ Pan, + Elos, + Vid, + Monte, + Lamia, + Aguila, + y Piedra angular. +
Por toda la virtud de estos santos nombres, os conjuro de nuevo + y os
ordeno rigurosamente, que enseguida y sin demora alguna, huyáis
y salgáis y hagáis huir y salir esta malévola
plaga
de langostas o de cualesquier otros animales, aunque sólo vayan
de paso, hacia el mar o hacia los ríos, o hacia los lugares
selváticos
e inhabitables, donde no se ara, ni se siembra, de tal modo que no
coman
ni se dediquen a roer las mieses, frutos, siembras, viñas,
cualesquier
árboles, ni las hierbas que hay en los términos de esta
ciudad,
y si os detenéis en echarlos que la maldición de toda la
Santísima Trinidad y de la bienaventurada Virgen María
caiga
sobre vosotros y os golpee con la ira de su furor, como golpeó
al
Faraón y a su ejército. El mismo con su potencia os
obligue
a salir de los sobredichos términos y os acose y sumerja en el
profundo
del mar.
|
Eche vn puñado
de langostas en el agua.
Vsque en aeternum. Amen.
O demones
nequissimi et pessima tempestas
animalium noxiorum, percutiat vos Deus Pater + percutiat vos Deus
Filius,
+ Percutiat vos Deus Spiritus Sanctus, + Destruat vos Deus Pater, +
Destruat
vos Deus Filius, + Destruat vos Deus Spiritus Sanctus, + Comprimat vos
Deus Pater + Comprimat vos Deus Filius, + Comprimat vos Deus Spiritus
Sanctus,
+ Anihilet vos Deus Pater + Anihilet vos Deus Filius + Anihilet vos
Deus
Spiritus Sanctus + Sanctus Matheus, Sanctus Marcus, Sanctus Lucas,//
Sanctus
Ioannes Evangelista, qui Christi Evangelium per quatuor mundi partes
divulgarunt,
ipsi suis meritis, et precibus hanc plagam locustarum et omnium aliorum
animalium noxiorum a toto termino istius oppidi, et ab omnibus
christianorum
finibus ab eodem Domino Nostro Iesuchristo obtineant per aerem efugarri
et depelli.
Eche por el ayre, como
arrojándolas,
vn puñado de langostas.
Et ego
peccator et Christi sacerdos (si
es de grados diga: Christi minister exorcista), licet indignus,
authoritate
et virtute eiusdem Dei et Domini Nostri Iesu Christi summi imperatoris,
non mea potentia innixus et// confissus, vobis praecipio immundissimi
spiritus
Apolión, Behemot et Belcebu, qui hanc plagam locustarum,
bruchorum,
aut aliorum animalium nocivorum concitatis, et ad malum faciendum
commovetis,
in virtute eiusdem Dei + per sanctissimam eius Incarnationem + per
sanctam
Nativitatem + per baptismum eius + per Ieiunium ipsius + per eius
sanctissimam
+ Crucem et Passionem suam, + per admirabilem Ascensionem suam + per
tremendum
adventum eius ad iuditium + per merita intemeratae semperque Virginis
Mariae
et sanctissimi sposi eius Ioseph + et sanctorum apostolorum Petri et
Pauli,
et sanctissimi apostoli tui Bartolomaei et beatissimi patris nostri
Francisci//
et per merita omnium sanctorum, vt statim exeatis a toto supradicto
termino
cum omnibus animalibus noxiis, et pergatis ad mare vel ad loca
silvestria
et inculta, quatenus nocere non possitis per vos aut per superius
animalia
fluentibus, aut quibuscumque rebus humanis vsibus deputatis. Per eundem
Christum Dominum Nostrum. Amen.
|
|
Eche un puñado
de langosta en el agua.
Hasta la eternidad.
Amén.
Malísimos
demonios y plaga pésima
de animales nocivos, que os golpee Dios Padre + que os golpee Dios Hijo
+ que os golpee Dios Espíritu Santo. + Que os destruya Dios
Padre,
+ que os destruya Dios Hijo, + que os destruya Dios Espíritu
Santo.
+ Que os acose Dios Padre, + que os acose Dios Hijo, + que os acose
Dios
Espíritu Santo. + Que os aniquile Dios Padre, + que os aniquile
Dios Hijo, + que os aniquile Dios Espíritu Santo. + San Mateo,
San
Marcos, San Lucas, San Juan Evangelista, que divulgaron el Evangelio
por
las cuatro partes del mundo, ellos mismos por sus méritos y
oraciones
obtengan de nuestro Señor Jesucristo que esta plaga de langostas
y todos los animales nocivos sean arrojados de todo el término
de
esta ciudad y dispersados y dados a la fuga en el aire.
Eche por el aire, como
arrojándolas,
un puñado de langostas.
Y yo, pecador
y sacerdote de Cristo (si
es de grados diga: Ministro exorcista de Cristo), aunque indigno,
con
la autoridad y la virtud del mismo Dios y de nuestro Señor
Jesucristo,
supremo emperador, no apoyado y confiado en mi potencia, os mando
inmundos
espíritus Apolión, Behemot y Belcebú, que esta
plaga
de langostas, brucos o de otros animales nocivos que concitáis y
conmovéis a hacer el mal, por la virtud del mismo Dios + por su
santísima Encarnación, + por la santa Navidad, + por su
Bautismo,
+ por su Ayuno, + por su santísima + Cruz y Pasión, + por
su admirable Ascensión, + por su tremenda Venida al Juicio, +
por
los méritos de la impecable y siempre Virgen María y de
su
santo esposo San José + y de los santos apóstoles Pedro y
Pablo, y de tu santo apóstol Bartolomé y de nuestro
bienaventurado
padre Francisco y por los méritos de todos los santos, que
salgáis
inmediatamente de todo el sobredicho término, con todos los
animales
nocivos y los arrojéis al mar o a los lugares selváticos
e incultos, de manera que no podáis dañar por vosotros ni
por los animales arriba referidos, ningunas cosas consideradas
útiles
para los hombres. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
|
Puesto azia
el Oriente, diga
Adiuro + ac
fortius astringo vos inmundissimi
spiritus supradicti per nomen Domini Nostri Iesuchristi, manifestatum
in
horto, quando illic dixit iudaeis: Ego sum; et quando eisdem dixit:
Antequam
Abraham fieret ego sum. Et a Moyse dicente: Qui// est, missit me, vt
cito
et sine aliqua dilatione consummatis et destruatis omnia supradicta
animalia,
cuiuscumque generis sint. Amen.
Buélvase al
Mediodía y diga.
Iterum adiuro
+ vos et cogo, maligni spiritus
supradicti, per adventum Domini Nostri Iesuchristi, qui propter nos
homines
et propter nostram salutem descendit de coelis, et incarnatus est de
Spiritu
Sancto, ex Maria Virgine, et homo factus est, vt confestim expellatis a
toto supradicto termino dicta animalia et illa consummatis et omnia
illorum
genera et semina. Amen.
Buélvase al
Occidente, y diga.
Exorcizo vos +
supradicti demones, qui habetis
potestatem ducendi hanc plagam noxiorum animalium corrodentium messes,
arbores, vineas et alios fructus terrae in hoc termino natos, in onmine
Dei Patris + omnipo + tentis, et in nomine Iesuchristi Filii eius
Domini
Nostri + et in virtute Spiritus Sancti + vt absque vlla dilatione
exeatis
et exire faciatis a supradicto termino omnia dicta animalia cuiuscumque
generis sint. Amen.
Buélvase al
Septentrion, y diga.
Ipse vobis
imperat + maledicti daemones, qui
vos de supernis coelo//rum in aerem caliginosum quasi fulgur cadere
praecepit,
vt continuo recedatis a nobis et a termino nostro, cum omnibus
animalibus
noxiis. Amen.
Eche agua bendita a las
quatro partes,
diziendo.
Per virtutem
huius aquae benedictae fugiant
a nobis partes adversae et haec tempestas locustarum et quorumcumque
animalium
noxiorum. Amen.
|
|
Puesto hacia
el Oriente diga.
Conjuro + y
con toda fuerza os constriño
espíritus inmundísimos sobredichos, en el nombre de
Nuestro
Señor Jesucristo, manifiesto en el Huerto, cuando allí
dijo
a los judíos: Yo soy; y cuando dijo a los mismos: Antes de que
Abrahán
existiese, soy Yo. Y diciendo por Moisés: Quien es, me
envió;
para que ya, y sin dilación alguna, aniquiléis y
destruyáis
todos los sobredichos animales, de cualquier género que sean.
Amén.
Vuélvase al
Mediodía y diga.
De nuevo os +
conjuro y obligo, malignos espíritus
sobredichos, por la venida de Nuestro Señor Jesucristo, que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del
cielo
y se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de la
Virgen María y se hizo hombre, para que enseguida
expulséis
de todo el sobredicho término a dichos animales y todos los
descendientes
y semillas de ellos. Amén.
Vuélvase al
Occidente y diga.
Os exorcizo +
demonios sobredichos, que tenéis
potestad de conducir esta plaga de animales nocivos, que corroen las
mieses,
árboles, viñas y otros frutos de la tierra nacidos en
este
término, en el nombre de Dios Padre + omnipo + tente, y en el
nombre
de Jesucristo su Hijo, Nuestro Señor + y en virtud del
Espíritu
Santo + para que sin dilación alguna salgáis + y
hagáis
salir del sobredicho término todos los dichos animales de
cualquier
género que sean. Amén.
Vuélvase al
Septentrion y diga.
El mismo os
manda + malditos demonios, que
mandó que cayeseis desde lo alto del cielo como centellas en las
tinieblas, para que siempre os apartéis de nosotros y de nuestro
término con todos los animales nocivos. Amén.
Eche agua bendita a las
cuatro partes,
diciendo.
Por la virtud
de este agua bendita huyan de
nosotros nuestros enemigos y esta plaga de langostas y de cualesquier
animales
nocivos. Amén.
|
Puesto de
rodillas, diga.
OREMUS
Omnipotens
sempiternae Deus, salus aeterna
credentium, et// medicina, exaudi nos pro termino isto et fructibus
eius,
clamantes ad te, et eos pro tua pietate liberare digneris a diabolica
potestate,
et ab his animalibus furentibus fructus terrae, sicut liberasti Adam
primum
parentem nostrum de inferno. Amen. + Petrum de carcere, + Paulum de
vinculis,
+ Susanam de falso crimine + Luciam virginem et martyrem de Lupanari, +
Tres pueros de camino ardentis, + Ionam de ventre caeti + Danielem de
laqueo
leonum, + David regem de gladio maligno, + Magdalenam de septem
daemoniis,
+ qui iussisti paralitico tollere grauatum suum et ambulare; ita Domine
liberare digneris fructus huius populi ab ista infestatione horum
animalium
noxiorum. Amen.//
|
|
Puesto de
rodillas, diga.
OREMOS
Omnipotente y
sempiterno Dios, salud eterna
y medicina para los creyentes, escucha nuestras súplicas en
favor
de este término y de sus frutos y dígnate librarlos de la
potestad diabólica y de estos animales que devoran furiosos los
frutos de la tierra, como liberaste a Adam nuestro primer padre del
infierno.
Amen. + A Pedro de la cárcel, + a Pablo de las cadenas, + a
Susana
de la falsa acusación, + a Lucía virgen y mártir
del
lupanar, + a los Tres niños del camino ardiente, + a
Jonás
del vientre del cetáceo, + a Daniel del lago de los leones, + al
Rey David de la espada maligna, + a Magdalena de los siete demonios, +
que mandaste al paralítico quitar su camilla y andar;
dígnate,
Señor, liberar así los frutos de este pueblo de la
infección
de estos animales nocivos. Amen.
|
OREMUS
Gratiam tuam,
quaesumus Domine mentibus nostris
infunde, vt qui angelo nuntiante, Christi Flii tui Incarnationem
cognovimus,
per Passionem eius et Crucem ad Resurrectionis gloriam perducamur, et
ab
istis pessimis locustis, bruchiis, pulgone, vermibus, aut quibuscunque
animalibus noxiis misericorditer liberemur. Per eundem Dominum nostrum
Iesum Christum Filium tuum, qui tecum viuit et regnat in saecula
saeculorum.
Amen.
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum Spiritu tuo.
V. Sequentia Sancti Evangelii
secundum Lucam.//
R. Gloria tibi Domine.
In illo
tempore missus est angelus Gabriel
a Deo in civitatem Galileae, cui nomen Nazareth, ad Virginem desposatam
viro, cui nomen erat Ioseph de domo David, et nomen virginis Maria; et
ingressus angelus ad eam dixit: Ave gratia plena, Dominus tecum,
benedicta
tu in mulieribus. Quae cum audisset turbata est in sermone eius, et
cogitabat
qualis esset ista salutatio, et ait angelus ei: Ne timeas Maria,
invenisti
enim gratiam apud Deum, ecce concipies in vtero et paries filium et
vocabis
nomen eius Iesum. Hic erit magnus, et filius Altissimi vocabitur, et
dabit
illi Dominus Deus sedem David patris sui, et regnabit domo Iacob in
aeternum,
et// regni eius non erit finis. Dixit autem Maria ad angelum: Quomodo
fiet
istud, quoniam virum non cognosco? Et respondens angelus dixit ei:
Spiritus
Sanctus superveniet in te et virtus Altissimi obumbrabit tibi, ideoque
et quod nascetur ex te Sanctum, vocabitur Filius Dei, et ecce Elisabeth
cognata tua, et ipsa concepit filium in senectute sua, et hic mensis
est
sextus illi quae vocatur sterilis, quia non erit impossibile apud Deum
omne Verbum. Dixit autem Maria: Ecce ancilla Domini, fiat mihi secundum
Verbum tuum.
V. Laus tibi Christe.
|
|
OREMOS
Te rogamos,
Señor, que infundas tu
gracia en nuestras mentes, para que los que por el anuncio del
ángel
hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su
Pasión
y su Cruz seamos llevados a la gloria de la Resurrección, y
seamos
liberados misericordiosamente de estas pésimas langostas,
brucos,
pulgón, gusanos, o cualesquier animales nocivos. Por el mismo
Cristo
Nuestro Señor, Hijo tuyo, que vive y reina contigo por los
siglos
de los siglos. Amen.
V. El Señor esté
con vosotros.
R. Y con tu Espíritu.
V. Secuencia del Santo Evangelio
según
San Lucas.
R. Gloria a tí,
Señor.
En aquel
tiempo envió Dios al ángel
Gabriel a una ciudad de Galilea, que se llamaba Nazaret, a una joven
prometida
a un hombre de la estirpe de David, de nombre José; la joven se
llamaba María. El ángel, entrando a donde estaba ella, le
dijo: Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.
Ella
se turbó al oír estas palabras, preguntán- dose
qué saludo era aquél. El ángel
le dijo: Tranquilízate, María, que Dios te mira con
agrado.
Pues, mira, vas a concebir, darás a luz un hijo y le
pondrás
de nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del
Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David
su padre; reinará para siempre en la casa de Jacob y su reinado
no tendrá fin. María dijo al ángel:
¿Cómo
sucederá eso, si no vivo con un hombre? El ángel le
contestó:
El Espíritu Santo bajará sobre tí y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que va a
nacer
será santo, se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a
tu pariente Isabel: a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y la que
decían que era estéril está ya de seis meses; para
Dios no hay nada imposible. María contestó: Aquí
está
la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que has
dicho.
V. Alabanza a tí,
Cristo.
|
Coniuratio quinta
Iterum,
fortissime et strictissime exorciço,
ego et astringo vos// Apolión, Belcebu, Satana per humilitatem
Beatissimae
Virginis Mariae Dominae Nostrae, et per inefabilem maternitatis
dignitatem,
quam in executione, sua purissima virginitate, et profundissima
humilitate,
a Deo consequi meruit, et per eius sanctissimam vitam, quam semper cum
maximis meritis in mundo vixit, et per copiossisima merita omnium
electorum,
patriarcharum, prophetarum, apostolorum, evangelistarum, martyrum,
confessorum,
virginum, et totius curiae celestis, vt confestim absque vlla mora
confundatis,
destruatis, et anihiletis omnes locustas, bruchos, et omnia alia
animalia,
et eorum semina, et vestigia, tam istorum quam aliorum etiam hic seu in
omnibus superius dictis nominatorum, fructus terrae corrodentium, et
amplius
non revertatis, nec revertere faciatis aliquem ex vobis, vel ex sociis
vestris, et sempiternum chaos, et inmensa distantia sit inter vos et
omnia
supradicta animalia, cum oppido isto et toto eius termino, et sicut
Deus
separavit coelum a terra, mare ab arida, lucerna a tenebris, sic
separati
sint omnes vos et cuncta nominata animalia, a toto dicto termino et ab
omnibus christianorum finibus. Per Christum Dominum Nostrum. Amen.
|
|
Conjuro quinto
De nuevo
exorcizo, obligo y coacciono con
toda la fuerza y rigor, a vosotros Apolión, Belcebú,
Satanás
por la humildad de la bienaventuradísima Virgen María
Nuestra
Señora, y por la inefable dignidad de la maternidad, la cual
mereció
conseguir de Dios por su purísima virginidad y su
profundísima
humildad, y por su santísima vida, que siempre vivió en
el
mundo con los mayores méritos, y por los copiosísimos
méritos
de todos los elegidos, patriarcas, profetas, apóstoles,
evangelistas,
mártires, confesores, vírgenes y de toda la corte
celestial,
para que de forma inminente, sin demora alguna, confundáis,
destruyáis
y aniquiléis todas las langostas, brucos y todos los animales y
sus semillas y vestigios, tanto de éstos como de cualesquier
otros
que haya aquí, es decir, de todos los nombrados anteriormente,
que
corroen los frutos de la tierra, y no volváis jamás a
venir,
ni hagáis retornar a ninguno de vosotros ni de vuestros socios,
y se establezca un sempiterno caos e inmensa distancia entre vosotros y
los sobredichos animales, con esta ciudad y con todo su término,
y como Dios separó el cielo de la tierra, los mares de los
terrenos
áridos, las luces de las tinieblas, así sean separados
todos
vosotros y los sobredichos animales de todo el dicho término y
de
todos los límites de los cristianos. Por Cristo Nuestro
Señor.
Amén.
|
Coniuratio sexta
Ergo,
maledicte demone Apolión, creatura
damnata, reprobata et// maledicta a Deo in aeternum ob superbiam et
nequitiam,
spiritus immunde, recognosce sententiam iustissimae damnationis tuae
et,
licet invictus, coactus, secundum obstinatam voluntatem tuam, da
honorem
Deo viuo et vero, + da honorem Jesu Christo filio eius Domino Nostro, +
da honorem Spiritui Sancto Paraclyto, + da honorem gloriosissimae
Virgini
Mariae + Matri eiusdem Domini Nostri Iesu Christi; per Conceptionem
suam
purissimam et inmaculatam te privo omni tua virtute nociva et expelo
cum
omni tua factura istorum noxiorum animalium a toto termino huius populi
per Nativitatem et Virginitatem suam, per sanctissimum lac, quo
nutrivit
suum amantissimum Filium// per eius sanctissima merita et per omnia,
quae
possunt dici et cogitare de ea, et per omnia eius sanctissima nomina,
scilicet,
Virgo, + Flos, + Nubis, + Regina, + Imperatrix, + Domina, + Aurora, +
Ancilla,
+ Hortus, + Fons, + Puteus, + Sol, + Luna, + Porta Coeli, + Domus Dei,
+ Beata, + Gloriosa, + Pia, + Aula, + Rubus incombustus, + Scala Dei, +
Stella matutina, + Turris Dauidica, + Auxiliatrix, + Thalamus, +
Margarita,
+ Tabernaculum, + Amica, + Vellus Gedeonis, + Pulchra, + Mater, + Alma,
+ Sponsa, + Formosa, + Benedicta, + Pellis Salomonis, + Lilium inter
spinas,
+ Virga Iese, + Virgula fumi, + Amicta sole, + et Stella Maris. + Per
haec
sanctis//sima nomina et per omnia alia en quibus Deus mirabilis
apparet,
siue in coelestibus hierarchiis, siue in terrestribus ordinibus, tibi
potenter
impero et mando, vt statim hoc opus nocivum relinquas, locustas
destruas,
et omnia animalia fructus terrae debastantia perdas et consumas tali
modo,
quod cohibita sit haec plaga, nec remaneat aliquod semen super faciem
terrae,
nec suptus terram, quod si more tuo bestialissimo mandatis ac preceptis
meis tibi in virtute Dei omnipotentis factis obedire contempseris, per
omnia sanctissima supradicta verba et coniurationes, contra te coniuro
+ Luciferum, Belcebu, Satanam, et omnes spiritus infernales, nullo
deficiente,
quatenus per virtutem omnium// supra dictorum, et etiam huius
sanctissimi
nominis Dei Thetragamaton + et per Incarnationem Domini Nostri Iesu
Christi
+ ac eius sanctissimam et acerbissimam Passionem, contra te et omnes
socios
ac satellites tuos, omni sua indignatione, impetu ac furore maximo
insurgant
et irruant, et te in maiorem cruciatum accidentalem et duriorem locum
totius
inferni praecipitent et torqueant omnibus poenis + et cruciatibus
durius
et acrius accidentaliter solito cruciandum, vbi nullus ordo, sed
sempiternus
horror inhabitat, qui vere locus vobis omnibus a Deo auersis et omni
malitia
obstinati, vt vilissimus, sordidissimus, faetidissimus ac solo aspectu
horribilissimus debetur, vbi continuus dolor se//va vexatio,
lacrymabilis
ac maestissimus fletus et vllulatus vester sempiternus, et omnium
damnatorum
semper auditur, et fumus tormentorum vestrorum suffocet vos virtute ac
imperio Sanctissimae Trinitatis + cui honor et gloria in saecula
saeculorum.
Amen.
|
|
Conjuro sexto
Por eso,
maldito demonio Apolión, creatura
condenada, reprobada y maldita por Dios, eternamente, por tu soberbia y
malicia, espírtu inmundo, reconoce la sentencia de tu
justísima
condenación y, aunque sumido en tu obstinada voluntad, honra al
Dios vivo y verdadero + honra a Jesucristo, su Hijo, Nuestro
Señor
+ honra al Espíritu Santo Paráclito + honra a la
gloriosísima
Virgen María, + Madre del mismo Jesucristo, Nuestro
Señor.
Por su Concepción purísima e inmaculada te privo de toda
virtud nociva y te rechazo con toda tu factura de estos animales
nocivos
de todo el término de este pueblo; por su Natividad y
Virginidad,
por la santísima leche con que nutrió a su
amantísimo
Hijo;// Por sus santísimos méritos y por todas las cosas
que pueden ser dichas y pensarse de ella, y por todas sus
santísimas
denominaciones, a saber, Virgen + Flor + Nube + Reina + Emperatriz +
Señora
+ Aurora + Esclava + Huerto + Fuente + Pozo + Sol + Luna + Puerta del
Cielo
+ Casa de Dios + Bienaventurada + Gloriosa + Piadosa + Sala + Hoguera
siempre
ardiendo + Escala de Dios + Estrella matutina + Torre de David +
Auxiliadora
+ Tálamo + Margarita + Tabernáculo + Amiga + Vestido de
Gedeón
+ Bella + Madre + Alma + Esposa + Hermosa + Bendita + Tienda de
Salomón
+ Lirio entre espinas + Vara de Jesé + Columna de humo + Vestida
de sol + y Estrella del mar. + Por estos santísimos nombres y
por
todas las otras cosas en las que Dios se muestra admirable, ya sea en
las
jerarquías celestes, ya en el orden terrestre, te ordeno con
potencia
y mando que inmediatamente abandones esta obra nociva, destruyas las
langostas
y pierdas y aniquiles todos los animales que devastan los frutos de la
tierra, de tal modo, que sea cohibida esta plaga y que de ella no reste
semilla alguna sobre la faz de la tierra ni bajo la tierra; pero si de
acuerdo con tus costumbres bestialísimas, desprecias obedecer
mis
órdenes y preceptos dados a tí por virtud de Dios
omnipotente,
por todas las santísimas palabras sobredichas y conjuros, contra
tí conjuro, + Lucifer, Belcebú, Satanás y todos
los
espíritus infernales, sin que falte ninguno, que por la virtud
de
todas las cosas sobredichas y de este santísimo nombre
(Thetragamaton)
+ y por la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo + y de
su santísima y durísima Pasión, se levanten e
irrumpan
contra tí y todos tus socios y satélites, con toda su
indignación,
ímpetu y máximo furor y te precipiten en los mayores
flagelos
y lugar más duro de todo el infierno y te quebranten con todas
las
penas + y duros castigos y el más fuerte de los flagelos
acostumbrados,
allí donde no existe orden alguno, sino que habita el sempiterno
horror, cuyo lugar ha sido creado para todos vosotros, apartados de
Dios,
y obstinados en toda malicia, como lugar muy vil, sórdido,
hediondo
y horribílisimo, en sólo su aspecto, donde se contempla
el
dolor continuo, la insidiosa vejación, las lágrimas y
donde
se oye el más triste llanto y aullido vuestro sempiterno y de
todos
los condenados; y que el humo de vuestros tormentos os ahogue por
virtud
y poder de la Santísima Trinidad + a quien sea tributado todo
honor
y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
|
Coniuratio septima
Adiuro te
immundissime spiri + tus Apolión,
cum omnibus legionibus et satellitibus tuis per Deum + verum et trinum,
et illam humilissimam obedientiam Sanctissimae Virginis Mariae quam
ostendit,
respondens beato archangelo Gabrieli: Ecce ancilla Domini fiat mihi
secundum
Verbum tuum; et per obedientialem// conversionem beati Pauli, qui
lumine
divino postratus continuo dixit: Domine quid me vis facere? Et subitam
beati Mathaei Apostoli, qui a Christo vocatus, statim sequutus est eum,
sic subito et absque vlla dilatione expellatis a toto termino huius
oppidi
omnia supradicta animalia + fructus terrae debastantia, quod vobis
praecipio,
tamquam Ecclesiae minister et sacerdos (si fuere exorcista diga:
licet indignus minister exorcista), illius sacerdotis, qui etiam fuit
simul
hostia et sacrificium Deo Patri gratissimum. Ergo maledicte demon, da
honorem
Deo viuo et vero + da honorem Jesu Christo filio eius, Domino nostro +
da honorem Spiritui Santo Paraclyto, + exurgat Deus et disipentur
inimici//
eius, et fugiant qui oderunt eum a facie eius, + sicut fluit cera a
facie
ignis, sic pereant omnia supradicta animalia fructus terrae
corrodentia.
Per eum qui venturus est iudicare viuos et mortuos et saeculum per
ignem.
Amen.
Eche agua bendita a las
quatro partes,
diziendo.
Per virtutem
huius aquae benedictae fugiant
a nobis partes adversae, et haec tempestas locustarum et quorumcumque
animalium
noxiorum. Amen.
|
|
Conjuro séptimo
Te conjuro,
inmundísimo espíri
+ tu Apolión, junto con todos tus satélites y legiones,
por
el Dios + verdadero y trino, y aquella humildísima obediencia de
la Santísima Virgen María, que hizo manifiesta
respondiendo
al bienaventurado arcángel Gabriel: He aquí la esclava
del
Señor, hágase en mí según tu palabra; y por
la obediente conversión del bienaventurado Pablo, que abatido
por
la luz divina dijo en seguida: Señor que quieres que haga? Y la
rápida respuesta del bienaventurado Mateo, que llamado por
Cristo,
al instante le siguió; así inmediatamente, y sin
dilación
alguna expulsad de todo el término de esta ciudad a todos los
sobredichos
animales + que devastan los frutos de la tierra, lo qual os mando como
ministro y sacerdote (Si es exorcista, diga: aunque indigno
ministro
exorcista) de aquel Sacerdote, que también fue
simultáneamente
hostia y sacrificio gratísimo a Dios Padre. Por tanto, maldito
demonio,
honra a Dios vivo y verdadero + honra a Jesucristo, su Hijo, Nuestro
Señor,
+ honra al Espíritu Santo Paráclito, + aparezca Dios y se
disipen sus enemigos y huyan los que le odian de su faz; + como se
derrite
la cera ante el fuego, así perezcan todos los sobredichos
animales
que corroen y devastan los frutos de la tierra. Por aquel que ha de
venir
a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Amén.
Eche agua bendita a las
cuatro partes,
diciendo.
Por la virtud
de este agua bendita huyan de
nosotros los enemigos y esta plaga de langostas y de cualesquier otros
animales nocivos. Amén.
|
Puesto de
rodillas dirá.
OREMUS
O Altissime
Deus! O Summa Maiestas et inefabilis
essentiae Di//vinae! quae (sic) sapientiae Deitas, Alpha et
Omega,
carens principio et fine, Verbum sine tempore, cui omnia possibilia
sunt;
o inefabilis et admiranda Deitas, o summa potestas, o virtus altissima,
omnis homo vivens cognoscat, quod tu Deus et rex omnium regum et
Dominus
dominantium, quod pius et misericors ac clemens et benignus et
gloriosus
atque mirabilis in sanctis tuis, mundum tenens in manu tua et absque
consilio
et alterius rei auxilio, omne quod creatum est in potestas tua
conservas,
ego quidem vt creatura tua et famulus tuus indignus, et filius ancillae
tuae, licet sim pulvis et cinis, corde durus et ignorans et miser
peccator,
et insufficiens mea fragilitate et defectu virtutis ad te recurro,
confiden//ter,
veluti ad tutissimum portum et refugium singulare; te Deum ac Dominum
meum
reverenter deprecor ac humiliter supplico, quantum scio et possum, vt
non
respicias peccata mea, sed tuam piissimam misericordiam, quatenus
digneris
nunc mecum esse in hoc opere; nec mihi indigno sacerdoti peccatori
tribuas
secundum peccata mea, quibus agravatus sum, et mea temiritate
involutus;
sed tu, qui clemens es et pius, propitius et benignus adesto mihi et
miserere
mei, cum maior sit misericordia tua, quam peccata mea. Proinde digneris
me exaudire, sicut exaudisti tres pueros in camino ignis ardentis,
Jonam
de ventre ceti, Petrum de carcere, Mariam Magdalenam pro peccatis
suis//
ad te veniam deprecantem, latronem in cruce; et sicut Catharinam in
tormentis
rotarum, et Margaritam a terrore draconis liberasti, sic dulcisime
Pater
exaudi me et mihi misero peccatori sacerdoti potestatem tuam concede,
quam
confidenter imploro, et praesta mihi donum gratiae tuae, quod a te nunc
peto, vt in tuo nomine effugare et expellere valeam hanc pessimam
plagam
locustarum, pulgonis, vermium, lubriginum, aut quorumcumque aliorum
animalium
a toto termino istius oppidi et ab omnibus christianorum finibus, quod
donum tuae gratiae mihi concedere digneris, tu qui solus es verus Deus,
creator omnium, et viuis et regnas in saecula saeculorum. Amen.//
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
V. Sequentia Sancti Evangelii
secundum Matheum.
R. Gloria tibi Domine.
|
|
Puesto de
rodillas, dirá.
OREMOS
Oh
Altísimo Dios! Oh suma Majestad
e inefable esencia y sabiduría Divina! Deidad, Alfa y Omega,
carente
de principio y fin, Verbo atemporal, para quien todas las cosas son
posibles;
Oh inefable y digna de admiración Deidad, Oh suma Potestad, Oh
Virtud
altísima, conozca todo hombre viviente, que tú Dios y Rey
de todos los reyes y Señor de los que dominan, que piadoso y
misericordioso
y clemente y benigno y glorioso y admirable en tus santos, sosteniendo
el mundo en tu mano, sin consejo ni ayuda de otro, conservas todo lo
creado
por tu potestad; yo, ciertamente, como creatura tuya e indigno siervo
tuyo,
hijo de tu esclava, aunque soy polvo y ceniza, de corazón duro e
ignorante y mísero pecador e insuficiente por mi debilidad y
deficiente
virtud, recurro a tí confiadamente, como a puerto
segurísimo
y refugio singular; te suplico reverentemente a tí Dios y
Señor
mío, en lo que sé y puedo, que no mires mis pecados, sino
que por tu piadosísima misericordia, te dignes estar conmigo en
esta obra; ni a mí indigno sacerdote, me retribuyas de acuerdo
con
mis pecados, con cuyo peso debo cargar y me encuentro envuelto por mi
temeridad;
pero tú que eres clemente y piadoso, muéstrate propicio y
benigno hacia mí, y apiádate de mí, pues tu
misericordia
es mayor que mis pecados. Por tanto, dígnate escucharme, como
escuchaste
a los Tres niños en el camino del fuego incandescente, a
Jonás
desde el vientre del cetáceo, a Pedro en la cárcel, a
María
Magdalena cuando te pidió perdón de sus pecados, al
Ladrón
en la Cruz; y lo mismo que liberaste a Catalina de los tormentos de las
ruedas y a Margarita del terror del Dragón, así
dulcísimo
Padre escúchame y concede tu potestad a mí indigno
sacerdote
tuyo, la cual confiadamente imploro, y dame el don de tu gracia, que
ahora
pido de tí, para que en tu nombre sea capaz de ahuyentar y
expulsar
esta pésima plaga de langostas, de pulgón, gusanos,
lombrices
y cualesquier otros animales, de todo el término de esta ciudad
y de todos los límites de los cristianos, el cual don de tu
gracia
dígnate concedérmelo, tú que eres solo Dios
verdadero,
creador de todos y vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El Señor esté
con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Secuencia del Santo Evangelio,
según
San Mateo.
R. Gloria a tí,
Señor.
|
In illo
tempore
convocatis Jesus discipulis suis dedit illis potestatem super spiritus
immundos, vt eiicerent et curarent omnem languorem et omnem
infirmitatem.
Duodecim autem apostolorum nomina sunt haec: primus Simon, qui dicitur
Petrus et Andreas, frater eius, Iacobus Zebedei et Ioannes, frater
eius,
Phlilippus et Bartholomeus, Thomas et Matheus publicanus, Iacobus
Alphei
et Tadaeus, Simon Cananaeus et Iudas Iscariotes, qui eum tradidit. Hos
duodecim missit Iesus praecipiens eis, dicens: In viam// gentium ne
abieritis
et in civitates samaritanorum ne intraveritis; sed potius, ite ad oves,
quae perierunt domus Israel; euntes, autem, praedicate dicentes quia
apropinquat
regnum coelorum, infirmos curate,
mortuos suscitate, leprosos mundate,
daemones eiicite; gratis accepistis, gratis date.
R. Laus tibi Christe.
Per Evangelica
Sancta dicta, praecipio vobis
+ Behemot + et Apolión, ducibus locustarum, bruchorum aut
istorum
animalium, vt fugiatis cum toto exercitu vestro maledicto, et a cuncto
termino istius oppidi, ita vt messes, fruges, vineas, arbores et omnes
aliae plantae incolumes et intactae remaneant, in nomine Patris + et
Filii
+ et Spiritus Sancti. + Amen.//
|
|
En aquel
tiempo,
llamando a sus doce discípulos les dio autoridad sobre los
espíritus
inmundos para expulsarlos y curar todo achaque y enfermedad. Los
nombres
de los doce apóstoles son éstos: el primero Simón,
al que llaman Pedro, y su hermano Andrés; Santiago Zebedeo y su
hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el
recaudador,
Santiago Alfeo y Tadeo; Simón el Fanático y Judas
Iscariote,
el mismo que lo entregó. A estos doce los envió
Jesús
con estas instrucciones: No vayáis a tierras de paganos ni
entréis
en la provincia de Samaría; id a las ovejas descarriadas de
Israel.
Por el camino proclamad que el reinado de Dios está cerca, curad
enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. De balde
lo recibisteis, dadlo de balde.
R. Alabanza a ti, Cristo.
Por los Santos
Evangelios proclamados os ordeno
+ Behemot, + y Apolión, jefes de las langostas, brucos o de
estos
animales, que huyáis con todo vuestro maldito ejército y
de todo el término de esta ciudad, de manera que las mieses,
siembras,
viñas, árboles y todas las otras plantas permanezcan
intactas
e incólumes, en el nombre del Padre + y del Hijo + y del
Espíritu
Santo. + Amén.
|
Coniuratio octava
Behemot,
Apolión, Belcebu, Satana,
duces locustarum et omnium animalium noxiorum, coniuro et constringo
vos
+ nefandissimos spiritus per Deum, quem Moyses nominavit, et + omnes
aquae
fluminum, paludum in terra Aegipti, quae computruerunt, per illum vos
coniuro
+ quem Moyses nominavit et omnia flumina, ranas immundas ebullierunt,
quae
ascenderunt in domos et in cubicula aegiptiorum ipsos molestantes. Per
illum vos adiuro + quem Moyses nominavit percutiens pulverem terrae, et
facti sunt cinises, in omnibus iumentis Aegipti ipsa gravando, et
molestan//do.
Per ipsum vos coniuro + quem Moyses nominavit et fuit grando, qualis
non
fuit ab initio mundi in todo Aegipto, ita quod homines et iumenta, quae
erant in agris, mortua sunt. Per ipsum vos coniuro + quem Moyses
nominavit,
et apparuerunt locustae super faciem terrae et devoraverunt quae
residua
fuerunt grandine. Per ipsum vos coniuro + quem Moyses nominavit, et
tenebrae
factae sunt horribiles. Per eum vos adiuro + quem Moyses nominavit et
omnia
primogenita Aegipti perierunt. Per ipsum vos adstringo + quem Moyses
nominavit
et totum populum israeliticum liberavit, et per eum vos coniuro + qui
venturus
est iudicare viuos et mortuos, et saeculum per ignem. Amen.//
|
|
Conjuro octavo
Behemot,
Apolión, Belcebú, Satanás,
conductores de las langostas y de todos los animales nocivos, os
conjuro
+ y constriño + nefandísimos espíritus, por el
Dios,
a quien nombró Moisés y + todas las aguas de los
ríos
y lagunas de Egipto se pudrieron; os conjuro por Aquél + a quien
nombró Moisés, y de todos los ríos saltaron ranas
inmundas que subieron a las casas y habitaciones de los egipcios,
haciéndoles
la vida insoportable. Por Aquél yo os conjuro + a quien
nombró
Moisés, golpeando el polvo de la tierra, el cual se
convirtió
en mosquitos, que picaron y molestaron a todas las
acémilas.
Por el mismo
os conjuro + a quien nombró
Moisés y hubo granizo, como no lo hubo desde el inicio del mundo
en todo Egipto, de tal manera que los hombres y asnos que había
en el campo, murieron. Os conjuro por el mismo + a quien nombró
Moisés y aparecieron las langostas sobre la faz de la tierra y
devoraron
los residuos dejados por el granizo. Os conjuro por el mismo + a quien
nombró Moisés y se hicieron unas tinieblas horribles. Os
conjuro por Aquél + a quien nombró Moisés y
murieron
todos los primogénitos de Egipto. Os constriño por el
mismo
+ a quien nombró Moisés y liberó a todo el pueblo
de Israel, y os conjuro por Aquél + que vendrá a juzgar a
los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego. Amén.//
|
Coniuratio nona
O spiritus
immundissimi, ego in virtute Iesu
Christi Domini Nostri, et potestate mihi a Sancta et Catholica Ecclesia
concessa praecipio vobis diaboli maledicti et pessima animalia, et
constringo
vos, vt simul ab omnibus finibus istius oppidi continuo fugiatis et
exeatis,
neminem laedentes, et hoc vobis praecipio per Deum Patrem omnipotentem
+ creatorem coeli et terrae, et per Deum et Dominum Nostrum
Iesuchristum
+ Filium eius + et per Deum Spiritum Sanctum + et per potestatem nobis
concessam ab eodem dicente: ecce vobis dedi potestaten calcandi super
ser//pentes
et scorpiones et super omnem virtutem inimici, et illam potestatem
nobis
iterum concessam, dicendo: signa autem eos qui crediderint, haec
sequentur:
in nomine meo daemonia eiicient, + serpentes tollent. Per quam, igitur,
potestatem vobis praecipio et strictissime mando vt statim et absque
aliqua
mora fugiatis et exeatis ab omnibus finibus supradictis huius termini,
et nullo modo laedatis quaecumque semina terrae, nec sit vobis potestas
nocendi ea, nec etiam transeundi, et si adhuc rebelles fueritis, more
vestro
bestialissimo et non feceritis omnia, quae ego in nomine et virtute
Domini
Nostri Iesuchristi, vobis praecipio, ipse piissimus Dominus per suam
sanctissimam
Passionem et Crucem// et preciossimum Sanguinem suum, et per merita
atque
intercessionem Sanctissimae Virginis Mariae Matris suae charissimae,
dominae
et advocatae nostrae augeat super vos crudelissimas poenas, et ipsemet
dignetur venire super vos cum exercitu angelorum et vos in ignem
aeternum
proiiciat. Eche las langostas en la lumbre. In perpetuo
cruciandos
et concremandos, et non sinat nec permittat inde vos exire. Amen.
|
|
Conjuro noveno
Oh
espíritus inmundísimos, yo,
por la virtud de Jesucristo Nuestro Señor y el poder otorgado a
mí por la Santa Iglesia Católica, os mando a vosotros,
diablos
malditos y animales pésimos, y os constriño, para que al
mismo tiempo y de inmediato huyáis y salgáis de todos los
términos de esta ciudad, sin dañar a nadie, y os lo mando
por Dios Padre Omnipotente + creador del Cielo y de la tierra, y por
Dios
y Señor nuestro Jesucristo + su Hijo + y por Dios
Espíritu
Santo + y por la potestad concedida a nosotros por Él, cuando
dijo:
He aquí que os he dado potestad de pisar sobre serpientes y
escorpiones
y sobre toda la fuerza del enemigo; y aquella potestad concedida de
nuevo
a nosotros, cuando dijo: Los signos que seguirán a los que
creyeren,
serán éstos: En mi nombre arrojarán los demonios +
matarán las serpientes. Por esta potestad os ordeno y mando con
todo rigor, que inmediatamente y sin demora alguna huyáis y
salgáis
de todos los espacios sobredichos de este término, y en
ningún
caso dañéis semilla alguna de la tierra, ni
tengáis
potestad de dañarla, ni de andar de un lado hacia otro, y si os
mantenéis rebeldes de acuerdo con vuestra bestialísima
costumbre
y no cumpliereis todas las cosas que yo en nombre y virtud de Nuestro
Señor
Jesucristo os mando, el mismo piadosísimo Señor por su
Santa
Pasión y Cruz y por su preciosa Sangre, y por los méritos
e intercesión de la Santísima Virgen María, su
Madre,
amadísima Señora y abogada nuestra, aumente sobre
vosotros
las cruelísimas penas y el mismo se digne venir contra vosotros
con el ejército de los ángeles y os precipite en el fuego
eterno. Eche las langostas en la lumbre. donde sufriréis
escarnio y fuego perpetuo, y no os deje ni permita salir de
allí.
Amén.
|
Pro Sancto
Gregorio episcopo hostiensi.
ANTIPHONA
Sacerdos et
pontifex et virtutum opifex, pastor
bone in populo, ora pro nobis Dominum.//
V. Ora pro nobis Beate Gregori.
R. Vt digni efficiamur, etc.
OREMUS
Deus qui Beato
Gregorio Episcopo et Confessori
contra erucam vinearum, lubriginum, frumentis nocibam, vermiculum
seminum
terrae et locustarum pestem, specialem gratiam contulisti, concede
propitius,
vt qui tua beneficia devote poscimus, eius meritis et precibus a
corrosione
et consumptione istarum et quarumcumque pestium in fructibus nostris
misericorditer
liberemur. Per Christum Dominum Nostrum. Amen.//
|
|
A
San Gregorio
Obispo Ostiense.
ANTÍFONA
Sacerdote y
pontífice y constructor
de virtudes, pastor bueno con el pueblo, ruega por nosotros.
V. Ruega por nosotros,
bienaventurado Gregorio.
R. Para que seamos dignos, etc.
OREMOS
Oh Dios que al
bienaventurado Gregorio obispo
y confesor otorgaste especial gracia contra la oruga de las
viñas,
el gusano dañino del trigo, el insecto de las semillas de la
tierra
y contra la peste de las langostas, dotaste de especial carisma;
concede
propicio, que los que devotamente gozamos de tus beneficios, por sus
méritos
y preces seamos liberados misericordiosamente de la corrosión y
hambre devoradora de estas y otras cualesquier pestes que atacan
nuestros
frutos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
|
Pro Sancto
Ludovico Episcopo et Confessore.
ANTIPHONA
Rosa vernans
charitatis, lilium virginitatis,
stella fulgens Ludovicus, vas sanctitis, ora pro nobis Dominum.
V. Ora pro nobis Beate
Ludovice.
R. Vt digni efficiamur
promissionibus Christi.
OREMUS
Deus qui
Ecclesiam tuam dispositione mirabili
nobis semper illustras sactorum splendoribus, tri//bue quaesumus, vt
qui
beati Ludovici confessoris tui atque pontificis commemoratione
gratulamur,
ad eius consortium foeliciter perducamur, et eius meritis et precibus
ab
istis locustis, bruchis, pulgonibus, vermibus et omnibus aliis
animalibus
fructus terrae corrodentibus misericorditer liberemur.
OREMUS
Deus qui non
mortem, sed poenitentiam desideras
peccatorum, populum tuum ad te reuertentem, propitius respice, et
flagella
tuae iracundiae, quae pro peccatis nostris meremur, a nobis clementer
averte.//
Deus qui culpa
offenderis, poenitentia placaris,
preces populi tui supplicantis propitius respice, et hanc plagam
noxiorum
animalium ab eo clementer averte.
Deus
fragilitatis humanae mirificus consolator
et largitor bonorum omnium, praesta nobis vt fructus terrae, quos te
largiente
terra protulit, illaesos perfectosque durare concede, vt his auxiliis
adiuti
te semper laudemus atque ferventer diligamus. Per Christum Dominum
Nostrum.
Amen.
Eche agua bendita a las
quatro partes,
y diga.
Per virtutem
huius aquae benedictae fugiant
a nobis partes adver//sae et haec tempestas locustarum, bruchorum,
pulgonis,
vermium, lubriginum et quorumcumque animalium noxiorum. Amen.
Bendiga el término
diziendo.
Et benedictio
Dei Patris + omnipotentis, et
Flii + eius Iesu Christi Domini Nostri, et Spiritus Sancti + descendat
et maneat in fructibus istis; et angelus Dei bonus custodiat eos semper
ab omni infestatione et corrosione, tam istorum quam aliorum
quorumcumque
animalium noxiorum. Amen.
|
|
A San Luis,
obispo y confesor.
ANTÍFONA
Oh rosa
primaveral de caridad, lirio de la
virginidad, estrella resplandeciente, Luis, vaso de santidad, ruega por
nosotros al Señor.
V. Ruega por nosotros,
bienaventurado Luis.
R. Para que seamos dignos de
alcanzar las
promesas de Cristo.
OREMOS
Oh Dios que
con admirable disposición
ilustras siempre a tu Iglesia con los esplendores de los santos,
concédenos,
te rogamos, que cuantos nos alegramos con la conmemoración del
bienaventurado
Luis, tu confesor y pontífice, seamos conducidos felizmente a su
compañía y por sus méritos y oraciones seamos
liberados
de estas langostas brucos, pulgones, gusanos y de todos los animales
que
corroen los frutos de la tierra.
OREMOS
Oh Dios, que
no deseas la muerte del pecador,
sino que haga penitencia, mira propicio a tu pueblo que se acoge a
tí
y aparta clemente de nosotros los látigos de tu ira que
merecemos
por nuestros pecados.
Oh Dios, a
quien ofende el pecado, pero que
te aplacas con el arrepentimiento y la penitencia, mira propicio las
preces
de tu pueblo suplicante y aparta clemente de él esta plaga de
animales
dañinos.
Oh Dios,
milagroso consolador de la fragilidad
humana y dador generoso de todos los bienes, concédenos que los
frutos de la tierra que por tu generosidad produce, permanezcan ilesos
y perfectos, para que ayudados por estos auxilios te podamos alabar
siempre
y amar fervientemente, Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Eche agua bendita hacia las
cuatro partes
y diga.
Por la virtud
de esta agua bendita huyan de
nosotros los enemigos y esta tempestad de langostas brucos,
pulgón,
gusanos, lombriz y de cualesquier otros animales nocivos. Amén.
Bendiga el término,
diciendo.
Y la
bendición de Dios Padre + omnipotente,
y de su Hijo + Jesucristo Nuestro Señor, y del Espíritu
Santo
+ descienda y permanezca en estos frutos y los guarde siempre el
ángel
bueno de Dios de toda infección y corrosión, tanto de
éstos,
como de cualesquier otros animales nocivos. Amén.
|
NOTA
Para que
aproveche en las tempes//tades de
truenos y relámpagos, etc. donde dize: Hanc calimitatem,
se dirá: Hanc tempestatem tonitruum, etc.
MISSA DE SAN GREGORIO,
la primera de communi vnius
confessoris pontificis.
ORATIO
Deus qui beato
Gregorio confessori tuo atque
pontifici contra locustarum pestem specialem gratiam contulisti,
concede
propitius, vt qui tua beneficia devote poscimus, eius meritis et
praecibus
a corrosione et consumptione ipsarum, in fructibus nostris et
pecoribus,
atque a peste et epidemia et omnia alia infirmi//tate corporibus
nostris
misericorditer liberemur: Per Dominum Nostrum, etc.
Secreta
Miserere,
quaesumus, omnipotens Deus, nobis
famulis tuis intercessione beati Gregorii confessoris tui atque
pontificis,
cui ad extirpationem bruchorum, locustarumque virtutem et gratiam
concesisti,
vt ipsius meritis suffragantibus conservationem fructuum nostrorum a te
pie recipere mereamur: Per Dominum Nostrum, etc.
|
|
NOTA
Para que
aproveche en las tempestades de truenos
y relámpagos, etc. donde dice: Esta calamidad, se
dirá: Esta
tempestad de truenos, etc.
MISA DE SAN GREGORIO,
la primera del común de
un confesor
pontífice.
ORACIÓN
Oh Dios que
concediste al bienaventurado Gregorio
tu confesor y pontífice especial gracia contra la peste de
langostas,
concede propicio que cuantos devotamente gozamos de tus beneficios, por
sus méritos y oraciones seamos liberados de la corrosión
y destrucción por ellas de nuestros frutos y animales,
así
como de las pestes, epidemias y de cualquier otra enfermedad que pueda
afectar a nuestros cuerpos. Por Nuestro Señor, etc.
Secreta
Apiádate,
Dios omnipotente, te rogamos,
de estos tus siervos, por la intercesión del bienaventurado
Gregorio,
tu confesor y pontífice, al que otorgaste la gracia y la virtud
de extirpar las langostas y brucos, para que ayudados por sus
méritos,
merezcamos recibir piadosamente de tí la conservación de
nuestros frutos. Por Nuestro Señor, etc.
|
Post comm.
Tribue nobis
suplicibus tuis quae//sumus Omnipotens
Deus, gratiam et misericordiam tuam; et per intercessionem beati
Gregorii
confessoris tui atque pontificis, quem ad destructionem locustarum,
bruchorumque
per tuum vicarium in Hispaniam transmisisti, fructus nostri tua sancta
virtute nutriantur, et ab omni laesione conserventur immunes. Per
Dominum
Nostrum, etc.
LAUS DEO
|
|
Después de la
comunión
Te rogamos
Dios omnipotente concedas a tus
fieles suplicantes tu gracia y tu misericordia y por la
intercesión
del bienaventurado Gregorio tu confesor y pontífice, a quien
enviaste
a España, como tu vicario para destruir las langostas y brucos,
que nuestros frutos nos sirvan de nutrición, gracias a tu santa
virtud y nos conservemos inmunes de cualquier lesión. Por Ntro.
Señor, etc.
ALABANZA A DIOS
|
I. N. R. I.
ECCE.S.C.S.V.I.F.P.V.
Q.S.P.E.V.M.P.L.P.D.
LEO.D.T.I.R.D.Alleluia. In
illam Christus
vincit.
S. Lucas.
S. Marcus.
S. Ioannes.
S. Matth.
La explicación destas
letras
está a la buelta desta
Cruz.//
|
|
I.N.R.I.
He
aquí.S.C.S.V.I.F.P.A.V.
Q.S.E.V.M.P.L.P.D.
León.D.T.I.R.D.Alleluia.
En ella Cristo vence.
S. Lucas.
S. Marcos.
S. Juan.
S. Mateo.
La explicaión de
estas
letras está a la
vuelta de esta
cruz
|
LA EXPLICACION DE
LAS
letras de la
Santíssima Cruz
es esta.
Ecce |
S |
C |
V |
|
Signum |
Confusionis |
Vestrae |
I |
F |
P |
A |
Ideo |
Fugite |
Partes |
Adversae |
V |
L |
T |
I |
R |
Vicit |
Leo de |
Tribu |
Iuda |
Radix |
D |
A |
Q |
S |
P |
Dauid |
Alleluia |
Qui |
Sine |
Peccato |
E |
V |
M |
P |
Est |
Vestrum |
Mittat |
Primum |
L |
I I |
|
|
Lapidem |
In illam, |
Christus |
vincit. |
Crux coronat opus huius
libri.
Sub correctione Sanctae
Matris
Ecclesiae.
|
|
LA EXPLICACIÓN DE
LAS
letras de la
Santíssima Cruz
es ésta.
|
S |
C |
V |
He aquí |
Signo de |
Confusión |
Vuestra |
I |
F |
P |
A |
Por tanto |
Huid |
Partes |
Adversas |
V |
L |
T |
I |
R |
Venció |
el León |
de Tribu |
de Judá |
Raíz |
D |
A |
Q |
S |
P |
David |
Alleluia |
Quien |
Sin |
Pecado |
E |
V |
M |
P |
Esté de |
Vosotros |
Tire la |
Primera |
L |
I I |
|
|
Piedra |
en Ella. |
Cristo |
vence. |
La Cruz corona el
trabajo de este libro.
Bajo corrección
de la Santa Madre
Iglesia.
|
Notas
1. Libro de
conjuros
contra tempestades, langostas, pulgón, cuquillo y otros animales
nocivos que dañan e infestan los frutos de la tierra,
Jaén,
1708, A3.
2. Libro de
Conjuros,
Introducción: Aprobación del Padre Joseph Martínez.
3. Ibíd.,
pág. 12.
4. Ibíd.,
Conjuro segundo, conjuro séptimo y conjuro octavo.
5. Ibíd.,
Introducción: Aprobación del Padre Joseph Martínez.
6. Ibíd.,
Introducción: Aprobación del doctor don Manuel Mollinedo.
7. A. M. J., Actas
de
1708, cabina 23-4.
8. A. M. J., Actas
de
1708, Cab. 21-5.
9. Juan Antonio
López
Cordero y Ángel Aponte Marín, Un terror sobre
Jaén.
Las plagas de langosta XVI-XX, Jaén, 1993, págs.
70-72.
10. Ibíd.,
pág. 148.
11. Ibíd.,
pág. 161, not. 72.
12. Ibíd.,
pág. 165.
13. R.
Vázquez
Lesmes y Cándido Santiago Álvarez, Las plagas de
langosta
en Córdoba, Córdoba, 1993, págs. 104-105.
14. Libro de
conjuros,
págs. 5, 6, 10, 15, 18 y 21.
15. Crónicas,
lib. IIº, cap. VII.
16. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 81-82.
17. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 82-83.
18. "Los
conjuros y
rogativas
contra la langosta. Pastoral del obispo de Jaén Fray Benito
Marín", Don
Lope de Sosa, 1918, págs. 55-56.
19. Ángel
Aponte
Marín, "Conjuros y rogativas contra las plagas de langosta en
Jaén
(1670-1672)", La religiosidad popular, II, Barcelona, 1988.
20. Iván de
Quiñones, Tratado de la langosta muy útil y
necesario. En que se
tratan
cosas de provecho y curiosidad para todos los que professan letras
divinas
y humanas y las mayores ciencias, 1620.
21. Fray Pedro
Mártir
de la Buenacasa, Motivos por los cuales Dios castiga con plagas de
langosta...,
Zaragoza, 1688.
22. Malaquías,
3, 10-11.
23. A. C.
Jaén, Cuaderno
de diezmos del obispado de Jaén, Introducción, fol.
1v.
24. Ibíd.,
Tit. IV, cap. XLIII, fols. 30v-31r.: "y porque según derecho
divino
y humano todo fiel christiano debe y es obligado a pagar enteramente su
diezmo, mandamos a los priores y curas y predicadores sub
interminatione
maledictionis aeternae, que en el tiempo de Adviento y de la
Quaresma
declaren al pueblo quan grave pecado es este de no pagar todos sus
diezmos
fielmente a quien y como de derecho deban".
25. José
Rodríguez
Molina, Sínodo de Jaén en 1492, Jaén,
1981,
tit. 1/28 entre los pecados especialmente reservados al obispo quedan
"los
diezmos devidos e non restituidos".
26. A. C.
Jaén, Cuaderno
de diezmos del obispado de Jaén, Introducción, fol.
1r.
y tit. IV, cap. VIII, fol. 8v.: "por todas maneras se debe proveer para
que los que no dan ni pagan sus diezmos, como son obligados, para que
diezmen
y paguen sus diezmos, según y como a ello son obligados, sin que
intervengan fraudes algunos: porque los que así no lo facen ni
cumplen,
ofenden a Dios, traspasando su mandamiento y son obligados a restituir
los tales diezmos a la Iglesia y a los ministros della y a quien los
deve
haver". Esta norma concuerda plenamente con el can. 10 del II Concilio
de Letrán, donde se obliga a la restitución del diezmo.
FOREVILLE,
Raymonde, Histoire des Conciles oecumeniques, Latran I, II, III et
Latran
IV, Paris, 1965, pág. 190.
27. Cuaderno,
Introducción,
fols. 2v-3r.: Coincide plenamente con las Partidas que hablan "en
quantas
maneras da Dios galardón a los christianos que fielmente dieren
los diezmos", Partidas, Partida I, tit. XX, ley XX, y "en
quantas
maneras da Dios majamiento a los omes que non diezman como deven", Partidas,
Partida I, tit. XX, ley XXI.
28. A. M. C.,
Sec.
7ª,
caja 18, doc. nº 2, fol. 13 r. y v.; VÁZQUEZ, Las
plagas
de langosta en Córdoba, pág. 129.
29. Bartolomé
Ximénez
Paton, Ob. cit.
30. J. M.
Troyano
Biedma, Bedmar, Jaén, 1985.
31. Martín de
Ximena
Jurado, Catálogo de los obispos de las iglesias catedrales
de
Jaén y anales eclesiásticos de este obispado, Reimpr.
Universidad de Granada, 1991, pág. 402.
32. Libro de
conjuros,
pág. 3.
33. Ibíd.,
Título.
34. Ibíd.,
págs. 8, 22, 24, 29, 33 y 35.
35. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 131-132.
36. Ibíd.,
pág. 172.
37. Ibíd.,
pág. 203.
38. Ibíd.,
pág. 204.
39. Carmen
Argente
del
Castillo Ocaña, "La orden hospitalaria de San Antón en la
diócesis de Baeza-Jaén", Cuadernos de Estudios
Medievales,
(Granada) II-III (1975), págs. 37-57.
40. Julio Caro
Baroja, Las
formas complejas de la vida religiosa. Siglos XVI y XVII, Madrid,
1985.
41. Bartolomé
Ximénez
Paton, Ob. cit.
42. Vázquez,
Las
plagas de langosta en Córdoba, pág. 132.
43. Bartolomé
Ximénez
Paton, Ob. cit.
44. Libro de
conjuros,
pág. 36.
45. Ibíd.,
pág 36.
46. Ibíd.,
Aprobación del Doctor D. Manuel Mollinedo.
47. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 70-72.
48. Vázquez, Las
plagas de langosta en Córdoba, págs. 133-135.
49. A. Salido
Estrada, La
langosta. Compendio de todo cuanto más notable se ha escrito
sobre
la plaga, naturaleza, vida e instintos de este insecto...", Madrid,
1875.
50. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 99-102.
51. J. Gómez
Bravo, Catálogo de los obispos de Córdoba y breve
noticia de
su Iglesia Catedral y obispado, Córdoba, 1778, II,
págs.
447-448.
52. Cristóbal
Rojas
y Sandoval, Manual de Córdoba, Sevilla, 1563.
53. A. M. C.,
Sec.
7ª,
Caja nº 18, doc. nº 7, s. f.
54. Vázquez, Las
plagas de langosta en Córdoba, págs. 130-131.
55. Cristóbal
Rojas
y Sandoval, Manual de Córdoba, fols. 115v-116v.
56. A. H. D. J.,
Actas
de 1708, Cabina 6-5.
57. Libro de
conjuros,
pág. 6.
58. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 103-105.
59. Quevedo, Los
sueños,
Clásicos Ebro, Zaragoza, 1974, pág. 56.
60. Un
terror
sobre
Jaén, págs. 85-86.
61. Sebastián
Cirac
de Estopeñán, Los procesos de hechicerías en
la
Inquisición de Castilla la Nueva, Madrid, 1942, CSIC.
62. Ivan de
Quiñones, Ob. cit.
63. Ivan de
Quiñones, Ob. cit.
64. Pedro
Ciruelo, Tratado
en el qual se repruevan todas las supersticiones y hechicerías,
Salamanca, 1541, parte 3ª, cap. 9.
65. Fray Miguel
Agustín, Libro de los secretos de agricultura, casa de campo
y pastoril,
1617, Ed, facs. Tarragona, 1980.
66. A partir de
aquí
el libro lleva sus encabezados en las páginas pares e impares.
En
las primeras: Liber; en las impares: Exorcismorum.
67. Como aún
no tenemos
el texto entero en latín para utilizar la doble columna con el
latín
y su correspondiente traducción, traduzco a pie de página
este título: Exorcismo contra langostas y otros cualesquier
animales
nocivos a los frutos de la tierra.
68.
Traducción castellana: Anótese la rúbrica.
|