Una investigación de la Universidad de Granada demuestra que las personas con trastorno de juego tienen más problemas para regular las emociones negativas
Este estudio tiene una gran implicación clínica, ya que sugiere la importancia de incluir el trabajo en habilidades para regular emociones en los paquetes terapéuticos que tratan este trastorno
Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) desarrollado por Juan Francisco Navas y José César Perales, entre otros investigadores del departamento de Psicología Experimental, analiza cómo los pacientes con trastorno de juego despliegan una mayor actividad cerebral vinculada al control y el esfuerzo mental para reducir una emoción negativa, lo que se traduce en problemas a la hora de regular dichas emociones. De esta forma, los estímulos publicitarios de los anuncios de casas de apuestas o casinos ‘online’, por ejemplo, suponen una fuente de emociones negativas para estas personas que podrían afectar a su recuperación.
Esa mayor actividad cerebral, a su vez, está asociada a un conjunto amplio de comportamientos problemáticos. Este hecho sugiere que, en la vida cotidiana, la experiencia de emociones negativas podría sobrepasar los recursos disponibles de estas personas para regular tales emociones, lo que agrava el problema e incrementa el riesgo de recaída o de abandono del tratamiento. El trabajo de laboratorio ha sometido a personas con trastorno de juego a imágenes de contenido emocional negativo, como las de un accidente de tráfico, para demostrar dicha teoría.
La revista Addiction, considerada la publicación de mayor impacto en el estudio de las adicciones, ha recogido el artículo científico de esta investigación.
Implicaciones clínicas
El estudio tiene una gran implicación clínica, ya que sugiere la importancia de incluir el trabajo en habilidades para regular emociones en los paquetes terapéuticos que tratan este trastorno. Asimismo, supone un paso adelante en el conocimiento de posibles mecanismos que pueden hacer que determinadas personas que juegan habitualmente terminen teniendo problemas de adicción con el juego.
El trabajo también hace un llamamiento a la reflexión sobre la actual política de regulación del juego de azar y su publicidad, “en la que no se tiene tanto en cuenta la situación de las personas con este trastorno adictivo, al igual que se hace con otras adicciones como el alcohol y el tabaco”, según explica el investigador Juan Francisco Navas.
Los estímulos publicitarios de casas de apuestas o casinos ‘online’ dificultan el control emocional de las personas que sufren trastorno de juego. El artículo sugiere que una mayor regulación normativa sobre dicha tipología publicitaria y sobre los propios niveles de adicción de los juegos resultaría beneficiosa de cara a luchar contra el juego patológico.
“Actualmente, estamos presenciando una proliferación de casas de apuestas deportivas y casinos ‘online’, además de un aumento considerable de la publicidad de juegos de azar en los medios de comunicación. Este incremento de la exposición al juego pone a un mayor número de personas, cada vez más jóvenes, en riesgo de perder el control de su conducta de apostar y desarrollar una adicción. De esta manera, el estudio científico de los procesos psicológicos asociados al juego de azar es cada vez más relevante, tanto para poder prevenir la aparición de problemas en la gente que suele apostar, como para mejorar los tratamientos de las personas que ya tienen ese problema”, comenta Navas.
Modelos científicos
Aunque los principales modelos científicos del juego ya han señalado que las personas con trastorno de juego tienen más problemas para regular sus emociones que personas sin dicho trastorno, poco se sabía hasta ahora de los mecanismos cerebrales asociados a dichos problemas. El grupo de investigación de la Universidad de Granada está contribuyendo a una mejor comprensión de dichos mecanismos cerebrales implicados en la regulación de las emociones en el trastorno por juego.
Entre esos procesos, el estudio destaca que la capacidad para afrontar las emociones negativas cumple un papel central en la aparición del trastorno y su posible rehabilitación. Esas emociones provienen, en parte, de fuentes de estrés, como los problemas financieros o familiares que genera la adicción al juego; pero en otras ocasiones pueden ser provocadas por la mera presencia de señales asociadas al juego de azar, como las que se utilizan en la publicidad. Tanto en un caso como en otro, la forma en que la persona lidia con esas emociones puede agravar el problema e incrementar el riesgo de recaída, o –en caso de tratarse correctamente– contribuir a la recuperación.
Referencia bibliográfica:
Navas, J. F., Contreras-Rodríguez, O., Verdejo-Román, J., Perandrés-Gómez, A., Albein-Urios, N., Verdejo-García, A. & Perales, J. C. (2017). Trait and neurobiological underpinnings of negative emotion regulation in gambling disorder. Addiction. 12 (6), 1086-1094
Los investigadores de la UGR José César Perales y Juan Francisco Navas
Contacto:
Juan Francisco Navas
Teléfono: 958246648
Departamento de Psicología Experimental de la UGR
Correo electrónico: jfnavas@ugr.es
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