Muchas sustancias ejercen sus efectos tóxicos sobre la piel o mucosas externas y otras se absorben por ellas. Ante la mínima sospecha hay que despojar inmediatamente al intoxicado de sus ropas impregnadas y lavar la zona afecta con gran cantidad de agua o solución alcalina de CO3H- al 1% que da mejores resultados.

En caso de sustancias cáusticas es mejor la limpieza con agua que la neutralización química, ya que producen quemaduras en base a su concentración. Ahora bien, una vez finalizado el lavado pueden neutralizarse con:

• los ácidos fuertes con bases débiles (bicarbonato) y no con bases fuertes ya que se produciría una reacción exotérmica con gran desprendimiento de calor que podría ocasionar quemadura.
• las bases fuertes con ácidos débiles (vinagre, limón, ClH al 0,5 %).

Si la quemadura cáustica interesa al ojo, lo cual ocurre frecuentemente en blanqueadores y pintores, puede lesionarse la córnea, revistiendo entonces una especial gravedad. Si se afectan sus capas profundas puede producirse un leucoma y el consiguiente defecto visual.