Las medidas de la dosis absorbida en términos de `rads' o `grays' son un adecuado punto de partida para determinar los daños de la radiación, pero, como organismos biológicos, no estamos interesados tanto en la energıa total depositada, como en el efecto que esta energıa produce en las células vivas. Para cuantificar este efecto, necesitamos un parámetro que relacione la dosis con las consecuencias biológicas producidas.