Descripción ISAD(G) a nivel de fondo
Comprende la documentación procedente de estos colegios desde su fundación (1536), pasando por su posterior unión y hasta su extinción (1832). Este fondo fue adquirido por la Universidad en 1995.
El Colegio Imperial de Santa Cruz de la Fe fue fundado por el Emperador Carlos V en virtud de una cédula de 7 de noviembre de 1526, tras la Junta habida en la Capilla Real, y como fundamento de la naciente Universidad. Su historia transcurre paralela a la de esta, ejerciendo una gran influencia en su control, al ocupar sus colegiales muchos de los cargos de su gobierno. Compartía espacio físico con el edificio de la Universidad, por el que tuvieron numerosas diferencias. Al comienzo, estuvo sometido a la jurisdicción de los Arzobispos, pero consiguió emanciparse en los primeros años del mandato de Pedro Guerrero (a mediados del siglo XVI), no sin cierta resistencia por parte de este. A partir de entonces, pasó a depender directamente de la Cámara de Castilla. Sus colegiales ostentaban una serie de privilegios en el seno de la Universidad.
Por su parte, el Colegio de Santa Catalina Mártir se fundó en 1537 por el Arzobispo Gaspar de Avalos, destinado a colegiales de Artes y Teología, y, a partir de sus segundas constituciones, en 1555, únicamente a Teología. Se situaba en la plaza de las Pasiegas, y por razón de su fundación poseía un marcado carácter eclesiástico. Sus colegiales, entre 12 y 14, habían cursado el bachillerato, generalmente en el Colegio de San Miguel. Asistían a las clases de la Universidad, y participaban en su actividad por medio de las relaciones de colaboración que se establecían entre la jurisdicción eclesiástica, que pesaba sobre el colegio, y la civil de la Universidad. Durante su historia, planteó varios litigios sobre la base de un Patronato Real, de manera similar a la propia Universidad y al Colegio de Santa Cruz de la Fe, para separarse de dicho ámbito eclesiástico, lo que conseguiría finalmente en 1740, tras lo que surgirían numerosas disputas con este último.
Finamente, en 1802, en virtud de una real cédula de Carlos IV, ambos se reúnen en el Colegio de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir, que albergaría 16 colegiales, entre teólogos y juristas, vestidos con manto pardo y beca grana con campana en la misma y rosca azul. Su régimen conllevaba el disfrute común de todas las prerrogativas que tuvieron los colegios separados, y la unión de sus rentas, y pasó a ocupar una parte del edificio que se cedió a la Universidad tras la expulsión de los jesuitas, (actual Facultad de Derecho). El colegio fue suprimido en la reforma de 1835.