Podemos encontrarnos, además de con los efectos esperados o normales, con efectos no-esperados (anormalmente exagerados o disminuidos).
La intensidad de toda reacción tóxica depende de una serie de circunstancias:
- La dosis y, por tanto, la concentración del tóxico libre y activo a nivel del receptor.
- La capacidad del tóxico para atravesar las membranas biológicas hasta llegar a los receptores sin sufrir destrucción metabólica o eliminación.
- Las condiciones de sensibilidad del receptor.
Todas estas circunstancias dependen, a su vez, de una serie de factores que modifican la toxicidad de un producto y que se pueden esquematizar como:
- factores que dependen del medio ambiente (exógenos o físicos)
- factores propios del individuo (endógenos o biológicos)
- factores relacionados con las condiciones de administración del tóxico