3. Evaluar la información
Ante la gran cantidad de información que nos rodea se hace necesario analizar, por una parte, la calidad académica de los recursos hallados, y por otra parte, la utilidad para tus propósitos, es decir, si la información encontrada es pertinente para la elaboración de tu trabajo académico. Para ello, es muy útil someter cada recurso de información a un cuestionario con criterios que nos permitan evaluar su calidad e interés. Antes has de tener en cuenta la fuente de la cual has obtenido la información: |
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Si se trata de fuentes impresas: libros, monografías, revistas o periódicos obtenidos de los fondos o recursos de bibliotecas, bien en formato papel o electrónico. Se trata entonces de información que ha sido sometida a un proceso de revisión y evaluación previa a su publicación. |
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Si se trata de fuentes web, procedentes de páginas de Internet: en ese caso la información obtenida no ha pasado por ningún tipo de filtro, control o revisión. Cualquiera puede publicar en ellas y por lo tanto han de someterse a un análisis más riguroso para comprobar su fiabilidad. |
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