Olivo
Olivo,
acebuche
Descripción:
El olivo (Olea europaea L.) es un árbol que puede alcanzar
hasta los 10 metros de altura. Su tronco es grueso, presenta
numerosos nudos y está muy retorcido; la corteza es de
color pardo grisácea. Las hojas son perennes, con forma
lanceolada, que pueden medir de 2 a 8 cm de longitud; el haz
de éstas es verde-grisáceo mientras que el envés
es de color plateado. Las flores son hermafroditas, muy pequeñas
que forman numerosos racimos. El fruto es la aceituna, de cuyo
zumo se obtiene el aceite.
Ecología
y distribución: Los olivos se hallan ampliamente
cultivados en toda el área Mediterránea, sobre
todo en el sur de la Península Ibérica, donde
su cultivo ha experimentado un fuerte aumento propiciado por
la gran demanda de aceite de oliva a nivel mundial. Se localiza
en cultivos monoespecíficos y en las provincias de Granada
y Jaén ocupan más del 50% de la superficie agrícola.
Se desarrollan sobre cualquier tipo de suelo y se distribuye
en un amplio gradiente altitudinal desde la franja costera hasta
las zonas montañosas del interior de estas provincias.
El acebuche aparece en determinadas zonas formando parte de
la vegetación natural.
Floración: Florece durante un período relativamente
corto, que se extiende desde abril hasta junio. No obstante
se caracteriza por tener una floración muy explosiva,
lo que unido al gran número de ejemplares cultivados,
provocan un intenso período de polinización.
Morfología
polínica: Polen trizonocolporado, isopolar, con simetría
radial; circular en visión polar; elíptico en
visión ecuatorial; prolato-esferoidal. Tamaño
pequeño o mediano (P=20-27 micras; E=19-31 micras). Aberturas
simples de tipo colpo; membrana apertural psilada. Exina de
2-2,5 micras de grosor, con sexina aproximadamente dos veces
más gruesa que la nexina. Téctum parcial; infratéctum
columelado, con columelas simples. Superficie reticulada, con
lúmenes irregulares tan anchos o más anchos que
los muros; muros verrugosos.
Alergenicidad: Numerosos autores consideran a este polen
como uno de los aeroalergenos más importantes del área
Mediterránea. Concretamente, en la mayoría de
las ciudades andaluzas ha sido descrito como la principal causa
de polinosis, observándose además un aumento considerable
del número de sensibilizaciones durante los últimos
años. En Granada hasta un 75% de los enfermos de polinosis
presentan algún tipo de sensibilidad a este polen; entre
la población infantil, afecta a más de un 80%.
En la provincia de Jaén se confirma un alto porcentaje
de pacientes con sintomatología a este polen que se sitúa
en torno al 84%. En Almería el polen de olivo es el aeroalergeno
que provoca mayor número de casos de alergia, estimándose
que más del 60% de la población con problemas
de polinosis presentan positividad en los tests cutáneos.
Estacionalidad:
Los primeros registros polínicos comienzan a detectarse
durante el mes de marzo en las zonas más termicas de
Andalucía oriental, y a partir de abril es cuando se
inicia la polinización en las del interior. Las concentraciones
más elevadas se obtienen desde la primera semana de mayo,
siendo generalmente durante la segunda semana de este mes cuando
se alcanzan los niveles máximos en Almería y Jaén,
retrasándose a la tercera o cuarta semana en Granada.
Hasta bien entrado el mes de junio se mantienen los valores
importantes de polen de olivo en el aire, extendiendose la polinización
de estos árboles incluso durante el mes de julio en las
localidades más elevadas de la provincia de Granada.