Plantago
Plantago,
llantenes
Descripción:
Se trata de plantas herbáceas, anuales o perennes. Las
hojas son generalmente enteras, dispuestas en roseta basal u
opuestas sobre tallos ramificados. Las flores son hermafroditas,
pequeñas, y se agrupan en cabezuelas o espigas terminales
que se disponen en la parte final de un largo tallo sin hojas.
Ecología
y distribución: Las diferentes especies del género
Plantago L. se distribuyen de forma generalizada por toda Andalucía
oriental. Presentan un comportamiento ruderal-arvense, desarrollándose
sobre suelo nitrificados como pastizales, bordes de caminos,
cunetas y márgenes de caminos, siendo por tanto muy frecuentes
en los alrededores de las ciudades.
Floración: Las diversas especies que integran
este grupo poseen un período de floración relativamente
amplio, que se desarrolla desde principios de la primavera hasta
finales del verano.
Morfología
polínica: Polen pantoporado, apolar, con simetría
radial, esferoidal. Tamaño de pequeño a mediano
(D=19-35 micras). Aberturas simples de tipo poro, de 4 a 14
en número y 3-4 micras de diámetro; membrana apertural
granulada, con gránulos de mayor tamaño que en
el resto de la superficie. Exina de alrededor de 2 micras de
grosor, con sexina más gruesa que la nexina. Téctum
completo; infratéctum columelado, con columelas delgadas
y cortas. Superficie generalmente con gránulos más
densos en la proximidad de las aperturas, resultando el polen
escábrido.
Alergenicidad: Diversos autores estiman que el polen
de Plantago es, después del olivo y las gramíneas,
el aeroalergeno que provoca mayor incidencia entre la población
española. En Granada tan sólo el 1,2% de la población
adulta presenta sensibilidad a este polen, no existiendo evidencias
de que haya pacientes monosensibilizados. En la provincia de
Jaén el polen de Plantago es un importante agente causante
de polinosis, de tal forma que más del 55% de los alérgicos
presenta sensibilización, lo que lo convierte en un aeroalergeno
a tener en cuenta durante la primavera. Asimismo, en Almería
estos porcentajes se disparan, revelando que más de un
20% de la población muestra positividad en los tests
cutáneos.
Estacionalidad:
La presencia en el aire de este polen es algo irregular, alternándose
días de niveles muy altos con otros bastante bajos. Está
presente de forma continua desde marzo hasta junio o julio,
siendo los meses de abril y mayo los de máxima incidencia.
El descenso de las concentraciones se hace de forma gradual
durante el mes de junio, de forma que a comienzo del verano
sus niveles en el aire son poco significativos.