Apolonio a Eudemo: ¡salud!
Deseo que te cures. Yo me encuentro relativamente bien.
Te he enviado a mi hijo Apolonio para que te entregue el segundo libro sobre las cónicas. Léelo con detenimiento y comunícaselo a quienes sean dignos de conocer estas cosas.
Entrégalo también al geómetra Filónides que te presenté en Efeso, si va a Pérgamo de paso.
Cuídate para que se restablezca tu salud. Pásalo bien.